Sentirnos solos

Sentirnos solos

Hola! Cómo están?

Se acuerdan? Hace poco más de 3 años, la pandemia Covid-19 hizo que nos enfrentemos con pérdidas, miedos, y con la soledad no deseada. Fuimos protagonistas de un fenómeno que cambió todo lo conocido y que nos instaló en un aislamiento con cambios de hábitos en cuanto a festejos, saludos y presencialidad en los trabajos, entre otros. 

Mientras tanto, se disparó el uso de tecnología y redes sociales, sobre todo en los más jóvenes.

Hoy leí una encuesta de El País, según la cual, si bien todos creemos que el colectivo que más sufre la soledad es el de los adultos mayores, esto no es así.

Al analizar el porcentaje de personas que han sentido mucha o bastante soledad en el último año, el 37% son jóvenes de entre 18 y 24 años, seguidos por la franja de 25-34 (32,9%). Los porcentajes bajan hasta el 12,9% entre los mayores de 65 y al 13,4% en la franja de los 55 a los 64.

Hoy ya se está hablando de los “ermitaños digitales”, jóvenes entre los 20 y 30 años, que hacen menos vida en común en espacios públicos, como en el trabajo, mientras se establecen relaciones más “frías” a través de la internet, las pantallas y los videojuegos.

Como padres, líderes de organizaciones, y ciudadanos, no podemos menos que sentirnos interpelados por estos datos.

La salud mental de las nuevas generaciones está en juego. ¿Cómo podemos sembrar semillas de nuevos pensamientos, que abran conversaciones acerca del rol de las empresas, la presencialidad, y el contacto físico, en nuestro bienestar?

Somos seres gregarios, y la sensación de soledad afecta nuestro bienestar emocional. Pero estar con alguien no lo es todo: un 25% de los encuestados afirma sentirse solos aún en compañía. 

Y aquí les dejo el pensamiento semilla de hoy: Estar en soledad es estar donde ni nosotros mismos estamos”-Jose Saramago – El año de la muerte de Ricardo Reis

Quizás por esto, el poder autoconocernos a fondo, aceptarnos, aprender a hacernos compañía, a tratarnos bien, a ser los mejores amigos de nosotros mismos, son las habilidades más importantes a incorporar, desde niños.

En los procesos de coaching, todo el tiempo aparecen estos temas.

Y ustedes qué piensan de esto? Abramos conversación. No estamos solos.

Fernanda Velandia R.

Empowering individuals and organizations to achieve peak performance and unlock potential | FMCG Quality Expert | Crisis Management | Process Optimization | Professional Coach | Ex-P&G | Ex-Mondelez

1 año

Una cosa es estar solo y otra cosa es sentirse solo. Puedes estar físicamente solo o no, pero hay un profundo sentimiento de no tener a alguien (lo llaman SOLEDAD NO DESEADA). No discrimina por edad, ya que se afecta tanto jóvenes como adultos (principalmente a los mayores de 75 años). Estudios afirman que la soledad no deseada, afecta más a las mujeres que a los hombres. Entre las consecuencias emocionales se enumeran la perdida de bienestar, de la posibilidad de tener y poder cumplir con un propósito en la vida, de la creación de vínculos saludables. Las consecuencias económicas hablan de más uso de los servicios médicos por motivos emocionales, mayor prevalencia de enfermedades de salud mental, enfermedades cardiovasculares, que impacta en lo laboral por la falta de motivación en las labores diarias, el incremento de errores en la ejecución del trabajo, el burnout... Creo que hay una necesidad imperiosa de generar espacios de COMUNIDAD COMPARTIDA; educar en el conocimiento de la identificación, validación y comunicación de las emociones. y entender que el concepto de diversidad incluye lo emocional, y vernos como seres holísticos. Esto solo parte de los desafíos a encarar como sociedad y dentro de las organizaciones.

Dr. Eduardo M. V. Jasson, Ing Naval, Ind., MBA, Ph.D.

Especialista en Desarrollo e Implementacion de Estrategias y Direccion Corporativa en mercados internacionales

1 año

Creo que todo tiene que ver con el aprendizaje de la socialización. Los mayores de cierta edad hemos aprendido a socializar e inclusive tenemos múltiples grupos de socialización, algunos más profundos y otros más superficiales. La juventud es lo contrario. Socializan digitalmente inclusivo sin contacto fisico aparente. No hancreado sentido de pertenencia y por ende socialmente no pueden mimetizarse, concepto de parecerse al otro, que se puede lograr de muchas maneras Yo lo veo con mis hijos que en parte son un ejemplo de lo contrario. Siempre he buscado que se muevan en ámbitos cosmopolitas y de una gran diversidad, eso ha hecho que en la universidad sean distinguidos como seres sociables hasta un alto nivel. Pero muchos estudiantes están solos, encerrados en su microambientes. Lo mismo pasa en las empresas que crean workoholics que escapan y tienen miedo a socializar. La sociedad se ha vuelto menos gregaria y aislada afectando salud mental los objetivos de vida personales. Hay menos de darse cuenta de.... y más de comportamiento defensivo.

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