No todo lo bueno brilla desde el principio
Hace poco, mientras reflexionaba sobre los inicios de varios proyectos, me di cuenta de que muchas veces las mejores cosas no brillan desde el principio. Las ideas más valiosas y duraderas son aquellas que requieren tiempo para llegar a su máximo potencial. No es fácil dar ese pequeño salto de fe, especialmente cuando al principio no todo parece encajar o tener sentido, pero puedo asegurarles que con el tiempo, esas decisiones se vuelven inolvidables.
Recuerdo cuando comenzamos con Secretname, el primer estudio de naming en LATAM. Hubo días en los que todo parecía una locura. Las personas a mi alrededor no siempre entendían lo que quería lograr. Hubo momentos de duda y rechazo, pero fue precisamente ese rechazo inicial lo que me hizo darme cuenta de que estaba en el camino correcto. Las buenas ideas reciben mucha aprobación desde el principio, pero las grandes ideas, las que realmente cambian las cosas, son las que generan resistencia.
En nuestra vida diaria, nos bombardean con la idea de la gratificación instantánea. Queremos ver resultados rápidos, sentirnos satisfechos de inmediato. Pero la realidad es que las cosas que realmente valen la pena son aquellas que nos llenan de a poco, de manera constante y sostenida. La satisfacción instantánea rara vez perdura y a menudo termina volviéndose cansada o aburrida.
Cuando te encuentres dudando de tu proyecto o idea, recuerda esto: las cosas que más valor tienen en la vida son las que toman tiempo en desarrollarse. No te desanimes si al principio no ves el brillo que esperabas. Dale tiempo. Permítete acostumbrarte a la idea, a trabajar en ella, a mejorarla día a día.
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Piensa en esos grandes nombres que hoy conocemos y admiramos. Ninguno de ellos fue una sensación de la noche a la mañana. Todos ellos tomaron tiempo, esfuerzo y mucha paciencia. La clave está en no apresurarse. Cada paso, cada error, cada pequeño avance te está llevando más cerca de tu meta.
Si estás construyendo algo, pregúntate: ¿Estoy trabajando en una buena idea o en una gran idea? ¿Quiero que mi proyecto sea simplemente bueno o que sea extraordinario? Y lo más importante, ¿estoy dispuesto a dedicarle el tiempo necesario para que se convierta en algo grande?
El último consejo que quiero darte es este: no te apresures. Las grandes ideas y los grandes nombres toman tiempo. No te desesperes si no ves resultados inmediatos. Sigue adelante, sigue creyendo en tu proyecto y dale el tiempo que necesita para florecer. Porque al final, las cosas que realmente brillan son aquellas que han sido pulidas con paciencia, dedicación y mucho amor.
Pero esta es solo mi opinión.