La teoría de la familiaridad.
El otro día escuché a un influencer del mundo del marketing y las redes sociales hablar de la teoría de la familiaridad. Es sencillo. Aconsejaba a las marcas subir casi diariamente contenidos. ¿Razón? La familiaridad. La gente se va acostumbrando a verte. Poco a poco te vas colando en sus vidas y después, cuando llegue el momento, te resultará más sencillo venderles algo. ¿Cómo van a decirle que no a su primo? ¿O a su hermana? Algo de verdad hay en esta teoría. Sin embargo, lo que no tiene en cuenta es que, a lo mejor, no puedes más con ese familiar que está todos los días dándote la turra. Otro ruido en tu vida. Y el ruido empieza a ser insoportable. Por eso es tan importante que antes de compartir cualquier cosa, nos hagamos una pregunta: ¿Esto es de verdad interesante? ¿Esto es mejor que el silencio? ¿Esto es el contenido de un familiar inteligente y oportuno o la obviedad del cuñado plasta? Siempre, siempre, siempre, y ahora más todavía, calidad en lugar de cantidad. Creatividad en lugar de repetición. Hagámonos ese favor. El ruido es un asesino silencioso. Aunque vaya disfrazado de abuela.
Propietario, NOISE SL
8 mesesLa excesiva “familiaridad” provoca rechazo. El ejemplo de Chorizo Revilla nos transporta a una época en la que había dos canales de televisión y “n” emisoras de radio para cubrir la oferta publicitaria. Hoy, aparte de que los canales y plataformas se han multiplicado hasta el infinito, el bombardeo continúa en Internet… Definitivamente, discrepo de la interpretación que ese influencer ha hecho de la “familiaridad”…
Director de Desarrollo de Negocio. WE ARE CP
9 meses“Mejor elijo chorizo Revilla, que ese que no se de qué marca es”, pensaba mi madre en los 70 cuando debía dar la merienda a una retahíla de hijos. Revilla era familiar para ella. Claro que tenía tantos GRP,s implantados en su cabeza que cuando veía la sarta de chorizos colgados en el ultramarinos, un resorte inconsciente disparaba el soniquete “… un sabor que maravilla” (https://m.youtube.com/watch?v=aZzy4W_ZDMg) La repetición está en la esencia de la publicidad. O estaba, porque el consumo actual de medios, y los costes disparados de los espacios publicitarios, dificulta enormemente a las marcas alcanzar repetidamente a sus targets. Pero no todo está perdido. “Compramos tu coche, Compramos tu coche, Compramos tu coche…”. Termina la frase.