Sport Prototipo Argentino

Pobre mi Viejo! Ahora que miro para atras… las cosas que tuvo que hacer llevado por mi entusiasmo sin limites por aquella naciente y pujante-en 1969- Sport Prototipos Argentina.

Medico el, siempre con impeccable traje y corbata, me llevaba de chico au autodromo municipal y nos subiamos a la tribuna para que yo pudiera expresar toda mi fascinacion por aquellos autos que finalmente, se habian despegado de los Turismo Carretera y tomaron identidad propia.

Creo, sin temor a equivocarme, que mi devocion por aquellos autos nacio de la mano de Carlos Pairetti y el Trueno Naranja. Fanatico declarado de “Il Matto”, recuerdo el salto tecnologico de mi idolo cuando renovo su ya vetusto Barracuda por las esplendidas lineas del Nuevo producto de Horacio Steven.

Desde chico fui un amante del diseño- lo cual devengo años mas tarde en estudiar arquitectura-y esa es la explicacion racional por la cual quede flechado con el Trueno, el cual distaba bastante de ser un Turismo Carretera , con una pureza de lineas desacostumbrada para la decada del sesenta.

La pucha que sufri cuando me entere que el Trueno terminaria su carrera deportiva transformado en spider de la mano de Eduardo Bouvier. Era como tomar conciencia que la magia que habia despertado en mi aquel producto de Steven desaparecia junto con el auto, el cual ya no era el Trueno tal como me deslumbro…

Una fecha que me quedo muy grabada fue la competencia disputada en Buenos Aires en agosto de 1969. Eran tres series de SP que se intercalaban dos series de Turismo Anexo “J”. Fue la primer carera donde pude ver que mi viejo mostraba tanta pasion como yo, aunque no en SP, pero en el Anexo J.

Mientras yo me amargaba al ver que Pairetti, en las dos series que punteaba con el Nova Naranja- la unica Liebre que llevaba en su vano motor un producto de GM en lugar del tradicional Torino, tuvo que entra a boxes con la cubierta desinflada, a mi Viejo-fiel a Peugeot, el- le pasaba lo mismo al ver como Reutemann con la coupe fiat 1500 le barria toda la pista a Paco Mayorga y no lo dejaba pasar, terminando Paco con el “404”a milesimas del Lole en ambas series. Que enojado que estaba el Viejo con Reutemann!!!!!

Pero eso si, con su impecable traje, mi viejo no se imagino que iba a tener que seguirme saltando el guard rail de la recta principal, cuando al finalizar la carrera, se abria la puerta de la tribuna principal. Este era un rito que los fanaticos esperabamos con ansiedad- para asi cruzar la pista y llegar al parque cerrado, donde podiamos ver a nuestros idolos de cerca y admirar aquellas maquinas que parecian llegadas de otro planeta.

Debo confesar que hubo dos autos que durante la corta historia del sport Prototipo crearon en mi un atractivo especial : el Trueno Sprint y los Huayra.

Me acuerdo como si fuera hoy, el dia que se publicaron las primeras fotografias del Truno Sprint- aun en construccion- y me dije a mi mismo:”No me cabe dudas que en Argentina hemos alcanzado el nivel de los autos europeos”. Y ello quedo confirmado cuando fotocopie esas paginas y se las envie por correo a algunos amigos coleccionistas de autos en miniatura de Francia, Gran Bretaña e Italia.

No entraba dentro de mi al abrir las cartas y ver los comentarios de mis amigos: todos sorprendidos por las creaciones autoctonas, que en muchos casos, ya en nada desentonaban cuando se los comparaba con los SP del Viejo Mundo.

Recuerdo haberle pedido a mi viejo que me llevara a San Andres para poder ver el Trueno Sprint antes del debut…era inmenso!!!!!!!!! Todo blanco, aun no tenia la imponente cola colocada y todavia sin las publicidades de Shell.

En otra oportunidad,  con la chaqueta de medico puesta, mi papa me llevo a la calle Azopardo para ver si me dejaban entrar al taller de Vicente Formisano. Toque el timbre y espere con  ansiedad que alguien saliera, hasta que un mecanico se asomo y con muy buena onda pregunto:” quien es el “fierrero” el papa o el hijo?” y acto seguido, abrio la puerta . De repente me di cuenta que Disneylandia no quedaba en Los Angeles, sino mucho mas cerquita, en la calle Azopardo…

Lo primero que vi era uno de los “Ford-Misano” de Isaura, el de Carlos Marincovich, pero mas alla, dormido en la penumbra, se encontraba un objeto de culto para mi: el Trueno Naranja!!!!!! “Puedo entrar?”, le pregunte con aire temeroso al mecanico esperando un rotundo “No” como respuesta, pero un :”dale subite” con voz ronca de empedernido fumador, hizo que  mi corazon palpitara como nunca lo habia hecho antes…

Como chico en una jugueteria, levante la vista mientras acariciaba el volante y pude ver al Apolo Naranja estacionado en un rincon. Pero no pedi entrar al Apolo, pues ninguna sensacion podria opacar el estar sentado en la butaca del Trueno Naranja.

Si bien el Apolo nunca anduvo, significo el ultimo SP que manejo Pairetti antes de pasarse a las huestes del ovalo…una traicion para los hinchas?? Yo lo vivia asi. Era como que Adam West estuviera dentro del disfraz del Guason en lugar del traje de Batman.

Que grandes nombres habian emigrado de otras categorias para la naciente especialidad! Copello (primer Campeon Argentino de Sport Prototipos), Garcia Veiga con su recordado Chelco, Reutemann con el avanzado Huayra, Andrea Vianini , Jorge Cupeiro con el Baufer de cola larga- otro auto que me encantaba por su perfil), Gradassi, Pascualini, Ternengo, Di Palma, Marincovich, etc, lo mas Ganado del automovilismo argentino estaba alli.

Pero la categoria Sport Prototipos se nutrio tambien de aquellos romanticos que han dejado huella :

Se acuerdan de Schenone, Hector Pozuetta, Norberto Pauloni, Evaristo Aranzana, Ulises Pourciel?

Todos han contribuido con su granito de arena a hacer de esta categoria, la mas importante en cuanto a pilotos y desarrollo tecnologico, que ha tenido el automovilismo argentino . Las tribunas colamdas en Buenos Aires, Maggiolo, el Cabalen, Las Flores, etc , dan fe de ello.

Sergio M. Goldvarg.

www.goldvargcollection.com