El subarriendo es el acto de arrendar nuevamente una propiedad a un tercero que no forma parte del contrato original de arrendamiento. Para que el subarriendo sea legal, debe contar con la autorización del propietario, ya sea a través del contrato de arrendamiento inicial o mediante una autorización posterior por escrito. Es esencial seguir los procedimientos adecuados para evitar conflictos legales y asegurarse de que todos los involucrados estén protegidos.
La nueva ley de vivienda establece diversas limitaciones y regulaciones aplicables al subarriendo y al arrendamiento en general. Algunas de las disposiciones clave incluyen:
- Actualización de las rentas: La ley establece límites para la actualización de las rentas, con un máximo del 2% en 2023 y del 3% en 2024. Esto garantiza que los aumentos de alquiler sean razonables y evita situaciones de especulación excesiva.
- Limitaciones en zonas tensionadas: En determinadas áreas consideradas como “zonas tensionadas”, se aplican restricciones adicionales a la fijación de rentas. Es importante conocer si la propiedad que deseas subarrendar se encuentra en una de estas zonas y cumplir con las regulaciones correspondientes.
- Prórrogas extraordinarias de contratos: La ley permite la prórroga extraordinaria de los contratos de arrendamiento, brindando seguridad y estabilidad a ambas partes involucradas.
- Información mínima en el contrato de arrendamiento: Se establece la obligación de proporcionar información mínima en el contrato de arrendamiento, como la inclusión de la condición de zona tensionada y la cuantía de la última renta del contrato previo, entre otros datos relevantes.