Ser crítico ante la información
Se habla de los medios de comunicación y su responsabilidad en la formación de opinión pública, lo cual es innegable si se piensa que manejan formas públicas e institucionales del texto mucho más poderosas (Van Dijk, 1997). Sin embargo, se les reconoce como “un poder”, lo que hasta cierto punto podría ser desacertado, ya que más que eso, son una plataforma de difusión capaz de divulgar rápidamente discursos de manipulación, propios y de otros, pero no representan una instancia con capacidad de juzgar y castigar para condicionar el comportamiento de las personas, como sí lo puede hacer una institución judicial, por ejemplo.
Se trata de una elección, de la escogencia que hacemos ante una u otra información, de ser críticos, indagar y no sólo seguir las masas por comodidad, sin cuestionamiento alguno de qué es lo que comunican.
Al escribir estas líneas, el propósito no es liberar a los medios de comunicación de su responsabilidad ética dentro de la sistema social, ni señalar que son ajenos al poder social, sino reiterar que dentro de esta estructura de encuentros y desencuentros, de alguna manera, todos somos responsables de la información que nos rodea, de lo que tomamos de ellas para comportarnos en sociedad y dar formar a la opinión pública.