SAM-iQ, Una herramienta única para la gestión del ciclo de vida de los activos de software

SAM-iQ es una plataforma para la gestión de activos de software desarrollada por Crayon que ayuda a las empresas en esta importante labor, abordando el gobierno de las TI desde el punto de vista del licenciamiento del software.

Defender una auditoría para sacar adelante una certificación ISO 19770 no es tarea sencilla, si no se cuenta con la herramienta ni los profesionales adecuados. Contar con ella, demuestra el compromiso de las organizaciones con la correcta gestión de activos de software, muy en línea con las mejores prácticas ITIL.

La gestión de activos de software (SAM, Software Asset Management, por sus siglas en inglés) no es precisamente sencilla en muchas organizaciones, pues requiere de cierta experiencia en áreas como el control del licenciamiento, inventariado, actualizaciones y evolución, o la gestión de la obsolescencia. Todo ello implica disponer de ciertas habilidades y experiencia con las que el responsable de TI pueda transmitir a la dirección de la empresa los riesgos tanto técnicos como económicos en los que se puede incurrir por una mala gestión del software, y más aún cuando pueda haber incluso un uso irregular del mismo, tanto de forma consciente o sin haberse percatado de ello.

Abordar un proyecto SAM requiere hacerlo por fases, fijarse objetivos estableciendo prioridades, disponer de métricas e indicadores para conocer el estado de madurez y el rendimiento,… Complejo sin duda si no se dispone del expertise o una herramienta específicamente orientada a todo ello.

Para llenar precisamente ese vacío nace SAM-iQ, una plataforma online desarrollada a partir de un marco de referencia común (llamado Especificación SAM-iQ), elaborado por expertos en la industria del software a partir de mejores prácticas y de la investigación sobre modelos de SAM entre diferentes compañías.

Ha sido diseñada para aportar y maximizar beneficios, así como lograr la eficiencia de los procesos de gestión de aplicaciones (activos, licencias, etc.), plataformas e infraestructuras a la organización en varios aspectos complementarios:

·        Ayuda a optimizar los procesos de mantenimiento, actualización y renovación de licencias de software, con los ahorros que todo ello supone.

·        Reduce la complejidad de la gestión de SAM, lo cual puede ser de gran utilidad para abordar iniciativas de regularización o para poner en marcha mejores prácticas como las definidas en estándares del tipo ISO19770. Los fabricantes de software nos pueden realizar auditorías, tal y como se contempla en la mayoría de los contratos de licenciamiento por volumen.

·        Nos ayuda a detectar irregularidades que pudieran suponer la comisión de delitos contra la propiedad intelectual del software. Además de las consecuencias reputacionales, no olvidemos que éstos pueden tener incluso consecuencias penales, con sanciones de hasta 280.000 € o la suspensión de la actividad empresarial, siendo la responsabilidad de los administradores.

·        Permite definir e identificar con claridad equipos de trabajo destinados a un proyecto SAM, como ya sucede en otras áreas de gestión de IT, como pueden ser las vinculadas a la seguridad o la continuidad de negocio. Estos equipos serán los encargados de definir procedimientos, políticas y los marcos de actuación adecuados.

¿Qué me aporta SAM-iQ?

Esta plataforma online por un lado incluye un Portal con una vista personalizada desde la que se accede a todas las funcionalidades de la plataforma, que a su vez contiene plantillas de trabajo, documentos de ayuda, videos de formación o ejemplos reutilizables para orientar el trabajo de SAM. Entre otras herramientas, se complementa con un panel o Dashboard que me informa sobre mi estado de madurez y acciones sugeridas en cada momento. Y aporta una herramienta de seguimiento de progresos (SAM-iQ Program Traker) de los equipos dedicados a SAM en aquellos objetivos marcados.

¿A quiénes va dirigido este servicio?

Por un lado, a grandes organizaciones (no sólo a las que operen en entornos regulados como las que pertenezcan a sectores como el farmacéutico o la banca) que dispongan de modelos complejos en la gestión de software. También aplica a empresas con diferentes unidades de negocio y localizaciones en las que existan responsables de área que tengan potestad para adquirir software. Otras pueden ser organizaciones con alta rotación tanto de personal propio como externalizado, y las que hayan tenido problemas en el pasado en relación a un uso irregular de su software. Y por supuesto, a aquellos negocios que estén inmersos en procesos de transformación digital hacia la nube, combinando escenarios on-premise y estén disponiendo de software como servicio (SaaS).

Si desea conocer nuestra plataforma SAM-iQ, contacte con nosotros sin ningún compromiso. Desde Crayon, como especialistas en licenciamiento, hacemos que lo complicado se convierta en simple, lo que permite a nuestros clientes centrarse en su negocio, en lugar de preocuparse por su tecnología. Para ello fijamos los KPIs junto con nuestros clientes, asegurando así el éxito continuo de nuestra relación. Hay muchas maneras de asumir su próximo reto tecnológico, pero no tiene por qué afrontarlo sin la compañía adecuada.