Si 2020 fue el Año de las contradicciones, 2021 es el año para acelerar
...un año que se siente que aún no ha terminado...
Conclusiones
Sin duda, acaba de terminar el año que acorraló a la humanidad, pero también fue el año que nos brindó una apertura distinta, nos dio la oportunidad de respirar por un momento la naturaleza y, más importante, nos obligó a despertar la creatividad.
2020 nos enseñó que podemos hacer mucho con poco; al expulsarnos de nuestra zona de confort, nos demostró el valor del trabajo colaborativo y la relevancia del trabajo humano alineado con la tecnologías y datos.
Muchos especialistas sienten que 2021 se parecerá mucho a 2020; de ser así, creo que todos estaremos mucho más preparados para asumir el desafío. De a poco, hemos ido imponiéndonos ante las adversidades y hemos encontrado nuevas formas de salir adelante.
No temamos. Si trabajamos duro y somos creativos, podremos hacer de 2021 un año de recuperación y transformación relevante para nuestras vidas.
El Analisis
2020 fue el año que destruyó las planificaciones. Las resoluciones del pasado enero se convirtieron en humo para todos los habitantes de este planeta. En cambio, hemos tenido que ajustarnos a un entorno cambiante y ajeno. Sin duda, no fue el año que esperábamos pero, quizás, ¿fue el año que necesitábamos?
El impacto económico que está dejando la Covid-19 en América Latina es inquietante. Los niveles de desempleo y el cierre de empresas generan serias preocupaciones. El Fondo Monetario Internacional estima que Latinoamérica experimentará una contracción económica equivalente a lo sucedido tras el crack del 29. En concreto, se prevé una demoledora caída del PIB de un 5,2 % en 2020, frente a un crecimiento esperado del 1,8 % en las estimaciones pre-covid-19.
En Chile, según investigaciones de la Universidad San Sebastián, uno de los primeros indicadores que comenzó a mostrar los efectos de la crisis social y sanitaria fue el desempleo, cuando la industria y comercio se vieron obligados a mantener sus puertas cerradas por semanas, alterando el comportamiento de compra de los consumidores.
“Lo anterior comenzó a afectar a las empresas que, como una de sus primeras medidas para disminuir la carga de gastos mensuales, toman como opción desvincular al personal cuando no pueden vender sus productos ni ofrecer sus servicios. En la región del Biobío, la tasa de desempleo en cada trimestre móvil ha ido aumentando, habiendo sido un 6,9% en el trimestre móvil septiembre-noviembre 2019, que ya incluye los efectos del estallido social, y llegando a un 8,6% para el trimestre móvil febrero-abril 2020, que considera gran parte del efecto del Covid-19” explica la investigadora Karin Bravo Fray, Directora de Postgrados y Desarrollo Profesional.
Por su parte, en una entrevista con medios locales, el presidente de la Asociación de Emprendedores de Chile, Marcos Rivas, ha advertido que es necesario “generar una ley de insolvencia pyme”.
“Las cifras oficiales respecto de las pymes que han quebrado por la crisis no entregan un panorama real del estado de los emprendedores”, asegura Rivas.
No obstante, la economía chilena, según el Banco Central, ha mejorado tras la fuerte contracción observada en el segundo trimestre debido a las restricciones sanitarias, pero "el proceso de recuperación ha sido más lento" de lo previsto, según indican en su informe de Política Monetaria del año (IPoM).
Independientemente de los criterios, ha quedado en evidencia la capacidad de muchas organizaciones para adaptarse a las contingencias e, incluso, duplicar su apuesta y aspirar a un mayor crecimiento.
La pandemia acabó con los augurios. Si antes muchos veníamos profetizando sobre la necesidad de adoptar la Transformación Digital, el año pasado se encargó de poner aquella verdad justo en las narices de las organizaciones.
La Transformación Digital ya no es un atributo o un recurso que las empresas pueden o no asumir; se ha convertido en un mecanismo de supervivencia para cualquier organización que quiera resistir la tormenta.
2020 ha dejado en claro que no hay industrias blindadas ante los cambios; el mundo en el que vivimos es flexible y cambia constantemente. Aquellos que se ajustan, tendrán más opciones de superar las adversidades. Y los que no, pues, tendrán que dar una pelea con gran desventaja.
Entre las industrias que lo han hecho bien y las que no tanto tenemos las siguientes:
Las que han sufrido muchísimo
Estas son algunas de las industrias que no querrán recordar lo que sucedió en 2020.
Energía y petróleo
El sector del petróleo y la energía son una de las industrias que peores resultados mostró en 2020. Grandes firmas como BP y PetroChina han registrado pérdidas por sobre 32.3%; a esto se suman la pérdidas netas debido al colapso mundial de los precios.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) proyecta una reducción de la demanda global de crudo de 8,1 millones de barriles diarios. Mientras tanto, los países de la OPEP+, liderados por Arabia Saudita y Rusia, acordaron extender hasta fines de julio el recorte de producción de 9,7 millones de barriles diarios. De no verificarse un repunte en los precios del crudo y en la demanda, los países petroleros podrían perder entre el 50% y el 85% de sus ingresos por exportaciones de crudo.
Moda
El 2020 ha sido el año más difícil que ha enfrentado la industria de la moda; el cierre de tiendas y el cese del turismo son algunas de las consecuencias más duras que han sufrido. Durante los primeros nueve meses, la caída de las ventas fue evidente (-21,3%), a pesar del incremento de dos dígitos del comercio online.
No obstante, especialistas del rubro pronostican que 2021 probablemente será un año de crecimiento.
Transportes
La pandemia ha golpeado durísimo a la industria automotriz. Según algunas proyecciones, se cree que la caída del sector llegó al 20%.
Restaurantes
La Asociación Nacional de Restaurantes de Estados Unidos, en una carta reciente al Congreso, dijo que aproximadamente el 17% de los restaurantes, o más de 110 mil negocios, cerraron definitivamente durante la pandemia, y 10 mil de esos cierres se produjeron en los últimos tres meses. Una encuesta de la asociación encontró que el 87% de los restaurantes de servicio completo, ya sean de propiedad independiente, cadenas o franquicias, vieron una caída promedio del 36% en los ingresos por ventas.
En general, la asociación explicó que la industria perdió 130 mil millones de dólares en ventas y 2,1 millones de puestos de trabajo entre febrero y noviembre.
Aerolíneas
El tráfico de pasajeros a nivel mundial se ha reducido en más de un 66%. La Asociación Internacional de Tráfico Aéreo pronostica que la industria perdió 84 mil millones de dólares en 2020 por la pandemia.
En 2021, estas pérdidas se reducirán pero se pronostica que lleguen a los 15 mil millones de dólares. Alarmante.
Turismo
Según el Barómetro de la Organización Mundial del Turismo (UNWTO), el tránsito de turistas internacionales registró una caída del 22% en el primer trimestre del año, con un mayor impacto en Asia y el Pacífico, del orden del 35%, seguido de Europa con el 22%. Según la UNWTO, la crisis podría llevar a un declive del sector en 2020 de entre el 60% y el 80% comparado con el año pasado. Existen distintas hipótesis en estudio que cifran la pérdida de turistas entre los 850 y los 1100 millones por la caída de la demanda de viajes internacionales, y las pérdidas de ingresos para la industria entre los 910.000 millones y los 1,2 billones de dólares.
Los que han surfeado la ola
Estas son algunas de las industrias que, pese a la contingencia, han tenido un año positivo.
Inversionistas
Las acciones, después de tambalearse a inicios del año, se recuperaron muy bien. El Dow Jones Industrial Average alcanzó un máximo histórico de 30,218.26 el 4 de diciembre y el Standard & Poor's 500 alcanzó un récord de 3722.48 el 17 de diciembre.
Tecnología
Las empresas que facilitaron el trabajo remoto se beneficiaron enormemente de la pandemia. Destacan empresas como Zoom o Slack (esta última recientemente adquirida por Salesforce, por un valor de 27,7 mil millones de dólares).
Los proveedores que han ayudado a las empresas a reubicar sus lugares de trabajo y mantener la productividad entre el personal remoto también lo han hecho bien. Los proveedores de servicios de Internet y las empresas que les brindan funciones de soporte críticas también han visto crecer su negocio.
Los casos más osados
Tesla se ha convertido en el fabricante de automóviles más valioso en medio de la pandemia, eclipsando a Toyota y Volkswagen, a pesar de vender solo una fracción de los automóviles que venden los gigantes tradicionales. Las acciones de Tesla subieron más del 100% en el segundo trimestre durante el cual las ventas del fabricante de automóviles superaron las estimaciones gracias a un rápido aumento en la producción en su planta de Shanghai, que no se vio afectada en gran medida por la pandemia.
Netflix ha agregado más de 25 millones de suscriptores en los primeros seis meses del año debido a que los confinamientos obligaron a las personas a quedarse en sus hogares. La plataforma de transmisión ha ganado 70 mil millones de dólares en capitalización de mercado este año, lo que la hace más valiosa que los gigantes de los medios como Walt Disney, AT&T, la matriz de HBO y Comcast, propietario de NBC y Universal Studios.
Los videojuegos proporcionaron un escape perfecto para millones de personas que estuvieron confinadas en sus casas por meses. Juegos en línea como Call of Duty atrajeron a decenas de millones de jugadores. El último Animal Crossing de Nintendo vendió más de 13 millones de unidades en las seis semanas posteriores a su lanzamiento en marzo. Switch de Nintendo y otras consolas como Xbox y PlayStation han visto dispararse la demanda en los últimos meses.