Todos Podemos Reducir el Desperdicio de Alimentos
En México, se pierde y desperdicia aproximadamente el 34% de la producción nacional de artículos de la canasta básica alimentaria mientras 26.4 millones de mexicanos carecen de ingresos suficientes para adquirir la cantidad y calidad de alimentos que necesitan. Además, en nuestro país, el 6.4% de la población, es decir, 8,189,000 personas, sufre de inseguridad alimentaria grave (IAG). Esto significa que regularmente se quedan sin alimentos, pasan hambre o incluso varios días sin comer. La IAG provoca desnutrición severa que puede resultar en diversas enfermedades y, en algunos casos, la muerte.
Se podría decir que el desperdicio de alimentos es un fenómeno inaceptable para la mayoría de las personas, especialmente cuando el hambre prevalece en la vida de millones. No obstante, seguimos siendo el país de América Latina que más pierde y desperdicia alimentos y nos encontramos entre los diez primeros lugares a nivel mundial.
Para abordar la inseguridad alimentaria de una manera sostenible es necesario hacerlo tomando en cuenta el desperdicio de alimentos. Si bien a nivel nacional las pérdidas durante la producción y el suministro son mayores que el desperdicio, en el caso de la Ciudad de México, el 60% del desperdicio de alimentos sucede en los hogares.
Aunque existen iniciativas de productores y minoristas para mitigar la pérdida y el desperdicio de alimentos, los esfuerzos individuales también tienen el potencial de transformar nuestro sistema alimentario. Además, evitar el desperdicio en el hogar es una acción sencilla y eficaz para ahorrar dinero y reducir la huella climática al disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero.
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Podemos reducir la cantidad de alimentos que desperdiciamos cambiando nuestros comportamientos mientras compramos, preparamos, almacenamos y comemos nuestros alimentos.
Algunas medidas fáciles de adoptar son: