Sobre el Nokia que rompía pisos y las estadísticas en el fútbol
Si lo hubiera querido guionar a propósito, no me salía.
El viernes escribí sobre el error que representa tratar de explicar todo con las matemáticas, por ejemplo, el fútbol, donde los márgenes de error son grandes, muchos, inmanejables, y modifican sustancialmente el resultado. Es este artículo:
Y hace unas horas ví esta TED Conferences en la cual Rasmus Ankersen explica con propiedad y en 15 minutos lo que yo teoricé, pero con los ejemplos concretos de lo que le tocó gestionar.
No se pierdan esa conferencia, porque no es sobre fútbol. Al revés, utiliza un ejemplo del fútbol para dejar una idea sobre el progreso y la transformación de las compañías y cómo moverse ante los competidores en un escenario de muchos cambios. Y también explica por qué los deportistas (la mayoría) se muestran cautos ante el éxito, y recomienda que las empresas exitosas piensen como los deportistas. Casi el mundo del revés de lo que pasaba hace unas décadas.
Volviendo a mi enfoque. El negocio necesita meter tecnología al fútbol. Y allí llegan también las estadísticas. Pero no es lo mismo que otras actividades, incluso que otros deportes. Cuando las formas de medir al mejor son como en el fútbol, hay que dejar espacio para que la emoción y los errores menos pensados cambien todo y te hagan quemar los papeles. Y las estadísticas.
No sería sano cerrarse al progreso, porque la tecnología, las estadísticas, y muchos métodos nuevos de alimentación, de entrenamiento y de vida pueden nutrir al deporte. El tema es saber administrarlos sabiamente para que sumen valor, y evitar que generen confusiones.