Tú, mi y su procedencia
La importancia que se le da a la procedencia de cada uno debería de ser penal.
Ahora se ha puesto de moda ser de barrio.
Es como que somos personas que sabemos afrontar cualquier problema. Buscarnos la vida.
Yo soy de barrio.
Y siempre lo he llevado con mucho orgullo.
Bueno, mejor dicho, nunca le había dado importancia.
Hasta que un día, una persona con la que estaba hablando (un CEO) me decía que uno de sus socios era de barrio y que su nivel académico, su comunicación e incluso su físico, no estaban hechos para defender una propuesta delante de un cliente. Literal.
PENA.
Tengo la virtud de detectar rápidamente a las personas. Cada uno es cómo es. No pasa nada.
El problema surge cuando alguien opina negativamente sobre otro sin darse cuenta de que está hablando con alguien de la misma procedencia, etnia, físico o género.
PENA.
Con el tiempo esta persona me ha demostrado que está en otra liga.
La liga de las personas EGO.
Sí, así les llamo. Personas EGO.
Nos enriquecemos unos a otros, sin importar la procedencia, los estudios, la experiencia o, en algunos casos, incluso los valores.
Estar por encima de los EGO es un Must.
Creéme, si lo pones en práctica, serás una mejor versión de ti mismo.
Yo soy de Barrio.
De Hospitalet de Llobregat.
Yo no tengo estudios.
Lo justo, Bachillerato tecnológico.
Yo no tengo una familia rica.
Bueno, rica sí. Pero rica en otras cosas más importantes.
Sé tú. No hay nadie igual. No pretendas ser igual o perderás el tú. Serás el otro.