¿Somos mamarrachos?
Caprichosos, memos, superficiales. Así es como se nos retrata a los publicitarios en la mayoría de las películas o de las series. Mamarrachos. Idiotas. Infantiloides. Modernillos de bote. No falla. Y como las comparaciones son odiosas, odio decir que los estereotipos de otros sectores profesionales no son tan desafortunados. Abogados. Arquitectos. Médicos. Periodistas. En todos ellos suele haber un atisbo de inteligencia. O de maldad. O de algo que no apeste a estupidez. Hoy seguimos viendo cómo se nos ridiculiza cuando el creativo de turno presenta una idea o una campaña dentro de una trama de ficción. Y a uno, que sabe cómo son las tripas de esta profesión, le entran ganas de hacer un vudú general contra todos los guionistas y directores de cine y/o series. ¿Cuál es la razón? Como es posible que nosotros, que nos dedicamos a darle una voz y una personalidad a marcas e instituciones - y trabajo a muchos de esos directores - seamos incapaces de conseguir que se refleje nuestro trabajo como es en realidad y se nos vea a nosotros como profesionales con destellos ocasionales de lucidez.
¿De dónde viene este maltrato? ¿Somos responsables de esta etiqueta?
Anoche mismo, en un capítulo de Succession, me impresionaba que entre tanto retrasado y tanta mierda hubiera margen para que el trabajo de un publicitario apareciera más ridículo aún. Quiero pensar que no siempre ha sido así. Me digo que una de las mejores series de todos los tiempos mostró con bastante acierto lo que fue esta profesión. Pero no. No me convenzo. Y me jode no por mí, que también, sino por la cantidad de gente increíblemente talentosa y currante que trabaja en esto. En las antípodas de ese sambenito estúpido y frívolo que nos han colgado. Hala. Ya está. ¿Una cerve?
Propietario, NOISE SL
1 añoHay que hacer como Tanos: “chascar los dedos”😉
▶️ Formador en Toma de Decisiones | ▶️ Profesional de la Comunicación
1 añoDe acuerdo con todo el artículo. Principalmente con lo de Mad Men.
Director Servicios al Cliente y Socio en Peter Planning
1 añoSiempre nos quedará Mad Men querido José María, por cierto brillante como tú 😉