Tú estás aquí por tontoelbote

Tú estás aquí por tontoelbote

Esta es LA conclusión que yo he sacado de uno de los asesinatos más mediáticos (con serie de Netflix incluida) que te va a ayudar a impulsar tu carrera profesional


Hasta de un mortal triángulo amoroso se pueden sacar conclusiones (más o menos) interesantes.


Te hablo de El cuerpo en llamas (muy hábil el que le puso el nombre)


No, en serio, muy hábil, adoro cuando suceden este tipo de cosas. Muy ingenioso.


Pero no estamos aquí para evaluar la capacidad inventiva de los guionistas.


Si no para algo que puede que te pasara inadvertido, o estuvieras durmiendo, o con el móvil, o pensando en que mañana es lunes y te toca madrugar para abrir el correo y a ver con qué nuevo marrón te van a tener entretenido toda la semana.


Que no hay nada de malo en madrugar, eh.


En lo de comerte (otro) marrón sí que hay bastante de malo.


¿Qué es lo que te pasó inadvertido?


Una expresión muy de pueblo, hasta cariñosa.


En toda esa espiral de violencia, manipulación mental (y de la otra), sexo, infidelidades, mentiras, engaños y...


¿Y a qué tú también has estado en ese tipo de proyectos?


Con más intrigas que Juego de Tronos y una telenovela turca juntos.


La expresión a la que me refiero es "tontoelbote"


Que es como se refería Rosa Peral a su amante Albert


Además de amante, fue también ayudante a poner el cuerpo en llamas del otro desgraciado.


La primera vez que escuché a Rosa decírselo a Albert fue como un impás, una especie de paraíso temporal, de paréntesis en todos los líos que se traían los unos con los otros y los otros con los unos.


Hasta bonito, sincero.


Igual que cuando tu jefe te dice que eres muy comprometido porque echas muchas horas (ay, si él supiera...)


Al parecer, la temperatura que tu silla alcanza por el calor que tu trasero le transmite es directamente proporcional a tu nivel de compromiso.


La podríamos llamar La silla en llamas a esta forma de medir tu compromiso.


Curiosa medida.


Medida que se ve penalizada si preguntas por la compensación de esas horas


Pero bueno, nadie dijo que fuera una medida perfecta.


Volviendo a lo del tontoelbote.


La siguiente vez que se escucha en la serie esta expresión, ya no es de boca de Rosa Peral para dirigirse tiernamente a su empleado Albert.


Perdón, quería decir amante. En qué estaría yo (y tú) pensando.


La siguiente vez que se escucha es de boca de Albert, en un contexto muy distinto a una cariñosa conversación.


Se le escucha en el juicio en el que le van a caer 20 años de condena.


Se le escucha decir yo estoy aquí por tontoelbote


Y la expresión es la misma, exactamente la misma.


Palabra por palabra, letra por letra.


Pero ya no tiene la misma connotación, ¿verdad?


Ya no mola tanto.

No mola ni ahora ni en los veinte años de condena que se va a comer el colega por, efectivamente, tontoelbote


Volviendo a tu jefe, a tu proyecto, a la silla en llamas y a esa persona tan comprometida que eres.

No te estoy diciendo que ser comprometido esté mal, ni mucho menos.


En mi opinión, lo que convierte a un compromiso en algo bueno o malo es con quién o con qué te comprometes.


Que se lo pregunten a Albert, que va a tener 20 añitos para pensar en ello.


¿Con quién mola comprometerse?


Pues, para empezar, con uno mismo. Es el primer paso.


¿Con qué mola comprometerse?


¿Con La silla en llamas? Pues como que no.


¿Con una carrera profesional que te permita comprometerte contigo mismo? Pues como que sí.


Si ya no puedes más con ser ese tontoelbote calientasillas que no ve salida alguna, al que tratan como un tontoelbote (comprometido, eso sí) y ves que vas a tener los próximos 20 años de condena (o igual alguno más) para pensar en ello.


Si sientes todos los días un qué pinto yo aquí al abrir el correo o el Teams o el Slack o la mierda que uses para que te den la turra.


Si es así, permíteme (y permítete) que te presente algo con lo que comprometerte.


Hablemos.

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