¿Servir a los clientes o servir a los algoritmos?

En estas estamos en estos tiempos de aceleración tecnológica.

Esta breve reflexión, seguro que no soy ni el primero ni el último que la hace, viene al hilo de lo que está pasando últimamente con la mentalidad de muchas empresas a la hora de armar sus estrategias de negocio. Con la tecnología como único faro -medio y fin al mismo tiempo- la visión del directivo, en muchos casos, se nubla.

Sí, es cierto, se nos llena la boca a todos cuando decimos “el cliente es el rey”, “hay que poner el foco en las personas”, “conectar emocionalmente con el consumidor, entenderle, atraerle”, y frases similares.

Pero ¡ay!, cuando llega el momento de diseñar la campaña de marketing y comunicación, a quien ponemos en el centro es a Google, a Amazon o a Facebook. No a ellos directamente, sino a sus perversos algoritmos, no pensados por cierto para potenciar una marca sino, en el fondo, para que los usuarios estén la mayor parte del tiempo conectados a esa aplicación.

En el caso de Google, es mucho más perverso. Impera la ley del más fuerte, del que más paga, del que más invierte en él. La relevancia de una marca está en lo que pueda pagar a Google. Y el algoritmo hace invisibles a otras marcas quizás más interesantes o relevantes para el usuario.

Y cuando de preparan contenidos…¿qué se hace? ¿en qué hay que centrarse? ¿en trasmitir algo de calidad e interés para la audiencia? ¿en sembrar de palabras claves los contenidos? ¿piensas en el SEO o en tus clientes?

Hemos llegado a un punto en el que lo que es relevante para un algoritmo es considerado también de interés para las personas. Estamos siendo presos de una sistema que no tiene sentido desde el punto de vista de un mercado transparente para el consumidor.

Y lo malo es que el que decide lo que vale o no en ese mercado está ya en solo unas pocas manos, cada vez menos humanas. Malo para el mercado, malo para las marcas y malo para los consumidores.  

La tendencia creciente del humanismo digital, que busca precisamente poner la tecnología al servicio de las personas y no al revés, es posible que cambie con el tiempo las cosas, aunque la tarea es colosal.

Simon Sinek afirma:

“El 100 % de los clientes son personas. El 100 % de los empleados son personas. Si no entiendes a las personas, no entiendes el negocio”. Y hoy, desgraciadamente, parece que lo prioritario es entender de programación y de algoritmos.

La tecnología es un gran avance, no lo dudo, y es crucial para los negocios del presente y del futuro, pero creo que no estamos aplicando bien sus indudables beneficios. Es necesario recuperar el pensamiento estratégico, volver la visión del directivo hacia el mercado, hacia las personas. Y hacer estrategias pensando en ellas.

Quizás con el tiempo las cosas de reconduzcan y asistamos a una convivencia normal y con sentido de la tecnología y las personas. No lo sé, la verdad. El Metaverso no augura nada bueno…

📌Bonus: Echa un vistazo al término “algocracia”, tiene que ver con todo lo que te he contado.

Tienes más artículos míos en mi Blog: www.luismartinezmarketing.es/blog

#Tecnología #Estrategias #personas #Marketing #Algoritmos #RRSS