TMEC: ¿echamos un volado?
El otro lado de la moneda, aunque no sea el que escogiste en el volado, también abre oportunidades. El reto está en saberlas observar a tiempo y aprovecharlas. ¿Lo estamos haciendo?
En días recientes leí un artículo de ProPublica, que se define como una organización sin fines de lucro que investiga periodísticamente los abusos de poder; y señala a empresas norteamericanas que han aprovechado los créditos y apoyos que ha dado el Gobierno de Estados Unidos, para después cerrar y abrir plantas en México (https://bit.ly/3zO4FKS).
El medio enfatiza en FreightCar America, quien de acuerdo con los datos presentados, la empresa habría recibido $10 millones de dólares a través del programa “Paycheck Protection Program Loan”, para después anunciar que mudaría su planta a México por lo que los trabajadores estadounidenses perderían su fuente de trabajo.
Podemos polemizar sobre las estrategias y decisiones empresariales a costa o no del empleo, al final, todas buscan mayor competitividad. Mi postura viene desde la visión empresarial de los trabajadores que nos ha dado la experiencia de venir de la base de la pirámide laboral y crecer junto con grandes empresas. La verdadera cadena de valor que genera crecimiento, bienestar y sustentabilidad económica pertenece a trabajadores y empresarios por igual. Ambos nos necesitamos. La clave está en la forma y perspectiva desde la que hagamos equipo, y ahí los sindicatos jugamos un papel fundamental.
Seamos pragmáticos, FreightCar America tomó una decisión en función de su mejor interés y de dar viabilidad a su empresa. Empleo siguen generando. Decidieron mudarse a nuestro país seguramente porque en su balance costo – beneficio encontraron mayores ventajas. Ahora, la competencia no termina ahí.
En el debate público está si estamos o no cumpliendo con las nuevas regulaciones laborales que nos impone el #TMEC y la legislación mexicana, total ya estamos acostumbrados a poner el Estado de Derecho al límite, mal hecho, sin embargo, no veo porque ahora sería la excepción.
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Hay más. El tema laboral no solo es un tema de leyes, es también de acciones y realidades en torno al mucho talento que hay en nuestro país y así lo comprobamos desde el Sindicato Nacional Alimenticio y del Comercio (SNAC).
Pongo un ejemplo, trabajadores de plantas maquiladoras se han unido a nosotros porque representamos una opción real para ser parte de la competitividad que nuestro país y trabajadores mexicanos ofrecemos al mundo, en especial a nuestro principal socio comercial.
Recordemos que la competitividad no solamente se da a partir de costos bajos de mano de obra o en las calificaciones de los trabajadores, es también, lo que en el SNAC llamamos “cadena de valor laboral” que significa que los ingresos del personal sindicalizado no se limitan a su salario y prestaciones, sino que vamos sumando eslabones de beneficios desde la parte sindical que elevan su poder adquisitivo, les generan ahorros, mejoran la calidad de vida en sus hogares y se vuelven a corto, mediano y largo plazo un nuevo salario, salario emocional.
El volado del #TMEC no es solo suerte, es estrategia y su pilar principal es el laboral. Ahí está la Reforma “de gran calada” que tanto buscaba el gobierno para quedar en los anaqueles de la historia, la que cambiaría el destino de millones de familias mexicanas para bien y a largo plazo. Los sindicatos somos un eslabón clave dentro de esa “cadena de valor laboral” y si nos dejan de ver como enemigos o un “mal necesario”, somos catalizadores de bienestar, productividad y crecimiento para los trabajadores de nuestro país. En el SNAC tenemos décadas de historias de éxito demostrando que ese modelo reconciliado, de socios estratégicos: trabajadores y empresarios, es el correcto.
Hace falta voluntad de empresarios y gobierno para sentarse con nosotros, tomando en cuenta nuestras opiniones e iniciativas, respetando nuestra autonomía. Debemos conversar de manera informada sobre todo aquello que el #TMEC plantea en papel, de manera unidireccional y sin derecho a réplica, y consensuar realidades, teniendo como prioridad el respeto de los derechos de los trabajadores, sindicatos y empresas en el territorio nacional. Al final, todos somos mexicanos.