Sobre la Teoría queer

Sobre la Teoría queer

La palabra inglesa queer significa “extraño” o “peculiar”, sin embargo, a partir de los últimos años del siglo XIX y principios del XX el término empezó a ser usado de manera peyorativa hacia las personas homosexuales. Posteriormente se intentó eliminar este sentido despectivo. En la actualidad queer hace alusión principalmente a temas de carácter gay o lésbico, aunque también se relaciona con conceptos como el travestismo. La Teoría Queer surge en la década de 1990 y parte de los estudios feministas y de la población LGBT (i.e. Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales). Sus principales representantes se basaron en ideas planteadas previamente por Michel Foucault (con su teoría sobre la sexualidad), por Jacques Derrida (respecto al deconstructivismo) y por Monique Witting y por Adrienne Rich (con el tema de la heterosexualidad obligatoria y la existencia lésbica). Las primeras ideas de esta índole surgieron en universidades de Estados Unidos (Columbia, Duke y Nueva York) y posteriormente se expandieron a los Países Bajos, España, Colombia, Brasil y México por mencionar a algunos.

La teoría y las prácticas queer constituyen una importante línea de acción social transformadora que reivindica la legitimidad de las identidades sexuales no normativizadas. Son, por lo tanto, un importante instrumento de liberación, transgresión y transformación del eje heteronormativo del sistema de sexo-género. Por otro lado, la teoría y las prácticas queer son por sí mismas incapaces de generar un marco normativo de justicia social desde el que se pueda articular el cambio de los hombres hacia nuevas masculinidades igualitarias. Son un instrumento de liberación y crítica, por lo que son legítimas y muy necesarias, pero no son suficientes.

Me voy a centrar en el texto que dio pie al surgimiento de esta teoría “El Género en Disputa”de Judith Butler. Judith Butler es una filósofa norteamericana que decía que hasta entonces, el feminismo había dividido de manera tajante a los seres humanos, es decir, había creado un modelo binario y completamente excluyente entre las personas: ser mujer o ser hombre. Dicha división se basaba en un paradigma hegemónico creado por la sociedad que estipula que el sexo con el que nace una persona determina su género.

Ella habla de matriz heterosexual, entendida como “un conjunto de discursos y prácticas culturales relacionados con la diferenciación entre los sexos, y encaminados a producir la heterosexualidad.”Dicha matriz produce patrones que terminan definiendo en una determinada cultura la idea predominante de lo que es el género. Para el mundo occidental, ésta impone un papel a los seres humanos desde que son pequeños: los niños deben vestir de azul, deben ser fuertes física y emocionalmente, no pueden usar maquillaje ni vestidos (de lo contrario se les considerará afeminados) y, sobre todo, no pueden gustarles personas de su mismo sexo; reglas igualmente limitantes son impuestas a las niñas. Butler identifica al género como un gender performance, lo cual implica una concepción del mismo más flexible: es cambiante y varía dependiendo del contexto y el tiempo en el que nos encontremos; por lo tanto, el género no es universal.

Otro texto de la Teoría Queer es el de la filósofa norteamericana Eve Kosofsky Sedgwick:Epistemology of the Closet. Para ella la dicotomía homosexual/heterosexual le resulta simplista, por lo que estipula que la “sexualidad queer” forma un tercer género, el cual se contrapone a este conjunto binario que ha creado la sociedad y que comprende todos los matices que el género puede adoptar. Para sostener este argumento, Sedgwick se basa en una serie de axiomas, de los cuales, creemos que los más importantes son el axioma número uno: “Las personas son diferentes entre sí”; el axioma 2: “El estudio de la sexualidad no sigue la misma directriz que el del género (…)” y el axioma : “el estudio histórico del cambio del paradigma sexual puede oscurecer nuestras condiciones actuales sobre la identidad sexual”. Resumiendo, no podemos encasillarnos en lo que con el tiempo se nos ha enseñado acerca del género debido a que cada persona es diferente.

En España, es el libro de Ricardo Llamas: Teoría torcida (Prejuicios y discursos en torno a la “homosexualidad”). En éste el autor sugiere que una de las traducciones de “Teoría Queer” es “Teoría Torcida”. Llamas expone que la represión y la liberación son poderes que influyen en la construcción de la sexualidad de una persona. Afirmará que existe un “régimen de la sexualidad”, es decir, un modelo establecido por la sociedad occidental que establece dos roles/identidades que diferencian sexualmente a las personas. La crítica que hace Llamas a este régimen es que no abarca el abanico de posibilidades que constituyen la vida sexual y afectiva de todos los individuos. En última instancia señala que tanto las estructuras de trabajo, económicas y de producción, como el género y las preferencias sexuales desempeñan un rol importante en la construcción de la realidad social.

En general podemos decir que la Teoría Queer se centrará en la concepción de que la identidad de una persona no es fija y no determina quién es; se aleja de los comportamientos y creencias que estipula la sociedad acerca de cómo debe ser un hombre o una mujer. Nos llevará a desafiar al mundo binario (femenino/masculino) en el que vivimos para poder romper con los esquemas y normas que actualmente nos rigen.

 Sus grietas

La práctica y el compromiso político desempeñan un papel mucho más importante en el trabajo que se produce fuera de la universidad. Al contrario de las teorías feministas, la teoría queer universitaria se interesa menos por las actitudes militantes, lo cual ha supuesto rupturas. La producción de textos queers no universitarios es abundante. Los zines y los blogs son abundantes en un movimiento que privilegia la autoafirmación y la importancia de contar la propia historia. Los blogs han multiplicado el acceso de la audiencia transexual a las informaciones (e imágenes) precisas de los que se puede esperar de una transformación quirúrgica. Los textos más influyentes en la población queer desde los años 90 son, no obstante, los que provienen del medio popular.

En Queer Theory, Gender Theory (Teoría Queer, Teoría de Género), Riki Wilchins, transexual, elabora una refutación categórica de la teoría universitaria sobre los queers, señalando que trabaja siempre al estilo bottom-up y que los universitarios han robado la teoría queer a los queers populares. Esta opinión se extiende cada vez más entre los queers, que sienten que en los círculos universitarios se habla de ellos, pero no comprenden lo que se dice. Es posible que esa separación se deba al lenguaje muy elaborado de los teóricos queers universitarios (se acusa a Judith Butler de utilizar una escritura incomprensible), debido, según algunos, a un deseo de compensación de su estatus inferior dentro del mundo académico.

Las críticas

Una crítica que se la hace a la teoría queer es que generalmente usa una jerga muy técnica, escrita por y para una pequeña y restringida élite. Por lo tanto, es parcial y, en la práctica, solo se conoce y se hace referencia a ella en universidades (Malinowitz, 1993). Por eso una crítica recurrente contra la teoría queer es que generalmente usa un lenguaje altamente técnico, escrito por un grupo selecto, ideológicamente orientado, y que tiene un obvio sesgo clasista.

Además, aquellos en una posición de poder tienen acceso a los medios, donde pueden expresar su interpretación, definiciones y descripciones de estos temas, a veces, independientemente de la precisión. Estas personas poderosas reciben "el privilegio de colocarle nombre a las cosas". Hay quienes sostienen que la institucionalización de la teoría queer representa una amenaza, con la que se busca domesticar las voces críticas.

Otra crítica a la teoría queer es que precisamente «queer» no se refiere a ningún estado sexual específico u elección de objeto de género. David M. Halperin (1995) permite que las personas heterosexuales puedan ser queer, lo que algunos creen que les roba a gais y lesbianas su propio carácter distintivo, marginándolos. Desexualiza la identidad, cuando el problema es precisamente sobre la identidad sexual (Jagose, 1996). Por su parte, Michael Warner afirma que el objetivo queer es desafiar la normalidad, no la heterosexualidad. Esto se refiere al punto de Cohen sobre la dicotomía del poder.

También se hace una crítica moral contra la teoría queer, porque rechaza cualquier referencia a ideas estándar de normalidad, y hace distinciones consideradas cruciales, desde un punto de vista ético. Por ejemplo, según la teórica queer Camille Paglia, el término «queer» incluye personas transexuales, sadomasoquistas y otras sexualidades marginadas, pero también parafilias, las cuales considera legítimas.

Los críticos de la teoría queer sostienen que un vasto y creciente cuerpo de evidencia fisiológica, genética, antropológica y sociológica muestra que, científicamente hablando, la orientación y clasificación sexual son más que simples construcciones sociales.Según este punto de vista, varias características biológicas, algunas de las cuales son genéticas y hereditarias, desempeñan un papel importante en la configuración del comportamiento sexual, parte del debate más amplio de «naturaleza frente a cultura».

Privilegiando la construcción social del género sobre lo innato y lo biológico, la teoría queer es el blanco de críticas agudas. Por lo tanto, según el estudio de la teoría del sociólogo Adam Green, profesor de la Universidad de Toronto, la teoría queer niega las «contingencias sociales».

Para la teoría queer es inviable, ya sea examinarse a sí misma o a las subjetividades, incluidas las que se sumen por raza y clase, sino que tiene que restringir su enfoque analítico solo al discurso. Por lo tanto, la sociología y la teoría queer son consideradas como marcos metodológicos y epistemológicamente no verificables por críticos como Adam Isaiah Green. Así, Green escribe que, en una sección introductoria, Michael Warner (1990) expone la posibilidad de la teoría queer como una especie de intervención crítica en la teoría social (deconstruccionismo radical), pero, a pesar de su deconstruccionismo radical, construye al sujeto o yo queer en términos totalmente convencionales, como personas lesbianas y gais, unidas solo por instituciones o prácticas homofóbicas.

A los críticos de la teoría queer les preocupa que el enfoque de esta teoría oscurezca, o pase por alto, las reales condiciones materiales que sustentarían su discurso. Tim Edwards argumenta que la teoría queer extrapola con demasiada ligereza análisis textuales que luego termina proyectando a toda la sociedad.

Para Bruno Perreau, la teoría queer se habría convertido en el símbolo de la pérdida del norte de los estudios de género.

Para termininar podemos decir que le diagnostican un incurable relativismo, cuyo resultado no puede más que ser inmovilizante , y resulta llamativo decir que la gran parte de las críticas provienen del mundo feminista.

Así en España ha sido la activista feminista Lidia Falcón, quien ha señalado que la teoría queer nos conduce al «asesinato» de la categoría mujer es el fin prioritario de las infumables teorías queer, pero no porque lo asegure Lidia Falcón, sino porque está desarrollado ampliamente en el argumentario discursivo de dichas teorías: desde el estudio semiótico de las imágenes de Teresa de Lauretis, pasando por el cuestionamiento de la mujer como categoría jurídica de Butler y terminando por la verbalización («la mujer ha muerto») de la autora queer Paul B. Preciado.

Bibliografía:

 Butler, Judith (1999) El Género en Disputa, Ed. Paidós

Judith Butler:

Disponible en: www.theory.org.uk/ctr-butl.htm

Kosofsky Sedgwick, Eve, “Axiomatic”, en Epistemology of the Closet.

Disponible en: pages.ucsd.edu/~bgoldfarb/cocu108/data/texts/sedgaxio.pdf

Mujica, Jaris, Economía Política del Cuerpo. La reestructuración de los grupos conservadores y el biopoder.

Disponible en: www.sxpolitics.org/es/wp-content/uploads/2009/04/economia-politica-del-cuerpo-lareestructuracion-de-los-grupos-conservadores-y-el-biopoder.pdf

Queer Theory:

Disponible en: www.theory.org.uk/ctr-que1.htm

Queer Theory in Relation to Epistemology of the Closet, capítulo 23, pp. 320- 339.

Disponible en: chelm.freeyellow.com/queer_theory.html

Théorie Queer (ou Queer Theory):

Disponible en: theories.feministes.pagesperso-orange.fr/partie%205/5-I.htm

Universidade Yale-Theory as liberatory practice. Yale Journal of Law and Feminism.bell hooks, 1991,(en inglés)Acessado em 17/11/2017.

In parte espresse in Françoise Héritier Masculine/Féminin. La pensée de la différence Parigi: Odile Jacob, 1996. Tr. it. di Barbara Fiore Maschile e femminile. Il pensiero della differenza Bari: Laterza, 2002


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