Soldadura por arco manual, (SMAW): Oxido de Cromo Hexavalente y mas en el humo de soldadura

En la soldadura manual por arco, SMAW, el tipo de sustancias peligrosas en los humos de soldadura está muy determinado por la varilla del electrodo y su recubrimiento. Particularmente peligrosos son los electrodos con varilla de alta aleación.

Debido a su versatilidad, la soldadura manual por arco, SMAW, también conocida como soldadura manual de electrodos, a menudo se emplea, por ejemplo, en la construcción de edificios, reparaciones, tuberías y también en exteriores. Después de todo, se encuentra entre los procedimientos de soldadura eléctrica más antiguos para materiales metálicos, (1885). Sin embargo, la soldadura por arco manual representa un riesgo para la salud. Se desarrollan humos de soldadura tóxicos y, en particular, los electrodos de alta aleación presentan un riesgo sustancial para la salud.

Los materiales que se procesan determinan qué sustancias peligrosas surgen

Los soldadores despliegan principalmente la soldadura por arco manual en la construcción y tuberías de acero. Después de todo, el desembolso del equipo aquí es relativamente bajo en comparación con otros procedimientos. El arco eléctrico se usa como fuente de calor entre un electrodo que se funde como metal de aportación y la pieza de trabajo. La alta temperatura del arco hace que el metal se derrita en el punto de soldadura. Dependiendo de la aplicación y el tipo de electrodo, la soldadura puede ser del tipo CC o CA.

Lo que afecta a la salud de los soldadores es el hecho de que los electrodos de varilla recubierta desarrollan gases al fundirse la varilla y el recubrimiento en la etapa de fusión. Los gases que desarrolla el recubrimiento en su fusión estabilizan el arco y protegen el baño de soldadura de la oxidación atmosférica inducida por el oxígeno. El tipo de peligro depende de la composición del recubrimiento y de la varilla central. La soldadura manual al arco distingue entre cuatro tipos básicos de recubrimiento: ácido, rutilico, básico y celulósico.

Riesgos considerables para la salud también con metales no aleados

Los humos de soldadura de aceros no aleados y de baja aleación tienen los siguientes componentes: óxido de hierro, óxido de silicio, óxido de potasio, óxido de manganeso, óxido de sodio, óxido de titanio y óxido de aluminio. Los humos de los electrodos básicos también contienen óxido de calcio y fluoruro. Los fluoruros pueden causar daño óseo debido al contacto incesante. Los humos de los electrodos ácidos contienen hasta 10% de óxido de manganeso. Esta sustancia ejerce presión sobre los pulmones e incluso se clasifica como tóxica. Los óxidos de manganeso pueden, por ejemplo, depositarse en los pulmones y dañarlos permanentemente.

Hasta un 5% de óxidos de níquel se han encontrado en los humos de la soldadura por arco manual realizados con níquel puro o metales básicos de níquel. Los óxidos de níquel se clasifican como sustancias cancerígenas de Categoría 1. Se ha demostrado que pueden causar cáncer.

Electrodos con varilla de alta aleación: la fuente de peligro más grave

Sin embargo, el peligro más agudo proviene del acero al cromo / níquel. Además del hierro y las sustancias de recubrimiento como con los electrodos de baja aleación y sin alear, los electrodos de varilla recubierta de alta aleación también contienen hasta 20% de cromo y hasta 30% de níquel en la varilla central.

En este procedimiento, la soldadura por arco manual libera humos de soldadura, cuya composición química puede contener hasta 16% de compuestos de cromo. El noventa por ciento de los cuales son compuestos de cromo VI y se clasifican como cancerosos. Comparado con esto, el óxido de níquel, que con poca frecuencia representa hasta el 3% de los humos de soldadura, puede ser prácticamente ignorado. Los humos de los electrodos recubiertos básicos tienen proporciones de cromo VI considerablemente más altas que los recubiertos con rutilo.

En vista de la gravedad de los riesgos para la salud, es vital que se tomen medidas de protección específicas, por ejemplo, extrayendo los humos de soldadura en su punto de origen. También se deben realizar exámenes médicos preventivos ocupacionales.