Salud preventiva: nuestro enfoque
A estas alturas de la vida seguramente a tus colaboradores se les ha cruzado la idea o intención de hacerse #CheckUps médicos porque han oído hablar de ellos, porque saben de personas que se los hacen cada año o por los mensajes subliminales del mundo digital. Normal.
Seguramente también les ha llegado información sobre lo importante que es hacerlos cada cierto tiempo o lo que pueden descubrir sobre su salud, pero ¿son realmente necesarios? ¿Todo mundo es candidato a este tipo de check ups? Y si sí, ¿realmente cada cuánto se tienen que hacer?
Para resolver todas estas preguntas de forma práctica, en Sofía integramos la prevención como un pilar de todos los #SegurosMédicos que diseñamos y los servicios que ofrecemos porque creemos que es la clave maestra de un verdadero cuidado de la salud. Este enfoque responde a las recomendaciones de guías nacionales e internacionales en salud preventiva, es decir, en medicina basada en evidencia científica.
Sí a las consultas preventivas
Uno de esos musts médicos son las #ConsultasPreventivas que deben hacerse desde la infancia hasta los últimos días. Es importantísimo que un médico valore su desarrollo, hábitos y antecedentes médicos porque, en caso de existir alguna bandera roja, podrá revisar y tratar con tiempo, ganando así grandes posibilidades de prevenir alguna enfermedad.
Por ejemplo, hay muchas enfermedades que son muy comunes en personas de ciertas edades y si se realizan estudios de monitoreo durante ese “periodo de riesgo”, se pueden detectar en etapas tempranas, como es el caso de las mastografías y el cáncer de mama.
Este tipo de seguimiento es algo que tus colaboradores tienen al alcance de un clic desde que les contratas nuestro seguro. Para empezar les pedimos que agenden una Videoconsulta Preventiva, que es básicamente una videollamada desde nuestra app donde conocen al dr/a. de cabecera (médico internista) que le asignamos a cada quien y que les acompañará en todo momento.
Su función es hacer su historia clínica lo más detallada posible porque registran su estilo de vida, antecedentes médicos e historial familiar y de acuerdo con toda esa información hacen un plan de salud preventivo a su medida: les dan recomendaciones para tener un vida más sana, para disminuir o eliminar ciertos riesgos de salud que vean en su perfil, les mandan a hacer estudios en caso de ser necesario para prevenir enfermedades o sus complicaciones. Además les dan seguimiento cada cierto tiempo de acuerdo a sus necesidades para monitorear su evolución y estado de salud.
Hacer estudios o no hacerlos
Pero ¿qué pasa con los estudios de sangre que muchas personas se hacen cada año? ¿La química sanguínea? ¿Exámenes de orina? ¿Radiografías? La respuesta a todas estas preguntas es: depende.
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Depende de todo lo que ya mencionamos que revisa el/la dr/a. de cabecera de tus colaboradores porque la medicina debe de ser individualizada y no todos necesitan los mismos #EstudiosPreventivos. También depende de su edad, historial familiar, hábitos y de si tienen signos y/o síntomas que sean sospecha de una enfermedad.
La comunidad médica y científica lleva varios años cuestionándose por qué, si son de forma preventiva, puede estar mal hacerse estos estudios. Se pusieron a investigar y lo primero que hicieron fue definir que los estudios preventivos son todos aquellos cuyo objetivo sea diagnosticar enfermedades en su etapa temprana, cuando aún no presenta síntomas o los síntomas son muy leves. Además, este diagnóstico oportuno debe generar un beneficio en el desenlace de la enfermedad.
Después empezaron a estudiar qué pasaba con la gente que se los hacía y descubrieron que las pruebas de detección que no están individualizadas pueden causar más daño que beneficio.
La realidad del sobrediagnóstico y el sobretratamiento
Además de ser un gasto innecesario, estas pruebas no hacen otra cosa más que hacerles pasar un mal rato. El simple hecho de ir al laboratorio para que los piquen les puede generar estrés o ansiedad y si un valor sale alterado puede ser que sea un falso positivo pero ya dio pie a más estudios, pruebas y tratamientos aún más invasivos que un piquete de sangre.
Durante estas investigaciones también observaron los fenómenos de sobrediagnóstico y sobretratamiento. Esto es que un valor en los resultados salga alterado por una cosita de nada y que sin evaluar el resto de los factores se les de un tratamiento (que puede ser agresivo o no, o puede tener efectos adversos o no) cuando realmente no era necesario.
La contraparte es que una significante proporción de personas nunca se entera de su enfermedad sin este tipo de pruebas y hasta puede alcanzar la muerte por una causa totalmente ajena, pero su calidad de vida siempre se ve afectada.
Entonces, lo mejor que tus colaboradores pueden hacer es ir con un/a profesional de la salud que les haga un plan de prevención personalizado y con pruebas que han demostrado que sí aportan un beneficio para cuidar su salud de forma preventiva. ¡Con SofíaBusiness cada integrante de tu empresa podrá lograrlo! Conoce nuestros planes y descubre cómo podemos ayudarte a tener un equipo más sano.