No sobrestimes a los demás mientras te subestimas a ti mismo. Eres mejor de lo que crees.

"No sobrestimes a los demás mientras te subestimas a ti mismo. Eres mejor de lo que crees"

Esta frase, por muy simple y a veces cliché que puede parecer, deja algo muy cierto. La mayoría de nosotros tenemos tendencia a compararnos con otras personas y hacernos ver inconscientemente menos que aquellos con quienes nos comparamos, pero la verdad es que no somos peores, sólo tenemos "sistemas" menos optimizados.

Ser un emprendedor, dar trabajo y crecer, expandir tu negocio, poner todo tu capital financiero, tiempo, mente y alma para luego encontrarte con un "estallido" y una pandemia que me obligó a cerrar todo, ha sido el desafío más grande e intenso que he vivido en mis 36 años de vida. Nunca te imaginas el tener que despedir a 100 personas, a tus amigos, familiares, o personas con las cuales creaste una relación y proyectaste construir. Es algo que muchos emprendedores que estábamos pasando de "pequeños" a "medianos" no contamos. Después de 2 años de mucha angustia emocional (y sin mencionar la lista de problemas físicos que esto me provocó), retomar ciertos hábitos y rutinas con más fuerza que nunca, es lo que me ha hecho poder continuar y comenzar a salir adelante.

Si queremos progresar en nuestra vida, no necesitamos hacer grandes cambios, es más, tan solo debemos ajustar pequeños detalles y realizar pequeñas acciones de forma sistemática cada día por un período medio/largo de tiempo. Esto se conoce como hábitos. "cuéntame tus hábitos y te diré tu futuro".

Los 3 hábitos que me han hecho volver a mi camino de progreso son:

1. Todos los días, llego a la oficina 1 hora antes que el resto y leo 10 a 20 páginas de algún libro relacionado con negocios, marketing o finanzas y hago un resumen de los puntos más importantes en mis notas del teléfono (cuando escribo esta nota, estoy leyendo "Principios" de Ray dalio).
2. Todos los días, me tomo 10 minutos para meditar y mentalizarme, donde hago 2 cosas: En primer lugar, agradezco por estar con vida, agradezco por mi familia, agradezco por mis amigos, agradezco por las oportunidades y agradezco por el presente sin importar cómo esté, pues si estoy rodeado de desafíos, es porque soy capaz de superarlos. En segundo lugar, escribo 3 cosas a realizar que si las hago hoy, sería un paso en dirección hacia donde quiero ir y las realizo al comenzar el día. Nunca paso del medio día sin hacer estas 3 cosas, de esa forma me aseguro que el día fue productivo y luego de esto hago el resto.
3. Una vez realizadas esas 3 acciones claves del día, me tomo un café aislado del resto, leo las notas resumen que hice sobre lo que leí por la mañana, reflexiono sobre ellas y vuelvo a hacerme la pregunta "qué otras 3 cosas podría hacer hoy para avanzar".

Muchas veces no tengo ganas de hacer nada, pero el garantizar estos 3 pasos clave todos los días, idealmente antes de las 2 de la tarde, me ha ayudado a retomar mi camino. Durante la pandemia, el error más grande fue dejar de hacer estos 3 puntos. El estrés emocional que me provocó el cierre de mis empresas y tener que lidiar con despidos, deudas y todo lo que implicó, hizo que olvidara cosas como esta. Desde que retomé estos 3 hábitos logré retomar el progreso en mi vida y esto me ha liberado muchísimo del estrés e incluso comencé a ver oportunidades que había dejado pasar por tener la mente en el lugar equivocado.

Los superhéroes no existen, existen personas con mejores sistemas que el tuyo. Para aclarar el punto, "somos el resultado de lo que hacemos de forma sistemática" dice Tony Robbins. No importa lo duro que esté el presente. Recuerda: eres mejor de lo que crees y si tienes desafíos en tu vida, es porque eres capaz de superarlos.