¿Todo se puede asegurar?

¿Todo se puede asegurar?

Seguramente habrás escuchado que Leo Messi o Cristiano Ronaldo, tienen sus piernas aseguradas por montos entre los 50 y 100 millones de euros o, los labios de Angelina Jolie por 1 millón de euros; qué tal la sonrisa de Julia Roberts, en más de 20 millones de euros; el cabello de Jenifer Anniston en casi 2 millones y, muchos otros seguros extravagantes.

El mercado de los seguros ha evolucionado a tal grado, que hoy en día es posible asegurar cualquier cosa, y como bien dirá Antonio Luis Pérez-Verdía Alarcón, (de la firma AVALA Agente de Seguros y de Fianzas SA de CV) , “todo se puede asegurar, siempre y cuando exista una alta probabilidad de que no ocurra”.

Esta evolución, también ha generado que la venta de los diferentes productos en la industria de los seguros, se dividan por áreas, por ejemplo: espectáculos, líneas financieras, negocios de alto riesgo, afinidad por venta masiva, etcétera. Sin embargo, el especialista explicó, que todo debe tener una rentabilidad y una congruencia; además de que, en este tipo de seguros, no todos son de fácil acceso. Pérez-Verdía, explicó que la creación de estas variantes se basa sobre todo en la creatividad de cada una de las empresas, que buscan en muchos casos, incentivar al cliente para la adquisición o compra de productos principales, aunque para ello debe existir una suficiencia de prima y un mercado objetivo con un número mínimo de participantes y, pueda ser rentable. El experto nos detalló algunos, sobre todo por la relevancia que están cobrando en nuestro País. Robo de bolso de mano: Un producto que está dirigido generalmente a segmento de clientes en instituciones bancarias, que lo ofrecen como beneficio extra. Una cobertura para garantizar el contrato del producto principal, que es la adquisición de la tarjeta o la apertura de una cuenta de banco. También se ofrecen en la compra de vehículos, pues es un incentivo para la adquisición del auto; o algunas aseguradoras que ofrecen el seguro de auto, y como un plus, la indemnización por robo con violencia de bolsos, mochilas o porta- folios, siempre y cuando el atraco haya sucedido mientras el afectado y titular de la póliza se encuentre adentro del vehículo.

El robo del super o la despensa: Una de las coberturas que se lanzó, ante la necesidad de proteger de un robo a los artículos que recién se acaban de comprar en el supermercado. Seguro por cancelación de boda: Suele adquirirse cuando hay una fuerte inversión y un riesgo de cancelación por condiciones climáticas, o incumplimiento de proveedores, entre otros. Cubre daños en el atuendo de los novios y, en algunos casos incluye la terapia psicológica.

Robo de celular: Debido a que el aumento en el número de usuarios de aparatos móviles ha sido exponencial, de igual forma el riesgo de sufrir el robo de sus dispositivos, por lo cual las compañías también han creado productos de protección.

El agente, precisó que hay ciertos productos que las compañías de seguros los ofrecen de manera individual a su fuerza de ventas, y son poco conocidos, “hay que ver la penetración y las estrategias para que funcionen” y puso de ejemplo:

Seguro de riesgos cibernéticos: No está identificado en el mercado, aunque existe un convencimiento de que es un producto que tendrá una gran necesidad, “este, por ejemplo, deriva de la pandemia, muchos negocios se tuvieron que adaptar a la venta digital, pero también conlleva daños, ya que no están preparados para tener buenos controles de seguridad, y de ahí viene la necesidad de contratar este tipo de seguros, sobre todo en el proceso de contratación identificar e implementar las normas de cumplimiento”.

Existen muchos seguros o coberturas en México que conforme pase el tiempo, se fortalecerán en el mercado o desaparecerán; por lo pronto, otros que están cobrando fuerza son: para mascotas, cancelación de viajes, por día o kilómetros, y más.

Lo que siempre se debe tener en cuenta es, que cada compañía establece sus precios, las coberturas, las condiciones, la temporalidad, su mercado objetivo, etcétera, finalizó Pérez-Verdía.

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