Todo inicia con el primer paso
No me gusta hacer propósitos iniciando el año. Nunca lo he hecho. Hago algo mejor. Hago un recuento de mis temores y elijo a cuál me voy a dedicar a vencer.
Pero temores en serio.
Una de las grandes virtudes del ser humano es la superación hasta que muchas veces nuestros padres con el afán de protegernos nos detienen en nuestra manera de aprender de nuestros errores. Y para demostrar esto basta con el ejemplo de cómo un niño prende a caminar.
Es sorprendente la capacidad de aprendizaje que tenemos al nacer. Aprendemos de todo y de todos.
Uno de los temores más grandes que tengo es vender. Lo admito, quizá por eso cuando llegaron las redes sociales y todo esto me ha sido más fácil relacionarme, pero cuando llega el encuentro cara a cara, que es cuando realmente se hacen negocios, no dejo de tener esa adrenalina previa a una cita.
He consultado con algunos grandes vendedores y me han dicho algo muy cierto: el miedo o temor previo a la cita es esa alta posibilidad de que te digan NO. Pero, ese temor va desapareciendo cada vez que tienes una nueva cita. Cuando ejecutas y vuelves a ejecutar. Como cuando aprendes a caminar. Si tienes la dicha de tener la capacidad física como la mayoría, entonces no te vas a rendir con la primera caída.
Por eso digo que cada año que inicia me propongo vencer uno a uno mis temores. Finalmente la vida es eso una subida o a veces una bajada, lenta o rápida pero no se detiene hasta te vas de este mundo.
Por lo pronto. Iniciamos con el primer paso...