Situación del mercado laboral en España – octubre 2015
Este breve escrito no pretende aportar datos cuantitativos sino más bien cualitativos sobre la situación del mercado laboral en España al comenzar el último trimestre de 2015. Ha sido redactado por una persona que después de trabajar cerca de 30 años en el régimen general y a siete años de alcanzar la edad de jubilación se ha visto obligado a continuar su actividad laboral como profesional autónomo en el sector de la seguridad electrónica. Sin embargo, la situación es muy similar a la de otros sectores industriales y mercantiles en España por estas fechas.
Todos sabemos que las cifras de desempleo en España son especialmente altas, aunque Gobierno, patronal y sindicatos no se pongan de acuerdo en el dato exacto por diversos motivos, todos admiten que son muy altas y que el sistema de seguridad social y pensiones como está diseñado en España no puede sostenerse con el ritmo de desempleo que venimos soportando habiendo cada vez menos contribuyentes y tasas impositivas cada vez mayores. El Gobierno ha tomado algunas medidas para promover el empleo, apoyando especialmente a emprendedores y autónomos, pero aún no se han conseguido los resultados esperados, bien porque las medidas no han sido suficientemente contundentes, no se han dado a conocer ampliamente o no han sido las medidas más apropiadas para solucionar esta situación.
Lo que está ocurriendo en España durante estos últimos años es, seguramente, el resultado de un conjunto de factores que confluyen e impactan de forma negativa en el consumo, ralentizando la economía y afectando negativamente las cuentas de resultados de muchas empresas del sector privado, lo que a la postre conduce a expedientes de regulación de empleo, despidos y en algunos casos al cierre de empresas. Uno de estos factores es la apertura de nuestras fronteras a la entrada masiva de productos asiáticos que en muchos casos han “barrido” del mapa a productores y fabricantes locales que no pueden competir con los costes de manufactura de países como China y otros.
Hoy en día España es un país donde abundan los profesionales cualificados, con una amplia trayectoria profesional pero que están inscritos en el paro. Las grandes multinacionales europeas y americanas con delegaciones en España y otros países han visto reducir sus beneficios a cuenta de los malos resultados en ventas y se han visto obligadas a reducir personal, cuando no a cerrar la delegación y, en el mejor de los casos, centralizar sus operaciones en un solo país para todo el Sur de Europa. La crisis económica tiene un componente psicológico también, y por supuesto al abrigo de los ERE algunas empresas han aprovechado para deshacerse de lastre, incluso recurriendo a malas prácticas como es despedir empleados para luego contratar sus servicios como autónomos a condición de que renuncien a sus correspondientes indemnizaciones previstas por la ley. Es verdad que algunas empresas se han visto inmersas en concursos de acreedores y situaciones límite que, para garantizar la continuidad de la empresa, se han tenido que tomar medidas excepcionales, pero en muchos casos esto se ha debido más a una mala gestión de la compañía que a la propia crisis económica.
Estamos en un año de elecciones y esto se traduce en incertidumbre. Especialmente por parte de inversores extranjeros y con mayor agudeza en Cataluña, vista la situación actual. Muchas decisiones se posponen hasta conocer cómo va a quedar el mapa de España en lo político y económico. Algunas de las obras que ya están en marcha pueden sufrir cambios o incluso anulaciones.
¿Qué hacer para solucionar esta situación?
Evidentemente no hay una sola solución ni una sola medida que resuelva esta situación. Se han hecho muchos análisis de la situación actual, que como ya dije no se debe a uno sino a un conjunto de factores, algunos de ellos externos y que no controlamos ya que vivimos en un mundo globalizado y muy interconectado. Pero hay ciertos conceptos básicos, ciertos fundamentos en los que la gran mayoría está de acuerdo: hay que generar riqueza y repartirla equitativamente, no podemos repartir miseria. ¿Cómo se genera riqueza? Promoviendo la producción, la industria, el consumo. No cayendo en la tentación de tirar de medidas cortoplacistas como es subir los impuestos, penalizando a los cada vez menos contribuyentes y consumidores. Hay que proteger la industria nacional, haciéndola más atractiva al inversor nacional y foráneo. ¿En qué somos buenos? Esta es una pregunta básica pero que a veces pasamos por alto. En aquello en lo que somos buenos deberíamos focalizarnos primero y potenciar esas industrias. Pero al mismo tiempo hay que preguntarse ¿y dónde queremos estar dentro de 10, 20 o 30 años? Está claro que si actualmente quisiéramos ser los primeros a nivel mundial en algunas industrias de producción, como por ejemplo fabricación de automóviles o electrónica avanzada (teléfonos móviles, ordenadores portátiles, etc.) no lo conseguiríamos porque no tenemos los recursos y experiencia necesarios para competir con países como Alemania en la industria automotriz o Corea del Sur en la industria electrónica. Pero no hace muchos años empresas coreanas que hoy en día dominan el mercado de los teléfonos móviles no eran importantes en este sector dominado por fabricantes escandinavos y japoneses. ¿Cómo consiguieron auparse a los primeros puestos? ¿Cómo ha conseguido China ser “la fábrica del mundo”? Haciendo planes, planes estratégicos a medio y largo plazo, y cumpliendo paso a paso dichos planes a lo largo del tiempo de ejecución. Probablemente han contado con ayudas de sus gobiernos, claro que sí, probablemente les han beneficiado los tipos de cambio de sus divisas, pero han hecho planes y han tomado riesgos. No es fácil hacer planes en países donde los gobiernos duran 4 o 5 años y no existe –o hay poca- cultura de Estado que garantice la continuidad de los planes macro-económicos estratégicos. Latinoamérica es un buen ejemplo de ello. Durante décadas los cambios de gobiernos en algunos países Sudamericanos han significado “borrón y cuenta nueva”, tirar por la borda todo lo hecho por el gobierno anterior y poner en marcha una serie de medidas nuevas. Se pierde mucho tiempo y energías reinventando la rueda. En España las cosas no son muy distintas. Los partidos políticos deberían reunirse y buscar un consenso en cuanto a las líneas básicas generales que debería seguir la economía, en cuanto a las políticas de apoyo a la industria nacional, al fomento del empleo, etc. Pero un acuerdo serio y firmado, un compromiso, de modo que cuando alguno de estos partidos gobierne esas líneas maestras y esos planes estratégicos a medio y largo plazo tengan su cumplimiento garantizado.
Sales Area Manager Water & Mechanicals. Spain.
9 añosAcertadísimo Carlos.
Country Manager/Sales Country Manager - currently working as a freelance professional in the Security industry
9 añosObservo que muchas empresas han aprovechado la crisis para reajustar plantillas de manera desmedida y cuando el mercado empieza a tirar un poco, solo un poco, miran a su alrededor y ¡ se dan cuenta de que les falta personal para acometer nuevos proyectos !
Sales Manager at Crawlo.com
9 añosMuy bien descrito Carlos. Creo que el problema no es si gobernan durante 4 o 5 años (el mundo democratico entero es así y tiene mucho exito) sino que los politicos trabajen para el beneficio de su patria y no para intereses personales y los intereses de sus amigotes. La corrupcion llega a mucho, mucho, más de solo faltar un 31% de los ingresos anuales de hacienda - una cifra que ronda los 300.000 millones, un 1/3 del PIB del pais.
Consultor Ejecutivo | Senior - BDM
9 añosMuy acertado Carlos, tendríamos que reflexionar, Todos, acerca de esto y del futuro, es hora de nuevo a saber entender la diferencia entre VALOR y PRECIO..... y no en superficialidad de muchas de las actuales discusiones......
Technical Sales Engineer - Europe South
9 añosPrecisamente las malas gestiones realizadas por algunas empresas se debe al "cortoplacismo", querer obtener resultados inmediatamente. Quizás sea en gran medida, como comentas, por la incertidumbre política, pero también se debe a que los gestores de dichas empresas, no son capaces de seguir los planes marcados, o modificarlos de manera correcta para adaptarlos a los imprevistos con los que se encuentran. Se deben hacer igualmente las preguntas ¿en qué somos buenos? Y sobre todo ¿qué queremos ofrecer realmente al cliente? Como siempre, muy claros e interesantes tus artículos. Un saludo.