TELETRABAJO Y SU IMPACTO EN LAS ORGANIZACIONES

TELETRABAJO Y SU IMPACTO EN LAS ORGANIZACIONES

El teletrabajo, o más conocido como “home-office” es la modalidad a través de la cual se permite a los colaboradores trabajar de forma remota a la organización. Si bien, dicho trabajo remoto puede ser realizado desde el hogar, cada vez es más común entre trabajadores el desarrollo de actividades laborales en cafeterías, espacios abiertos o de coworking. A través del teletrabajo, las actividades laborales son desarrolladas bajo la premisa de que el mismo puede ser efectuado por cualquier persona, en cualquier lugar y a través de cualquier dispositivo (ordenadores, tablets, dispositivos inalámbricos entre otros).

Si bien, a la fecha, en Paraguay se cuenta con muchas organizaciones que brinda dicha opción a sus empleados (teniendo en cuenta las características del puesto y que dicho trabajo a distancia no afecte el normal desempeño de actividades de la organización), dicha práctica no suele estar formalizada. La formalización de los teletrabajadores deberá darse en un marco de comunicación, establecimiento de políticas claras, seguimiento de tareas y medición de los resultados. En este punto, es importante resaltar que no es lo mismo implantar el teletrabajo como metodología de labor, que facilitarle al trabajador la flexibilidad de trabajar desde su domicilio un par de días.

El teletrabajo para que sea exitoso debe ser planificado y estructurado de acuerdo con las necesidades de la organización y los recursos disponibles a la fecha. La posibilidad de teletrabajar no debe ser un beneficio directo para el empleado seleccionado de forma arbitraria, sino una manera diferente de estructurar el trabajo, la cual debe ser voluntaria y reversible, ya que no todos los empleados son aptos para el teletrabajo. Es importante tener en cuenta la definición de objetivos para la gestión del teletrabajo, ya que teletrabajar no significa cumplir un horario a distancia, sino cumplir con las metas y responsabilidades definidas por la organización sin importar el lugar o forma de prestar el servicio en relación de dependencia. Por ejemplo, si un trabajador identifica que su rentabilidad y/o concentración disminuye al teletrabajar, la empresa debería de otorgarle la posibilidad de volver a su puesto de trabajo de forma tradicional ya que, la modalidad de trabajo a distancia se establece para brindar beneficios a ambas partes, no para generar algún perjuicio a una de ellas.

El punto inicial para la estructuración de la organización para implantar la metodología de teletrabajo es la definición clara y formal de la estructura organizacional, y los descriptivos de cargo de las posiciones que conforman dicha estructura, y de la mano de ello, formalizar los procedimientos a ser desarrollados por cada posición. Una vez establecidas las bases de la organización, se podrá iniciar la planificación y desarrollo del programa de teletrabajo a fin de disfrutar de sus beneficios tanto para empleadores como empleados.

El impacto del teletrabajo en las organizaciones se da en varias dimensiones: Desde el punto de vista de rentabilidad para la organización, permitiendo la reducción de costes (espacio físico mínimo junto con mobiliarios y equipamientos en oficinas centrales), así como la gestión de trabajos por metas y objetivos, y con ello aumentar el rendimiento económico. Además, propicia un clima laboral saludable y sirve de valioso recurso para la retención del talento en las empresas. Desde el punto del empleado, la posibilidad de teletrabajar le da al mismo ciertos beneficios como ser flexibilidad en la forma de trabajo, eficiencia en la realización de tareas, aumento en la calidad de vida del empleado y reducción de costes personales.

Por otro lado, el teletrabajo beneficia al medio ambiente ya que con ello se disminuye la emisión de dióxido de carbono, así como la disminución del tráfico de personas en horas pico, consumo de energía, combustibles e hidrocarburos utilizados para el desplazamiento desde el hogar hasta el lugar de trabajo, por lo cual, se genera mayor conciencia ambiental.

Con la aparición del COVID-19 muchas organizaciones se vieron forzadas a implantar una metodología informal de teletrabajo, debido al riesgo de contagio del virus y las restricciones sanitarias impartidas por cada país para contener la pandemia. Si bien, dicha modalidad fue aplicada en gran parte del mercado de forma imperativa, a partir de ello, las organizaciones podrían analizar con conocimiento de causa los pros y contras de implantar el teletrabajo de forma permanente a fin de disfrutar de los beneficios de dicha modalidad de trabajo teniendo en cuenta las formalidades necesarias para ello. 

El teletrabajo debera ser una herramienta fundamental a corto plazo: ahorra costos a la empresa, al trabajador y al estado, por un mejor y mas racional uso de recursos.

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