SI TIENE SOLUCIÓN NO TE AFLIJAS Y SI NO TIENE SOLUCIÓN PARA QUE TE AFLIGES

Nostalgia, es la palabra que resume mis últimos 24 meses, la talla de la vida en mitad de una partida me arrebató las cartas y volvió a barajar. Sin avisar, en dos tiempos y con las nuevas cartas dijo juego abierto.

Sin entrar a fondo en temas personales, la ausencia de los padres es una sensación difícil, sin embargo, constantemente empezamos a reproducir en sepia las historias de la vida, las buenas y las malas.

Y esta larga y sentida introducción para traerles una máxima de mi Papá, que no debe quedar solo para el conocimiento mío y de mi hermana.

Cada vez que se presentaba un evento no esperado, con una calma marina mi Papá decía “Tocayo si tiene solución no te aflijas y si no tiene solución para que te afliges”

Cuando me lo decía, más irritable me ponía, pensaba para mis adentros como no fue a usted al que le calificaron mal o como no fue Millonarios el que perdió y fue el América. Y así con las tribulaciones sencillas de un infante.

Hoy cuando me veo en el espejo y me asusto porque no se si lo estoy viendo a él o me estoy viendo a mí, pienso y digo cuánta razón tenía mi Papá en una frase.

Si tiene solución búsquela, maestro, use la energía de la frustración para cambiar el resultado y si no, puede pararse en la punta de una pestaña y el resultado va a ser el mismo.

No es esta una apología a andar por la vida sin cuidado y justificar los reveses a costa de los descuidos y la improvisación, al contrario, es ese llamado a actuar con compás, si hice todo lo que estuvo a mi alcance bien la probabilidad de éxito aumenta y si no ya empieza a operar el porcentaje de eso que llamamos suerte.

Mi Papá casi llega a sus 81 años, su último día lo paso arreglando un jardín y contándome como se quedó sin frenos en una bicicleta, un tipo contento, que tenía la particularidad de caer bien, fue tal vez esa sencilla filosofía la que le permitió gozar ocho décadas sin amargarse, fue tal vez su forma de vivir la resiliencia.

A combatir la aflicción y gozar el recorrido, la duración no la sabemos, el camino depende de nosotros.