SEGUNDO GRAGMENTO DEL LIBRO "AL FINAL DEL ARCOIRIS"

El fenómeno de Cuba es explicable por diversas razones. No se había producido en Latinoamérica algo similar y la población no tenía patrón de comparación, por lo que se dejó llevar por la verborrea demagógica y populista. Por otra parte, en las décadas del 50' y 60' buena parte del mundo veía la revolución y el comunismo como la piedra filosofal para una especie de "paraíso terrenal". Hasta en Estados Unidos de Norteamérica proliferaron las ideas de Izquierda y Extrema izquierda. ¿Acaso el “Macartismo” surgió de la nada?

La influencia de la Izquierda estuvo presente en el surgimiento de los hippies, grupos terroristas, y determinados movimientos contra la segregación racial, entre otros. Estas ideas influyeron también en lo que los rusos de la era comunista llamaron Nueva izquierda, un movimiento y disturbios estudiantiles que, comenzando el cinco de mayo del 1968 en la Universidad de La Sorbona en París, se extendió por el mundo causando numerosas muertes; entre ellas cuatro estudiantes de la Universidad de Kent en Estados Unidos. En fin, se explica el caso cubano por la existencia de la Unión Soviética, la cual neutralizó intentos de derrocar el gobierno castrista y le brindó un jugoso apoyo económico.

Pero a priori cualquiera se preguntaría sobre qué movió a los venezolanos a elegir en esta época a un Chávez como presidente de la república. Peor aun la consolidación de su poder y su contaminación a otros países de la región. Es desconcertante que después de transcurrir años de la caída del "Muro" de Berlín, quedar al descubierto el fraude del comunismo, su ineficacia e inoperancia, su capacidad para llevar a la miseria a pueblos enteros, su frialdad para someter tiránicamente a la población, evidenciarse en toda su magnitud el fracaso del castro-comunismo y quedar al descubierto como el non plus ultra de la anti-democracia, surja un individuo que intenta seguir el mismo camino; peor aún es que salga elegido en elecciones libres y democráticas.

La elección de un Chávez, el cual resultó en un bodrio político que se hace llamar gobierno, ha desembocado en acontecimientos nunca vistos en Venezuela. Ha convertido ese país en sumidero de sentimientos traumáticos, subyacentes en esa sociedad pero que han quedado al descubierto en toda su crudeza. El chavismo no es más que un engendro amorfo de los últimos estertores del castro-comunismo.

Por añadidura, al escribir este libro recordaba que, a pocos meses de mi llegada a Maracaibo, en el año 1995, le dije a un amigo:

- Tengan cuidado, las condiciones sociopsicológicas en este país están maduras como para que les salga un “fantasma”-.

Pero todavía en el avión, y al calor de mis reflexiones, volví a pensar en Cuba e irrumpió curiosamente en mi pensamiento la obra El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde. Involuntariamente establecí un parangón entre esta y la situación cubana bajo el castrismo. La obra ilustra plásticamente la quintaesencia de lo ocurrido: un trágico devenir de engañosa maldad, donde llegado el final el pueblo percibe la verdadera fisonomía del monstruo.


Raúl Alexander Ibarra Florida

Psicólogo, People Analytics, Analista de Datos,, Asesor de Proyectos de Investigación, Systematic Reviewer : Freelance y Online

5 años

Es un buen análisis, todo este aparataje  se basa en la ingnorancia de un pueblo, comodidad de muchos y inescrupulosidad de otros.!!

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