SI ERES EMPRENDEDOR, INVIERTE EN TI
Emprender un negocio es un reto que exige tu 100%. Involucra más que simplemente tener una idea brillante; requiere una inversión continua en ti mismo como emprendedor.
El éxito de tu emprendimiento depende no solo del modelo de negocio, las finanzas y las estrategias, sino también de tu desarrollo personal y profesional. En este artículo vamos a explorar los porqués y las ventajas de invertir en ti mismo.
La Inversión Inicial y más allá
La primera inversión en ti debe estar enfocada en desarrollar tus conocimientos y habilidades para apoyar los esquemas funcionales y operativos de tu empresa. Estamos hablando de las habilidades de gestión, la toma de decisiones operativas: administrar inventarios, asignación de recursos y optimización de procesos, entre otras.
Administrar tu negocio suele ser una tarea exigente y que demanda mucho de tu tiempo. Por esta razón, aprender a priorizar tareas es esencial, para que siempre se haga lo importante y delega y supervisa lo secundario.
Existe una cultura de trabajo que alaba mucho las largas jornadas de trabajo duro, y el estar siempre disponible. Emprender es difícil y requiere de casi todo tu tiempo. Sin embargo, hay que desarrollar en paralelo una mentalidad de autocuidado y de búsqueda de bienestar.
Define tu bienestar en tus propios términos y sé fiel a tu definición.
Si además de trabajar necesitas tiempo de ejercicio, hazlo, si requieres tiempo de familia, sé inflexible y respeta esos horarios poniendo limites al resto de las actividades.
Concéntrate en refinar tus buenos hábitos para que sirvan al negocio y reconoce como te limitan los malos para que crees un plan de acción y lo sigas con determinación.
La Importancia de la Observación y la Adaptación
Uno de los aspectos más críticos para el éxito empresarial es la capacidad de observar y adaptarse al entorno en constante cambio. Los emprendedores estudian y revisan lo que su negocio pudiera necesitar para mantener la rentabilidad, creando diferenciadores en el entorno competitivo.
Es posible que las fortalezas que desarrollaste al iniciar tu negocio ya no sean relevantes en el mercado actual. En tales casos, es crucial invertir tiempo y recursos para reevaluar tu propuesta de valor y encontrar formas de innovar tus productos o servicios. La adaptación constante es una parte fundamental del emprendimiento.
Este tipo de análisis es valioso y más cuando se pueden entrelazar información para detectar si las fortalezas de la empresa pueden ser impulsadas por las de su líder. Esta es la evaluación que te dará la pauta para invertir en ti mismo.
Observar a la empresa y luego observarte, para comprometerte en acrecentar tus fortalezas y romper tus límites. Y para evaluar si las áreas de oportunidad de la empresa tienen que ver con las tuyas como emprendedor.
Entonces fija la meta de hacer tiempo para tus autoinversiones.
Sigue tu pasión, y motivación y se disciplinado para aprender continuamente.
Hay oro en la red, solo tendrás que aprender a buscarlo.
Explora, investiga y experimenta.
Desarrolla flexibilidad, abre tu mente al cambio, y logra adaptarte a cada etapa y contexto.
El Emprendedor la clave en los resultados
Es cierto que los emprendedores ven a sus emprendimientos como una extensión de sí mismos, y en realidad así es, gran parte de los resultados dependen del perfil del emprendedor, de su desempeño, visión y capacidad para hacer negocios y hacer equipo.
Aquí es donde se ve a lo largo del tiempo si las autoinversiones que elige hacer, dan frutos. Es motivante e inspirador conocer al emprendedor que trabaja continuamente para convertirse en una mejor versión de sí mismo, que marca el ritmo de sus negocios y que ha desarrollado autoconciencia para tener una vida en balance y con calidad.
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Hay que evitar quemarse en el negocio.
Así que decide como vas a invertir en ti mismo:
Son muchos los recursos, aquí te menciono algunos.
Leer, poniendo una meta al mes.
Aprende a administrar a tus recursos humanos con calidez y calidad.
Desarrolla un liderazgo con valores.
Puedes optar por escuchar audiolibros o consumir contenido educativo en formato digital en lugar de leer físicamente, aprovechando un rato en la mañana y tu tiempo en el tráfico.
Invierte en tu desarrollo profesional de manera formal.
Haz networking y construye una sólida red de negocios que te ayude a abrir puertas y a mantenerte actualizado.
Busca información estadística de las tendencias de tu industria y colecciona las mejores prácticas.
Cuida de tu salud y bienestar. La energía y la claridad mental son recursos valiosos para gestionar al personal y tomar decisiones informadas.
Desarrolla tu inteligencia emocional, para resolver conflictos y gestionar tus propios sentimientos durante las etapas difíciles.
Consíguete un mentor o una coach que te aporte con sus conocimientos nuevas herramientas, y te ayude a explorar perspectivas que antes no contemplabas.
Habla continuamente con tu ego para que entre en equilibrio y te permita escuchar activamente a la gente en tu empresa, y puedes apreciar la realidad desde otro ángulo y tomar decisiones adecuadas.
En resumen, invertir en ti mismo como emprendedor es una decisión valiosa y altamente rentable.
La capacidad de iniciar, observar, adaptarte y aprender continuamente para crecer te ayudará a mantenerte competitivo y a superar los obstáculos y dificultades que pudieran surgir. No solo estarás orgulloso de tu negocio, sino también de la persona en quien te has convertido en el camino.
Ingeniero en Liderazgo de Ingeniería y Mantenimiento Hotelero | Innovación y Sostenibilidad | Experto en Eficiencia y Tecnología
9 mesesIsabel, gracias! por compartir!✍️👍
Empresaria Visionaria y Líder en Bienes Raíces de Alta Gama en Cancún | Fundadora de Everest Inmobiliaria | Experta en Ventas y Atención al Cliente con más de 25 Años de Experiencia | Socia AMPI
10 mesesIsabel, gracias! por compartir!!!