TATÚATE ESTO: LA ACCIÓN PRECEDE A LA EMOCIÓN
El tatuaje que eliminará tu procrastinación de una vez por todas.
Esta frase es lo único que necesitas para dejar de patear todas esas cosas que ya sabes que tienes que hacer, pero no estás haciendo.
“LA ACCIÓN PRECEDE A LA EMOCIÓN”
Así nomás. Digiérela. Entiéndela.
Es decir que cuando no quieres hacer algo, es la flojera, la desidia la que está a cargo. Pero que una vez que te pones a hacerlo, aún sin ganas, resulta que esa emoción desaparece casi de inmediato.
Es un tema psicológico, pero también biológico.
Así que cuando hay algo que tengo o quiero hacer como: ejercicio, leer, dar feedback, jugar a las muñecas con mis hijas, escribir, etc; pero no me siento “con ganas”, regreso a esta frase y simplemente me pongo a hacerlo.
Y Shazam, de pronto ya no tengo flojera, mejor aún, me siento con entusiasmo y en “flow”.
No quise titular este artículo como “el truco, el tip, el hack, la mentalidad, etc que eliminará tu procrastinación de una vez por todas”. Porque una cosa es entender algo y otra cosa es recordarlo cuando es necesario.
Así que si, lo siento, te lo tienes que poner de tatuaje. Ah y en un lugar que lo veas diario.
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Sorry, es el mejor consejo que te puedo dar, y es un consejo porque es algo que ya viví, no solo una cosa que leí en algún lado o se me ocurrió.
Y vaya que yo que me dedico a dar cursos, lo que vendo es que la gente va a empezar a cambiar después de uno de estos cursos. Y lo creo, solo que me doy cuenta de que la gran mayoría no logra cambiar o no logra sostener el cambio en el tiempo.
Y que más quisiera yo que estar ahí todos los días en el espejo de las personas a quienes les hablo y enseño, diciéndoles cada par de horas “recuerda lo que aprendiste, y ahora “a practicar campeona”. Pero no se puede.
Así que, se me ocurrió recomendarte que, si quieres lograr algo importante, tendrás que crear mecanismos para constantemente recordar eso que quieres lograr y cómo vas a lograrlo.
Mi mecanismo fue hacerme un tatuaje. Y por eso te lo recomiendo. Porque me funcionó cañón.
Seguro estás pensando que hay otras formas menos radicales de recordar que haciéndote un tatuaje: post its, tu protector de pantalla, un poster, etc. Si logré con esto invitarte a pensar en la opción B o C, ya la hicimos. El chiste es que en verdad al menos eso lo hagas.
Necesitamos recordatorios constantes que nos hagan salirnos de nuestra zona de confort.
Tener un equipo a tu cargo por ejemplo es uno de los mejores recordatorios para ser un buen líder.
O tener hijos para recordar a diario tratar de ser una buena persona.
Y un tatuaje, también.