¿Soy mayor para cambiar de trabajo?

¿Soy mayor para cambiar de trabajo?

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La mujer de la foto es Lucile Randon.

Si Lucile hiciera una sesión conmigo y me dijera, “mira Sergio, es que soy mayor para cambiar de trabajo”, sinceramente, yo no me veo confrontándola. De hecho me imagino respondiéndole algo como “pues tiene usted toda la razón”.

Y es que Lucile es la mujer viva más longeva del mundo. Tiene 118 años. Lucile es la que tiene más edad, y por tanto es “mayor”. Esto no es un juicio, ni creencia, ni opinión. Es un hecho. 

Pero si tú me dices que eres mayor para cambiar de trabajo, a ti sí te voy a confrontar y preguntar: ¿qué significa mayor para ti? ¿mayor respecto a qué o respecto a quién?

“Soy mayor para cambiar” es una de las formas de camuflaje más comunes que tiene nuestro miedo.

El miedo es la manera en la que nuestro inconsciente busca protegernos. Es esa parte de nosotros que no quiere que nos vaya mal. 

Como seres humanos, estamos programados para sobrevivir, no para ser felices ni para auto-realizarnos, para sobrevivir. Y nuestra mente hará lo que más nos convenga para asegurar nuestra supervivencia.

Nos intentará convencer que nuestro trabajo actual, por poco que nos guste, por poco que nos realice, por poco que nos motive, y por mucho que nos estrese, por mucho que nos haga sentir atrapados e inútiles, siempre, siempre, SIEMPRE va a ser mejor que algo desconocido o algo menos seguro. 

Seguramente hayas oído lo de “más vale malo conocido, que bueno por conocer”. Esto viene del refranero popular, también conocido como base de datos pública de creencias limitantes.

No nos sobran años, nos falta autoconfianza. 

Si tuviéramos la certeza absoluta de que nos fuera a ir bien, que íbamos a triunfar con el cambio profesional, nos iba a dar la igual la edad, lo haríamos y punto. 

Si dudamos, es que no confiamos que nos vaya a ir bien, tenemos miedo. En realidad no crees que eres mayor para cambiar, lo que pasa es que tienes miedo al cambio. 

Tienes miedo a que te vaya mal, a equivocarte en tu decisión, al que dirán los demás, a no encajar en la nueva empresa, a hacer el ridículo, a tirar tu carrera profesional por la borda… En definitiva tienes miedo a FRACASAR. 

El miedo al fracaso es habitual y comprensible, pero también matizable y gestionable. 

Cuando decimos “soy mayor para cambiar”, no podemos hacer nada, no da pie o margen a encontrar una solución. No posibilita nada. El “Yo soy” es un obstáculo al aprendizaje y al cambio. Como soy así no hay nada que hacer. Nos ponemos etiquetas y no hay forma de deshacerlas.

En cambio si decimos “me gustaría cambiar de trabajo pero tengo miedo”. ¡Ah! Esto es otra cosa. Podemos ver si esos miedos estás más o menos fundados, si podemos hacer algo para reducirlos, gestionarlos, si podemos sostenerlos y transitarlos. 

En la vida solo hay éxito o aprendizaje

¿Qué significa fracasar? ¿Equivocarse es fracasar? ¿Intentarlo es fracasar? 

Tal vez ya me has leído mencionar esta frase de Sergio Fernández que yo repito como mantra, “En la vida solo hay éxito o aprendizaje”, de su libro “Vivir sin miedos”. 

Fracasar, entendiendo por fracasar no conseguir los objetivos que uno se ha puesto a priori, antes o después es inevitable. Nunca vamos a conseguir siempre el 100% de los objetivos. 

Lo importante es elegir muy bien esos objetivos, actuar de acuerdo a los valores y pasárselo lo mejor posible por el camino. Eso es el éxito antes del éxito.

Y con esta estrategia siempre ganas. Lo consigas o no, siempre ganas. La razón es sencilla: cada día de tu vida estarás feliz y orgulloso/a de lo que haces.

El mejor momento para cambiar es ahora

El mejor momento para cambiar es ahora porque es el único que existe. Lo pasado, pasado está, y el futuro lo desconocemos por completo. Entonces si ahora es cuando quieres cambiar, cambia ahora. 

Y mucho mejor hacerlo de mayor que con 20 años, te conoces más, tienes más madurez y tomas mejores decisiones.

El edadismo es una realidad

Soy optimista por naturaleza, pero no iluso. El edadismo, la discriminación laboral por la edad, existe. Pero de nuevo, no utilicemos las estadísticas como una excusa para la inacción. Cambiar de trabajo a cierta edad puede resultar más difícil, pero no imposible. Si alguien lo ha hecho, tú también puedes.

Yo soy vs. me está pasando

Espero que estas reflexiones te hayan resultado útiles y que si te apetece un cambio profesional, que tu edad no sea una excusa que te pones. 

Y recuerda que cada vez que dices un “yo soy o un yo no soy” te estás poniendo una etiqueta poco útil. Cuando eso te pase, te puedes preguntar: 

  1. ¿Tengo la absoluta certeza de que eso es así en todas las ocasiones? 
  2. ¿Qué beneficio tiene para mí pensar así? 
  3. ¿Y cuál es el coste de tener ese pensamiento?
  4. ¿Quién sería yo sin ese pensamiento?
  5. ¿Qué permiso me tengo que dar para dejar de pensar así?

Y si te apetece hablar conmigo, si te parece que exploremos juntos qué miedos tienes, qué te está impidiendo avanzar, cambiar, crecer personal o profesionalmente, no te cortes, escríbeme, sin compromiso alguno. Yo encantado de ayudarte en lo que pueda. Puedes enviarme un mensaje por aquí o un email a sergio.delprado@gmail.com.

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