Seguridad de la información: Ojo con lo que informa a los demás!!

En notas anteriores nos habíamos referido al factor de “movilidad” asociado tanto a las víctimas como al delincuente. En ocasiones, ponermos en movimiento potencia los riesgos de convertirnos en nuevas víctimas, pero en este nuevo artículo nos referiremos a la información que “movilizamos” donde quiera que vayamos. La información, en su forma, es un bien apreciable incluso en dinero, vale decir, podemos asignarle un valor (la información se compra, se vende); luego, es por ende susceptible de apropiación, trasladarse de un lugar a otra en cualesquiera de sus formas de presentación: oral, escrita, auditiva, electrónica, impresa;  tangible en muchos casos y captada por los diversos sentidos que poseemos lo que  implica alertar nuestra conciencia preventiva y evitar que la sorpresa nos convierta en objetivos de la delincuencia. En consecuencia, la información por su esencia nos exige gestionarla de forma segura, blindarla frente a actos deshonestos o criminales de terceros que impidan o frustren su aprehensión (de tenerla) y de las màs mìnimas acciones de protección de acuerdo a lo que èsta signifique para nosotros y, en ocasiones pudiera no tener ningún valor para nosotros pero si mucho de este para los terceros interesados entre los que pudieran existir delincuentes oportunos u organizados. Debemos adoptar medidas preventivas básicas para evitar “regar” información a nuestro paso y es que ciertamente “el valor de la información” es el que los delincuentes la asignan toda vez que desean conocer de usted, de su trabajo, circulo familiar, amigos, zonas que visita y rutinas de desplazamiento. No se trata del valor que usted le reconoce o asigna a su información. El uso del vehículo por lo general nos permite trasladarnos de un lugar a otro, es esa su esencia básica. Sin embargo, muchas personas utilizan èstos como oficinas ambulantes o verdaderas “cajas de información”, solemos dejar en nuestros autos documentos y copias de èstos alusivos a empresa de seguro (Pòliza de Responsabilidad Civil) que nada màs y nada menos contiene nuestra información personal (nombres, apellidos, cèdula de identidad, teléfonos, dirección de residencia, empresa para la cual trabajamos) y sin el màs mínimo recato lo enviamos al servicio de lavado y otros servicios de mantenimiento preventivo frecuentes, donde cualquier tercero interesado accesa a la información y potencia su conocimiento sobre nosotros; también ocurre con recibo del servicio de energía eléctrica, agua potable, tintorerìa, carnets de empresas, uniformes que vestimos y que identifican nuestros lugares de trabajo, recibos de pago, exámenes y récipes médicos,  chequeras, recibos por servicios y cuanta màs “basurita” arrojamos permitiendo  potenciar un ataque criminal. En otras latitudes sucede que visitamos a algún amigo o familiar en conjuntos residenciales y dejamos toda nuestra información en el servicio de vigilancia privada, algún club, centro comercial vecino y con ello vamos dejando toda una estela que ilumina un verdadero camino y que se pudiera emplear contra tì. No podemos dejar de mencionar de toda aquella información que guardamos en nuestras carteras y billeteras y que luego de perderlas fortuitamente o por un acto de fuerza o de un tercero (extravìo, robo, hurto) den lugar a consecuencias màs graves como las primeras, como los casos de extorsión y secuestro. Vivimos descuidadamente y anunciando a todos lo que hacemos y lo que somos, no bastan las redes sociales, vamos màs allà y es muy común observar por las calles vehículos donde se anuncia cosas como: “se vende”, “mi teléfono es”, “de Cumanà para Valencia”, “mi hija se graduò”, “ya soy padre”, etc. Estas frases pueden arrancarnos una carcajada y ojalà sea sòlo eso, resulta que al hacerlo nos individualizamos y nos visibilizamos en tal grado que esa rutina nos acerca cada dìa a hechos fatídicos frente a un criminal violento y cruel cuyos deseos no le permiten escudriñar en los valores y esencia humana. En resumen, adopte una vida sencilla, alèjese del exhibicionismo, proteja su información, es suya y de nadie màs. Cuìdese de los màs mínimos detalles, no se venda, no sacrifique a su familia, protéjala!!  Adopte una cultura donde prevalezca la lógica preventiva, el sentido común, alèjese del delincuente. maximizemos nuestros órganos perceptivos para que la prevención pueda hacer fracasar la oportunidad tan esperada por los delincuentes.  Muèvase usted, no permita que su información se movilice y sea manejada por otros, preste atención a lo que informa!

 

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