Salarios en las ofertas de empleo
Hay pocas cosas más frustrantes a la hora de buscar empleo que encontrarte ofertas que no mencionan el salario. O peor, que en la misma entrevista tampoco queda claro. O peor todavía… ¡te hacen negociar como si se tratara de un bazar!
Preparar un currículum, una carta de presentación, amoldar todo eso a la empresa para la que sientes interés… todo eso lleva tiempo y esfuerzo.
Por lo tanto, que un empleador haga que alguien pase por todo este esfuerzo, que haga un hueco en su vida para acudir a una entrevista (sobre todo si sigues trabajando en otro sitio) solo para descubrir que el salario es insuficiente es muy poco profesional. Sin embargo, sucede todo el tiempo.
Las empresas que se niegan a revelar el salario en un puesto de trabajo también están perpetuando las brechas salariales de género y raciales porque las personas que ya trabajan para la empresa no tienen idea de lo que se le paga al nuevo empleado. Los empleadores que afirman creer en la diversidad y la inclusión seguramente no van por el camino adecuado si están ocultando lo que están pagando a los nuevos empleados. Y además, me molesta hablar de salarios brutos. ¿Por qué íbamos a hablar de un salario que nunca voy a recibir? Hablemos de lo que me vas a ingresar en el banco. Estoy más que harta de este tipo de negociación en bruto.
Poned el salario en neto. Si no, es como si me postulo a una oferta de empleo sin mostrar mi currículum. Quizá soy quien estás buscando o quizá no. Vas a tener que comprometer tu tiempo y energía en este proceso para saberlo. Hay líneas y líneas de requisitos, de estudios, de experiencia, de años haciendo esto, lo otro… Pero al final, no dicen cuánto van a pagar.
Uno de los motivos por los que no figura el salario es para que nos puedan jo*** y pagarnos menos de lo que valemos. ¿Por qué no son transparentes sobre el salario? Con esta actitud les da a los empleadores mayor poder de negociación y les permite evitar la competencia con otras empresas de la misma industria. SOLUCIÓN: si esa no es su intención, pongan el maldito salario. También mantener escondido el salario evita la competencia entre empleados actuales y futuros. Los empleadores pueden tener que pagar salarios más altos para atraer nuevos empleados, una situación conocida como inversión salarial. La inversión salarial se refiere a situaciones en las que los salarios iniciales de los nuevos empleados aumentan más rápido que los de los empleados existentes. Suele ocurrir en áreas donde la demanda de profesionales excede la oferta de dichos profesionales en el mercado. Por ejemplo, la informática en los últimos años ha experimentado este fenómeno. La inversión salarial también es común entre los profesores universitarios en ciertos campos en los que la demanda global de académicos aumenta rápidamente. La inversión salarial ocurre en esta situación cuando las universidades carecen de los recursos para aumentar los salarios de los profesores existentes mientras continúan contratando nuevos profesores. Esto puede causar resentimiento entre los empleados existentes.
Imaginemos esta conversación:
Empleador: ¿Cuál es su salario actual?
Yo: Es confidencial. ¿Cuánto ofrecen ustedes?
Empleador: Necesito que me diga cuánto gana usted ahora para poder darle una cifra.
Yo: Fin de la conversación.
Sí, que te pregunten por tu actual salario roza la ilegalidad. Tanto como que te pregunten por tu estado civil, religión o signo del zodiaco. (Con esta última tengo una buena anécdota).
Incluso en algunos portales de empleo hay una opción para rellenarlo y que sea visto de manera pública. (Infojobs, va por ti).
Cuando tengas la oportunidad de hablar de dinero, di directamente lo que te ofrecen en otros lugares. O al menos lo que has visto en puestos similares.
O pide lo máximo que puedas. Si nos vamos a reír, riámonos ambas partes.