Todo vuelve a cambiar

Cuando hace 17 años tuve la oportunidad de conocer a Enrique Dans, en la Escuela Superior de Ingenieros de Telecomunicaciones de Madrid, en un taller sobre el uso de nuevas herramientas de comunicación, no pensaba que me engancharía tanto a la tecnología.

Por entonces comenzaba a trabajar como responsable de Publicidad de la revista Interactiva Digital, en papel, efectivamente. Conocer a Enrique fue una de esas casualidades que luego agradeces toda tu vida.

Gracias a sus consejos comencé a utilizar twitter, empecé a escribir un blog y sobretodo me ayudó a coger el gusto por los cambios tecnológicos, por diferentes herramientas, por los wikis, por la web 2.0, por leer todos los días, en definitiva a ilusionarme no sólo por lo que hacía en el campo de la publicidad digital, sino sobretodo entender cómo nos iban a afectar los cambios que se avecinaban.

En aquellos tiempos conocí a Olga Palombi y a su marido Julio Alonso, el fundador de Weblogs y sus diferentes verticales temáticos. 

Escuchaba en aquella época, de boca de Enrique, como su hija Claudia comenzaba a escribir en un blog personal en blogspot (estaba entonces en 2º de la ESO), conocí a Susana, su mujer y descubrí esa pasión por estar al día de lo que pasa en el mundo tecnológico.

Años más tarde, Enrique escribió “Todo va cambiar”. Te aconsejo leerlo. Sinceramente, en la dedicatoria que me escribió en la presentación del libro decía: “Kike, gracias por esas contribuciones… algunas las va a reconocer”.

En 2010 hablar sobre música, películas, internet; la disrupción tecnológica, la evolución de la comunicación, la resistencia a la tecnología, una nueva generación, el neohumanismo o la evolución del ordenador a la nube, eran temas en los que muchos, digo bien, muchos pensaban que un puñado de tipos se habían vuelto locos y que sus seguidores estábamos de atar. Nada más lejos de la realidad. 

Entonces, escribió Enrique que la velocidad del cambio no iba a disminuir, y tanto que no lo hizo. Internet se había colado en nuestra vidas y las ventajas que comenzaba a aportar en nuestra vida personal y empresarial llevan consigo una adaptación al futuro que nos haría más sencillo desarrollar nuestra actividad. Encontrar una propuesta de valor, en el uso de la tecnología se convirtió en algo necesario en nuestras vidas. Todo va a cambiar terminada diciendo, “en realidad todo ha cambiado ya”.

Y aquí estamos 13 años después en la presentación de “Todo vuelve a cambiar” Y tanto Enrique. En tu primer libro estuvimos en la sede del IE en María de Molina, un edificio con gran solera en Madrid. Hoy en la planta 24 del nuevo IE Tower en el corazón financiero de la ciudad de Madrid, 

Con un formato de presentación innovador, en el que grandes personas que han pasado por tu vida tratan de presentar y contar cosas que pocos conocen de Enrique Dans: el negocio de la piscifactoría, la profesora más guay del IE, cómo el editor de Deusto, Roger Domingo te pidió escribir este libro tras escucharte en una conferencia, tu amistad con Julián de Cabo en el Instituto de Empresa o como, tu gran amigo Julio Alonso se ha convertido en un referente en estos de las criptomonedas.

Como no voy a hacer spoiler, os aconsejo comprar el libro y leerlo con calma. Cuanto menos es apasionante…

Pero si quisiera insistir, en un tema que salió en varias preguntas de los asistentes, que es la educación en el uso de las herramientas tecnológicas, en que no tratemos de maniatar a nuestros hijos con no usar internet o usar el móvil (a su debido tiempo cada uno) para estar informados, para aprender...

Sin querer entrar en polémicas, me pareció muy acertado, y en “Todo vuelve a cambiar” es un tema que está presente, que tenemos que educar a nuestros hijos en el uso de la tecnología, en el buen uso, pero insisto, hay que ponerse a ello.

Al terminar la presentación, gracias a esta inquietud por la educación de nuestros hijos, aproveché el formato desarrollado por Sergio Martín, para apuntar, que estando presente en la sala, Claudia Dans, hija de Enrique y Susana, contase a la audiencia cómo había sido su padre a la hora de enseñarle las nuevas tecnologías, y si había sido un padre muy pesado. 

Sin estar preparado, pues así surgió sobre la marcha, Claudia, habló que su padre le había ayudado mucho a entender el uso de la tecnología, y por ejemplo señaló en público que ella había conocido a su marido a través de twitter, y en privado, cómo a la hora de su reciente maternidad, como las matronas que le habían atendido estaban utilizando herramientas tecnológicas para mostrar a las madres primerizas, ciertas técnicas que pueden practicar antes del llegar al parto.

En definitiva, como la educación correcta de nuestros hijos, puede influir positivamente en su presente y en su futuro.

Cuando termine el libro, prometo contar algunas cosas más sobre la inteligencia artificial, el chatgpt y las criptomonedas.

Te dejo con la dedicatoria de este año: "Para Kike, uno con mucho pasado (ya son años) y con mucho futuro".

Si quieres hacerte con el libro puedes comprarlo aquí.