Sometimiento, Desigualdad, Enemistad
Un capitalista de pura cepa, hijo dilecto del más tradicional neoliberalismo, convertido en múltiples veces billonario con el actual sistema económico global levanta la voz y grita: “Compañeros plutócratas… ¡Despierten! Vienen hordas de gentes enojadas con horcas, la revolución.”
Dice esto porque afirma que las condiciones del mundo de hoy se parecen cada vez más a la Francia pre-revolucionaria de Luis XVI que vivía silenciosamente sometida, desigual y enemistada y que terminó gritando Libertad, Igualdad, Fraternidad.
¡Vaya paradoja! Ver y escuchar a un billonario expresarse contra el capitalismo neoliberal del que se benefició tiene cierta ironía. Pienso si ver y escuchar a un General oponerse a la guerra de la cual fue causa y parte o a un Capitán detallar las bondades de la tierra por sobre el mar que lo define me generaría esta misma sensación que me abruma.
Problema
Nick Hanauer en Cuidado compañeros plutócratas, vienen las horcas sabe cuál es el problema. El problema es la desigualdad. El problema es que la desigualdad hoy está en máximos históricos y empeora día a día. Y él sabe de lo que habla. Vendió hace unos años su empresa en 6.4000 millones de dólares a Microsoft y es parte del 1%, en realidad, del 0,1% más rico de EE.UU. “En 1980, el 1 % más rico de EE.UU. tenía un 8 % de la renta nacional, mientras que el 50 % de la parte inferior tenía el 18 %. Treinta años después, hoy, el 1 % más rico tiene más del 20 % de la renta nacional, mientras que el 50 % de la parte inferior tiene el 12 % o el 13 %. Si la tendencia continúa, el 1 % más rico tendrá más del 30 % de la renta nacional en otros 30 años, mientras que el 50 % de la parte inferior tendrá solo el 6 %.”
El problema, también sostiene, es el neoliberalismo, porque la economía que antes trabajaba para el bien común ahora trabaja solo para las grandes corporaciones y los billonarios (como él). Y como consecuencia de esto en EE.UU en los últimos 30 años el 1% superior es 21 trillones más rico mientras que el 50% inferior es 900 billones más pobre. La clase media sigue casi igual que en los últimos 40 años.
Nick afirma que “los economistas neoliberales continúan advirtiendo que la única respuesta razonable a las dolorosas dislocaciones de la austeridad y la globalización es aún más austeridad y globalización.” Agrega después que “lo que podemos ver ahora es que si la teoría económica no es ni justa ni inclusiva nunca va a poder soportar los altos niveles de cooperación social necesarios para que una sociedad moderna progrese.”
Continuando con el problema, como dice Ray Dalio, El mundo se volvió loco y el sistema está roto porque:
- El dinero es gratis para los que tienen dinero.
- Las compañías no tienen que generar rentabilidad para vender sus acciones, solo les basta con vender un sueño.
- Las finanzas saludables están siendo tiradas por la ventana. Los bancos centrales compran las deudas mientras imprimen más billetes. Esta dinámica es perversa y tiene que terminar.
- No hay suficiente dinero para pagar las obligaciones de pensiones y salud.
- El dinero no es gratis para los que no tienen dinero.
La conclusión de Dalio es que “debido a que el proceso del «efecto derrame» no está funcionando, el sistema capitalista no funciona, entonces el sistema está roto.”
Francia pre-revolucionaria
Durante más de cien años (desde Luis XIV, el llamado “Rey Sol”, hasta la Revolución Francesa en 1789) el sistema de gobierno de Francia fue la monarquía absoluta. Esto quiere decir que el rey era el Estado y controlaba la política, la justicia, la economía y la religión (“El Estado soy yo” dijo Luis XIV). La sociedad estaba dividida en tres estamentos: el clero, la nobleza y un tercero compuesto por campesinos, artesanos y burgueses que no poseían ningún privilegio. La vida de estos trabajadores era de extrema miseria, por lo tanto, deseaban mejoras en la calidad de vida. La burguesía, aun teniendo una condición social mejor, deseaba una participación política mayor y más libertad económica en su trabajo. En ¿Qué es el Tercer Estado? de Emmanuel Joseph Sieyès, en su primer párrafo, anuncia implícitamente que el objetivo de su escrito y en sí del nuevo sistema de gobierno es que el pueblo pueda ser algo.
“La noción de que la desigualdad es socialmente divisiva y corrosiva es anterior a la Revolución Francesa. Lo que cambió desde entonces es que ahora podemos ver la evidencia”. Y la evidencia nos demuestra que la desigualdad económica perjudica enormemente a las sociedades. Las mayores diferencias en los ingresos llevan a un deterioro en las relaciones sociales, la salud y el capital humano, explica Richard Wilkinson en su charla TED Como la desigualdad económica perjudica sociedades.
Solución
Nick Hanaeuer sentencia que “la solución es una nueva teoría económica. El mismo neoliberalismo que me hizo rico ya no sirve más, va para atrás. Hace falta un aumento importante en el salario mínimo que podría hacer crecer la clase media, traer prosperidad económica... y evitar una revolución."
Otra solución, sarcasmo mediante, podría ser responder lo que cuenta la leyenda que dijo María Antonieta cuando supo que los campesinos no tenían qué comer en los períodos de hambruna que asolaron a Francia: “Que les den pasteles”.
La solución va a ser la confluencia de varios o muchos factores. En Economía Pobre. Un giro radical en la lucha contra la desigualdad global tenemos algunos indicios de cómo hacerlo, antes de que sea demasiado tarde.
“Despierten. Despierten. No puede durar” repite Nick Hanauer, no es una cuestión de si ocurrirá sino cuándo ocurrirá la revolución.