Todo en equilibrio

Hoy en día la meta es cuidar de nuestra salud mental, evitando ser víctimas del mal de oficina. El teletrabajo nos regala el súper poder de tener nuestro rinconcito para recargar pilas y desconectar. Pero, no olvidemos el contacto humano y trazar metas reales en el trabajo. Así que, cuidar la mente implica programar horas de trabajo, tiempo para uno mismo, añadir dosis de interacción humana y completar los días con actividades que nos hagan sonreír. 

Ahora, las empresas están a tope promoviendo la salud mental, formando a líderes y creando programas de apoyo psicológico para un ambiente laboral más sano y chispeante. Por nuestra parte, debemos asegurarnos de que en el mundo virtual no se pase por alto esto y hay que darnos tiempo a despejar la mente. Eso quiere decir tener almuerzos sin pantallas, desconexiones y comidas balanceadas. 

Darle la importancia al contacto humano. El teletrabajo nos ha alejado un poquito de la gente, y la verdad es que esa conexión social es clave para nuestra salud mental. Por eso, levantarse, arreglarse y salir de casa nos rescata del aislamiento, nutriéndonos desde un enfoque psicológico y sociológico. La interacción social, además, nos mantiene lejos de la soledad y nos ayuda a esquivar la ansiedad y la tristeza. 

Por último, no podemos olvidarnos de mimarnos a nosotros mismos. Hay que huir del cansancio extremo, buscar actividades que nos relajen y perfeccionar nuestras habilidades antiestrés. También, entender que tomarnos un descanso está más que bien. Escuchar a nuestro cuerpo es crucial para darle lo que necesita: puede ser hacer ejercicio, pasar tiempo en familia o simplemente dormir. 

En resumen, encontrar el equilibrio entre lo laboral y lo personal, disfrutar de momentos sociales y planificar instantes de felicidad son la fórmula mágica para ser más eficientes, plenos y felices.