¿Se puede aprender a escribir mejor en una semana?
Hay que imitar a Bart

¿Se puede aprender a escribir mejor en una semana?

Ayer vi un video del canal The Futur. Algo simple que me dejó pensando. El diseñador Matthew Encina llevaba adelante un proyecto de aprendizaje acelerado al extremo. Se titula "Become a Better Writer in 1 Week? Challenge Accepted" (¿Convertirse en mejor escritor en una semana? Desafío aceptado).

El video es en verdad divertido. Tal vez sea la mejor película que haya visto sobre la escritura en modo "real". Un auto-documental, breve y bien narrado que incluye todas las frustraciones del proceso de redacción. Vale como corto en sí mismo.

Además, tiene cuestiones certeras que me interesaron. Presenta una idea básica muy olvidada: para escribir hay que escribir. Tautología 100%. Parece ridículo tener que decirlo, hasta es estúpido, pero no hay vueltas. Una vez más: para escribir mejor hay que escribir. Sorprendente, ¿no?

Hay muchos mitos sobre la escritura, así como sobre las artes en general. Que llevan tiempo, que requieren inspiración, que necesitan cultivarse, que dependen de algo con lo que se nace, que surge del dolor o que viene del más allá. Sin dudas, cada quien tiene su propio proceso, con sus aciertos y dificultades a su medida. Todo es respetable, lo que no me predispone a creer que algo sea obligatorio. No hay detrás magia, secretos o habilidades sobrehumanas. Hay que escribir. No me voy a cansar de repetirlo: a mano, con el teclado, en kanjis, como sea, pero hay que escribir. El proceso mental está pero se vincula con una actividad manual, visual, física y real. Sino sería telepatía o la manifestación de ideas sería por otros medios.

¿Cuál es la mejor cura contra la página en blanco? Escribir una letra, luego otra. Hasta formar una palabra, luego otra. Hasta formar una oración, luego otra, hasta formar un párrafo. Luego otro... y así.

En el video, Matthew (diseñador) recurre a un procedimiento tan básico como efectivo: copiar textos que le gustan, palabra por palabra. Elige concentrar un año de producción en una semana. Para eso elige el blog de Seth Godin. Al final del proceso escribe tres textos propios. ¿Tiene algún sentido todo esto?

Sí, lo tiene. Si bien el esfuerzo suena exagerado y un poco tendencioso, copiar es aprender. Así como en la música se aprende de partituras ajenas y en las artes plásticas se aprende de antiguas obras maestras, esto también puede aplicarse a la escritura. Las minucias del arte están en la seguidilla de las palabras.

El estilo de aprendizaje es bastante similar al de Machine Learning, ¿no? Suena a bootstrap humano. Fitteando un estilo a una base de datos hecha con un corpus de texto de ejemplo mediante entrenamiento. Por acá empiezan los modelos de generación de texto. Sigamos...

Copiar es leer en detalle, leer muchas veces, es meterse en la gramática fina, en el vocabulario palabra a palabra. Copiar es leer con densidad (mucha). Además es escribir, en el modo más sencillo que existe. Sin el peso de pensar en la palabra que sigue, en las ideas, en el proceso de estructuración, etc. Así escribiste los primeros cuentos en la primaria, muy probablemente copiando un cuento conocido o algo de la tele. Podríamos decir que la forma de sentirse a gusto con la propia escritura es cuando se escribe como si nos copiáramos a nosotros mismos.

En esa fatiga del copiado, lo que aparece es el aprendizaje subliminal, subcutáneo, de las estructuras. De tanta relectura, también aparecen ideas nuevas, fallas en los textos elegidos, la intención de mejorarlos o de agregarles un toque personal.

Ok, Seth Godin aunque prolífico y exitoso, no es precisamente un artista de la literatura. ¿Se puede hacer esto con "buena" escritura? Sí, todo se puede copiar. ¿Cuál sería la diferencia? El problema con la literatura, si se quiere, es que para producir algo propio, personal y original hay que innovar en serio. Como dice Aira, todas las personas pueden escribir bien, la cuestión es encontrar modos de escribir mejor. Llevar el lenguaje a lugares por los que no haya pasado, encontrar conexiones no advertidas. En general, con escribir bien alcanza para publicar. Inclusive para ganar algún premio. Escribir mejor es otra cosa.

Volviendo a la pregunta. Pienso que escribir mejor en una semana es posible. Requiere esfuerzo, mucho. Nada es fácil. El secreto para escribir mejor es, vamos de nuevo, escribir. Copiar a personas que admiramos es un gran método para aprender su oficio en detalle. Optimiza tiempo, antes de estar buscando a tientas un estilo y una voz (con el perjuicio de copiar obras ajenas sin darnos cuenta o cometer errores que otras personas ya solucionaron o repetir estilos que ya pasaron).

Entonces, ¿si copio todos los textos de Borges (por tirar un nombre), voy a escribir como él? Sí, con todo lo bueno y lo malo. Imitadores hubo, hay y habrá siempre. En formato humano y en formato inteligencia artificial. Tal vez ya no tenga sentido escribir como se hacía hace 70 años. Lo que hay en el copiado es el aprendizaje del vocabulario, la estructura gramatical, el armado de la historia, los recursos. Un escaneo minucioso que solo puede traer cosas buenas. Una ejercitación de tal magnitud habrá dejado un músculo redactor ejercitado listo para activarse. Ese aprendizaje ganado luego se puede llevar a otro plano. Al presente, a los temas que nos apasionan, a nuestra voz y a nuevas audiencias.

El problema radica en creerse Borges, pero ese es un problema de la literatura argentina que parece no vamos a resolver por acá.


Yamila Goldenstein Jalif

Licenciada y Profesora en Ciencias de la Educación (UBA- UDESA); Especialista en Ciencias Sociales con Mención en Lectura, Escritura y Educación, FLACSO. Maestranda en Administración Pública (FCE-UBA)

4 años

"Así como en la música se aprende de partituras ajenas y en las artes plásticas se aprende de antiguas obras maestras, esto también puede aplicarse a la escritura". Genial.

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