Tenemos mucho que aprender de la mujer colombiana

El original está en el blog ;)

En el trabajo, en vacaciones y estudiando he conocido a un grupo de mujeres colombianas, que quizás no representan al 100% de la población, pero hay algo particular sobre ellas, algo especial de mucho aprendizaje para mí.

Siempre me llamó la atención lo bien cuidadas que lucen. Además de ser muy buenas mozas en la materia prima, hay mucha dedicación en su aspecto. En el transcurso del tiempo yo he repetido incesantemente las mismas preguntas, a las que ellas amablemente han dado respuesta.

¿Qué se hace con el vello facial, llámese bigotes, cejas, patillas y frente de más?

¡Eso no va ahí! Una vez que te lo sacas, lo sigues haciendo sistemáticamente, por lo tanto nunca está, como si no existiera. Además en la actualidad hay tecnologías que los eliminan casi en forma permanente.

¿Qué hay con las fajas modeladoras?

Siempre debajo de la ropa, eso es ropa interior, uso diario. Ahora sí quieres tener resultados permanentes es de uso en el día y también por la noche, que actúe mientras duermes.

¿Que pasa si Dios me dio poca pechuga? 

Eso se opera una vez, se elige el tamaño armónico y se termina el rollo … Lo mismo si le tocó la nariz equivocada.

¿Qué hay con usar ropa cómoda, ancha?

Si la ropa no está enalteciendo tu cuerpo, te está perjudicando y no se sale de la casa sin maquillaje, verse bien es comodidad.

¿Y si me acepto como soy?

“¡Yo SOY así mija! … Yo quiero lucir así para mí, esto no es para los hombres”

Dan ganas de decir, “¡Ah! pero son tontas”, pues no lo son. Son lindas, inteligentes y cariñosas. De lo anterior se desprende también que son disciplinadas, optimistas, con la mirada en la mejora continua, materializando su máximo potencial para su propio deleite y felicidad. Lo que podríamos mirar como un defecto, se acepta y se modifica con cuidado y preocupación.

Mucha admiración para todas ellas, sencillamente ídolas.

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