Sostenibilidad: buscando un comportamiento asertivo
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Sostenibilidad: buscando un comportamiento asertivo

La sostenibilidad es entendida desde diferentes perspectivas. Principalmente se encuentra que cuando se pregunta a las personas acerca de este concepto se asocia con la permanencia en el tiempo gracias a unos buenos ingresos económicos. Otros consideran que el tema es netamente ambiental y busca la preservación del medio ambiente natural y muy pocos lo entienden como la condición para que el ser humano pueda sostener su vida.

Los problemas a los que nos enfrentamos hoy como humanidad tienen que ver con el comportamiento nuestro, que ha solido ser más individualista que comunitario y en el que poco nos hemos detenido a mirar los efectos de nuestras acciones. Claramente se parte que la mayoría de la humanidad tiene una buena intención con sus acciones diarias y que a veces requerimos experiencias de cambio de vida que nos lleven a modificar nuestro comportamiento o un desarrollo de nuestra espiritualidad que podrían definirse como esos momentos de encuentro con nosotros mismos y con Dios (para quienes somos creyentes).

Los que trabajamos en temas de sostenibilidad queremos a veces que las personas cambien sus comportamientos poco asertivos y con el tiempo vamos creciendo en la tolerancia a la frustración, encontrando cada vez más la necesidad de liderar el tema con nuestro ejemplo, ser la "golondrina que hace verano" y mostrar a otros que esta tarea no es un tema de acciones y campañas puntuales (de las que confieso estar saciado), sino que deben ser acciones diarias que nos lleven a un mejor "statu quo".

Esto quiere decir que si nos sentíamos bien con "reciclar" (separar) nuestros residuos y ahorrar agua en el baño, y energía con bombillos ahorrares o tipo LED, ya esto no es suficiente y estamos llamados a ir un poco más allá. Debo aclarar que no existe un único camino y el listado a continuación tan sólo busca ser un indicativo de las acciones diarias que podemos emprender para la sostenibilidad.

  • Ser agradecido: agradecer a las personas y no olvidar sonreír al hacerlo
  • Tratar bien a las personas y seres vivos con los que nos cruzamos
  • Adopta una mascota. Si tienes el tiempo y el espacio para cuidar de una mascota busca fundaciones que dan en adopción a perros y gatos. Recuerda que también puedes ayudar a animales en peligro de extinción, rescatados, y en condiciones especiales a quienes también puedes apoyar con tiempo y dinero.
  • Hacer ejercicio a nuestro ritmo, gusto y estilo, por supuesto cuidando nuestra salud física al hacerlo.
  • Consumiendo menos proteína animal, especialmente la carne roja. Esto por supuesto nos aporta a la salud física al igual que permite otros buenos impactos ambientales.
  • Informarme acerca de cómo manejar residuos como el de aceites vegetales, bombillos, pilas y baterías, medicamentos vencidos y algunos otros residuos especiales que generamos en nuestros hogares.
  • Dedicar un tiempo con alguna frecuencia a separar la ropa que ya no usamos. Buscar personas o fundaciones a las que se las podamos donar, si bien podemos buscar experiencias que nos permitan vender o intercambiar la ropa.
  • Hacer un banco de herramientas manuales en familia, o con amigos y vecinos. Todos tenemos un martillo, destornilladores y otra serie de herramientas (como taladros, pulidoras, lijadoras, entre otras) que no usamos a diario y no necesitamos poseer. Podemos unirnos con familiares, amigos y vecinos para tener nuestros bancos de herramientas en común para compartir en el momento en que realmente los necesitamos.
  • Al igual que con las herramientas manuales, podemos hacer un banco de utensilios de cocina, como por ejemplo batidoras, extractores de jugos, procesadores de alimentos, entre muchos otros que podemos siempre poner a disposición de familiares, amigos y vecinos.
  • Tus libros pueden ayudar a otros a fomentar el interés por la lectura. Puedes organizar jornadas de intercambio de libros o colectas para donarlos a bibliotecas públicas o escolares.
  • Usar cada vez menos el vehículo particular y buscar alternativas como caminar, usar la bicicleta o el transporte público para los desplazamientos diarios.
  • Consultar a las empresas de los productos alimenticios que consumimos a diario sobre las prácticas de sostenibilidad que mantienen. Podemos consultarles acerca de acciones para reducir la cantidad de sal, sodio, azúcar, endulzantes y edulcorantes, colorantes y preservativos artificiales, así como temas de empaques plásticos, cantidad de empaque, estrategias para reducir las emisiones por el transporte de sus productos y si queremos ir más allá preguntar acerca de las buenas prácticas con sus empleados, proveedores y clientes.
  • Consultar a las empresas de los productos de aseo personal sobre las prácticas de sostenibilidad que mantienen. Podemos consultarles acerca de los ingredientes que utilizan y si existe sospecha de que alguno sea cancerígeno, teratogénico, mutagénico, inhibidor del sistema endocrino, neurotóxico, tóxico para la reproducción, o presenta algún tipo de toxicidad para ecosistemas. Por supuesto si presentan alguna sustancia que pueda representar algún peligro es importante consultar acerca de las acciones que realizan para sustituirlas o eliminarlas.
  • Reparar antes que reemplazar. Existen muchos productos que se pueden reparar y que no hacen parte de la corriente de la obsolescencia programada. Así que si tienes un electrodoméstico que se dañó, una camisa cuyos puños y cuellos ya están desgastados, unos zapatos que la suela se ve deteriorada, en fin, un sin número de productos que todavía se pueden usar pero requieren unos toques de mantenimiento, recordemos que existen toda una serie de profesionales (casi orfebres) cuyo oficio está en volver a dar vida a estos productos.
  • Reducir el consumo de bolsas plásticas y en términos generales de cualquier cosa que termine en la basura. Debemos garantizar que cuando las desechemos sea de la mejor forma posible. En algunos casos encontramos empresas que logran aprovecharlas y reciclarlas, en otras, la mejor opción es el relleno sanitario.
  • Ayudar a alguien. Todos tenemos la capacidad de ayudar y nos podemos sorprender del impacto que puede tener tan sólo tender la mano a alguien. Todos los gestos sirven, desde ceder el puesto en el transporte público hasta invertir nuestro tiempo asesorando a alguien para que pueda alcanzar sus sueños.
  • Recoger la basura de otros. Nada ganamos si te quejas de los que botan la basura al piso y lo único que damos son insultos y regaños. El ejemplo enseña más que una buena cantaleta y recuerda que esta "casa" también es tuya y seguramente en tu casa recogerías la basura de otros, no sólo la tuya.
  • No juzgar a otros. Lo importante es lo que haces y lo que puedes enseñar con el ejemplo, además no sabes lo que ocurre en la vida del otro, los problemas que afronta y lo que pueda ser prioritario y vital en ese momento.
  • Existe todavía el dicho de que en la vida debemos sembrar un árbol, escribir un libro y tener hijos. Hoy nuestra tarea radica en por lo menos sembrar 3 árboles al año. Por supuesto que con nuestro espacio reducido en las ciudades cada vez es más difícil encontrar dónde sembrar y lo podemos reemplazar por plantas y arbustos que podemos cultivar de diferentes formas como huertas verticales, terrazas verdes y por supuesto, en las tradicionales materas (o macetas) en nuestras viviendas, oficinas y en aquellos espacios verdes donde podamos hacer nuestra tarea.
  • Dedicar tiempo a la familia. No hay tiempo más valioso que el que se invierte con los hijos, pareja y padres. Si en las ciudades hoy invertimos alrededor de 20 días al año (con sus 24 horas completas) metidos en el tráfico de las ciudades, por qué no pensar que tenemos que invertir más que los fines de semana (52 al año y por lo menos dormiremos 6 horas de cada uno de ellos) para estar con los nuestros.
  • Apadrina a otros. Tu conocimiento, experiencia de vida y visión del mundo puede servir de guía a otros que hasta ahora empiezan a poner los primeros ladrillos de sus proyectos de vida. Como docente universitario siempre experimenté la necesidad de escuchar a los jóvenes próximos a entrar al mundo laboral y que en su mente traían miles de imaginarios, dudas y miedos. Con los que he podido, dediqué unos pocos minutos para ayudarlos a dar pasos valientes y aprender a volar alto. Tú también puedes hacer lo mismo.
  • Invierte en los proyectos de otros. Todos podemos ser ángeles inversionistas o inversionistas de impacto, pensando en que el desempleo sólo lo venceremos si se crean más empresas y puestos de trabajo. Existen muchas formas de invertir (crowdfunding, aceleradoras de empresas, etc.), lo importante es que sientas que estás ayudando a que otros alcancen sus sueños.

Probablemente se me quedan por fuera muchas otras actividades que podemos hacer para construir nuestro futuro sostenible, aquel que permite que la raza humana se sostenga en la Tierra.

Si quieres saber más sobre la sostenibilidad te invito a que leas el libro ¿Qué es eso de la Sostenibilidad? Empresas Prósperas Generando Abundancia.

Lucy León M.

Créditos y Cobranzas | NIIF9 | SAP | Finanzas l Coach Ontológico | Consultor

7 años

Muy lindo artículo con ideas rápidamente accionables. Gracias por compartir tu conocimiento y permitirnos seguir aprendiendo un poquito más para ayudarnos a ser sostenibles.

Gracias Bruno! Cómo lo mencionas hay mil otras cosas y lo importante es que hagamos más de una para contribuir

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