Todo lo que debes hacer para que el barco no se hunda

Todo lo que debes hacer para que el barco no se hunda


¿Alguna vez te preguntaste cuánto vale tu negocio?¿Estás dispuesto hacer todo lo necesario para mantenerlo a flote?


Es fácil imaginarse por qué asociamos a las empresas con barcos: ambos necesitan de un buen capitán que los guíe, pero también de sus marineros para mantenerse a flote y alcanzar sus metas para llegar a puerto.


Un comentario que siempre escucho en mis conferencias, particularmente este año, es que el 2023 ha sido “raro y contradictorio”, lleno de retos y oportunidades a la vez. 


En un escenario tan volátil, es fácil sentirse preocupado por los resultados que obtendremos y cómo lograremos trascender con nuestro negocio y qué valor tendrá en el futuro. 


Lo que me lleva a invitarte a preguntar: ¿sabes cuánto vale tu negocio?


En el pasado, lo monetario era preponderante a la hora de calcular el “valor de un negocio”. Este concepto se basa en la aplicación de las tres F que en EXMA nos enseñaron para ser conferencistas y que acá las traslado a los negocios en general: 


FOCO para descubrir cuál es tu producto estrella o cuál quieres que lo sea

FONDO para saber cómo darle valor a ese producto y a tu negocio

FORMA para crear la estructura y estrategia para darlo a conocer


A esto, debemos sumarle otros aspectos  -muchas veces invisibles al público- que son fundamentales para construir una relación con nuestros clientes y colaboradores más fiel, larga y rentable que cuando los vemos como una simple transacción.


A la hora de pensar estrategias, para aumentar el verdadero valor  de una marca o negocio, me gusta pensar en 4 puntos clave. Todo esto basado en la realidad que hoy vivimos. OJO, siempre el sector y contexto podrá hacer que esto varíe. 


Les cuento ¿cuáles son?:


Aprende a diversificar tu  negocio:


Un barco siempre estará mejor preparado para navegar entre las olas que un dingui.


¿Qué quiero decir con esto? El tamaño de tu negocio es importante a la hora de crear las estructuras que te permitirán crecer y que van más allá del capital disponible. Se trata de la diversificación.


Una recomendación ampliamente repetida es “no poner todos los huevos en una misma cesta” sino de diversificar tus productos y servicios para aumentar tus oportunidades de negocio y posibilidades de crecer.


La diversificación, es un ejercicio sano que toda empresa debe realizar y que se puede ajustar a las necesidades de cada modelo de negocio.


Por ejemplo, Apple cuenta con una Diversificación Horizontal donde cada producto que lanza es distinto, pero están unidos bajo el mismo enfoque.


También existe la Diversificación Vertical  donde el negocio comienza a fabricar productos o desarrollar servicios que antes tercerizaban, como Zara que poco a poco ha desarrollado la capacidad interna para producir todo.


La Diversificación Concéntrica, como Coca Cola que va integrando productos a una línea ya existente


Y la Diversificación Conglomerada donde el negocio crea distintos productos y servicios que no necesariamente están relacionados unos con otros, como Adidas y sus líneas de ropa deportiva y de aseo personal.


¿Cuál es tu reputación como marca o negocio?:


Imagina por un momento alguna marca que te guste y piensa qué hace para que sea una de tus favoritas: ¿solo te gustan sus productos o la prefieres por algo que va más allá de que está frente a los ojos?


¿Sientes que tu marca favorita te entiende? ¿Te genera confianza y consideras que comparten valores? ¿Crees que es sincera y transparente? ¿Confías en la calidad de sus productos?


El camino para que todas las preguntas anteriores se respondan con un gran SÍ se construye a través de la reputación de marca, ese activo intangible que hace que todo lo que ofreces tenga un valor más allá del precio que está en  la etiqueta.


Siempre he comentado que la vía para construir una buena reputación de marca se centra en una estrategia 50% ON y 50% OFF, que incluya todo lo que hacemos ante el público y todo lo que debe pasar tras bambalinas para hacer crecer nuestro negocio.


En ese 50% ON está todo lo que hacemos de cara al público para construir nuestra imagen que incluye aspectos que van desde la imagen que proyectamos, hasta los mensajes que transmitimos, así como la coherencia y la consistencia que ambos aspectos guardan.


Y en el 50% OFF están todos esos esfuerzos “tras cámara”, el desarrollo de valores, la preparación y todo lo que construimos internamente para darle contexto y sustento a nuestra marca. 


Dale valor que se merece tu Talento Humano:


Una marca o empresa es mucho más que los productos o servicios que ofrece porque ellos no podrían materializarse sin el Talento Humano que los hace realidad.


En otros artículos hemos conversado sobre cómo el Employee Branding y el Employer Branding son esenciales para captar y retener al Talento Humano.


El resultado exitoso de una aplicación correcta de ambas estrategias, se traduce en una buena Employee Experience, o una buena experiencia del empleado.


Hoy en día, las marcas y negocios que han encontrado una vía más certera para aumentar su valor son aquellas que se esmeran en que la experiencia de sus empleados, tenga la misma importancia que la de los clientes.


¿Por qué? Porque un Talento Humano que se siente escuchado y satisfecho, que esté en sintonía con la filosofía y valores del negocio, se traduce en un vocero confiable, en una voz de autoridad y en un embajador de marca. 


Cuida la experiencia de tus clientes


Como dice mi querido Andy Stalman, Mr. Branding, estamos en la Era del Tótem y necesitamos transformar a nuestros clientes en creyentes


En un mundo donde las marcas buscan ser más humanas, nos enfrentamos al reto de conectar con nuestros clientes y ofrecerles la mejor experiencia que podamos para que regresen.


En el pasado conceptos como “el mejor producto”, “al mejor precio” o “¿cómo me veo?” eran considerados las bases de los elementos diferenciadores de una marca.


Hoy en día hemos aprendido, que también podemos diferenciarnos, por nuestros conocimientos, a quién le hablamos, así como la autenticidad y transparencia con la que actuamos como marca o negocio.


Debemos entender que nos enfrentamos a un cambio de mindset, donde las marcas y negocios tienen que ofrecer algo más que solo buen producto o servicio.


Se trata de una estrategia que, además de  buenas historias, busque construir relaciones perdurables, tomando acciones pensando primero en las personas y su bienestar. En crear relaciones que vayan más allá que una simple transacción. 


…Pero ¿Qué podemos hacer para que nuestro barco no se hunda?


Lo primero es entender que el futuro de tu negocio, no se puede predecir y mi invitación es a que lo CONSTRUYAN. Qué sabrosa esta experiencia.


Necesitamos cambiar nuestro chip y entender que debemos abrirnos a una cultura de innovación, que los cambios siempre son positivos, por lo que debemos aprender a ser flexibles y resilientes. Evitemos los BLOQUEOS.


Imagina por un momento a una institución bancaria que busca renovarse para crecer y aumentar su valor.


Lo primero que debe hacer, es pensar en cuáles son sus productos y servicios para entender, cuáles son las posibilidades para diversificar y ampliar el portafolio de negocio. 


En este caso podría abrir nuevos productos asociados a otro tipo de buyer persona en una Diversificación Horizontal, o la creación de otras divisiones para una Conglomerada. 


También es importante que revise cómo la perciben sus audiencias, y qué puede ser para mejorarla o consolidarla. La conexión con quienes te rodean es fundamental. Desde tener presencia digital, la creación de espacios para hablar sobre educación financiera con los clientes o la activación de campañas que permita capacitar o dar voz a las personas que trabajan dentro de la institución de maneras mucho más creativas.


Esto nos lleva a otro aspecto importante para la institución: revisar y tomar en cuenta qué puede hacer para mejorar la experiencia de su Talento Humano, de las personas que día a día trabajan en ella. 


Hay que recordar que nuestros colaboradores, son los primeros voceros, por eso no solo la institución debe pensar más allá de “atraer a los mejores, a los más capacitados”, sino también construir el ambiente adecuado para crear lazos a largo plazo.


Y por último, y es fundamental - nuestro negocio sin ellos no camina- debemos pensar cómo generar el bienestar a nuestros clientes, cómo podemos crear una relación de confianza y fidelidad que perdure en el tiempo. 


Esto puede incluir una lista enorme de posibilidades que pueden ir desde mejorar los canales de ATC, simplificar aplicaciones, crear mecanismos para ayudar a personas mayores o neurodiversas a hacer transacciones, así como inspirar al Talento Humano a asumir una cultura empresarial enfocada en el bienestar de los clientes. 


Todos, como marcas o empresas, podemos contar con lo necesario para afrontar la marejada y evitar que el barco se hunda. Lo único necesario es aprender a cambiar el mindset y abrirnos a una nueva mentalidad a la hora de hacer negocios. 


¿Estás dispuesto a hacer todo para que el barco no se hunda? ¡Cuéntanos en los comentarios!

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