Tiempos Modernos
Imagínate esta situación: aunque no nos conozcamos personalmente, tengo el acceso a detalles íntimos de tu vida, desde tu nombre y dirección hasta tu número de celular, gustos personales, relaciones e incluso tu situación financiera.
¿Te caería mal que lo supiese?
En realidad, esta premisa es más que una mera hipótesis.
Lo cierto es que no poseo esta información, el desarrollo tecnológico ha alcanzado tal nivel que, con el software adecuado, podría obtenerse.
Y lo más preocupante es que en la actualidad, diversos actores, como gobiernos, plataformas de redes sociales, motores de búsqueda y otros servicios en línea, recopilan estos datos sobre nosotros sin nuestro pleno conocimiento ni consentimiento explícito.
Desde nuestras actividades en línea hasta nuestras preferencias personales, se utilizan para dirigir anuncios, personalizar contenido e incluso puede ser compartida o vendida a terceros, bajo el pretexto de “facilitar la experiencia de navegación.”
Además, nuestras interacciones, incluyendo nuestros comentarios en redes sociales o foros, pueden ser rastreados, registrados y utilizados afectando nuestra reputación, privacidad y seguridad personal.
En este contexto, la ley del olvido, que alguna vez se pensó que garantizaba la privacidad digital, ya no cumple su función de manera efectiva. Se dice que, en la era digital, nadie resiste un archivo.
Así que vivimos bajo la constante amenaza de tener una "espada de Damocles" sobre nuestras cabezas: confiando en la tecnología y dependiendo de ella, aunque no siempre seamos conscientes de su influencia o las consecuencias de su uso indebido.
Las redes sociales han borrado las fronteras de la intimidad. Mucho de lo que hacemos y compartimos se vuelve público, y su recolección se ha denominado eufemísticamente como "economía de datos".
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Siempre tendremos todo para perder y nada para ganar.
Además, el sesgo algorítmico contribuye a polarizar aún más a la sociedad, y lo que una vez fue un comentario inocente en nuestra juventud puede ser usado en nuestra contra debido a simples cambios de hábitos o percepciones en cualquier momento de nuestra vida.
En un mundo donde las generaciones actuales parecen mostrar menos preocupación por la privacidad, es urgente reflexionar sobre los límites de la intimidad y cómo proteger nuestros datos en un entorno digital cada vez más intrusivo.
En resumen, los seres humanos vemos el mundo en función de lo que sabemos, pero es esencial reconocer lo que no sabemos.
¿Será habitual, en un futuro cercano, que los individuos contratemos un seguro cibernético para protegernos contra el uso indebido de nuestros datos personales?
Hace 88 años en el filme "Tiempos Modernos" dirigida y escrita por Charles Chaplin el personaje el Vagabundo interpretado por él pronunció esta famosa frase:
"El problema con el mundo es que todos quieren que cambie, pero nadie quiere cambiar."
Nada más actual.
¿Lo habías pensado?
¡Hasta la próxima!