Trabajar con Ancla.
Sabemos que la palabra “transformación” en todos los ámbitos puede llegar a ser sinónimo de incomodidad o de resistencia, todo esto llevado a que los procesos empresariales cuando ya se encuentran maduros y con una estabilidad que brinda seguridad a las compañías se convierten en ya procesos históricos para iterar en el nuevo día a día con el avance de la nueva estrategia gerencial.
No hay que desconocer que la experiencia es vital en el proceso de transformación, pero también es el ancla que puede llevar a que esta se tome un muy buen tiempo. Se puede llegar a cuestionar de todas las maneras con las herramientas del pasado cada paso que se da o simplemente se puede llegar a ignorar los avances cada vez que se define un proceso o simplemente surge una nueva necesidad paralela a la evolución de la compañía.
Podemos llegar a pensar que no se tiene un norte definido o que simplemente no se acotó el alcance inicial de la iniciativa de transformación, lo cual no está mal, ni está en lo correcto cada paso que se da, cada proceso de cambio lleva a un andar diferente sin que se tenga la certeza que es el camino, solo la coherencia en la iniciativa depurando cada error hará que se tenga el resultado esperado posiblemente en una escala mayor a la esperada.
No se podría avanzar en la construcción de productos que conformen un portafolio si no vemos la evolución de empresas de la última década como lo han sido Google, Amazon o hasta el mismo Facebook, la sinergia realizada entre todos los líderes de cada proceso fue lo que permitió que el producto y en este caso la compañía superara la expectativa de medición inicial de la idea o de la Startup que se concibió, con esto no alejemos la experiencia de la iniciativa ya que esta misma no debe retrasar la velocidad del proceso muchas veces la experiencia olvida que en sus inicios se basó en parte del instinto, ese instinto que llevó al éxito.
Cada peldaño de avance se tiene que sentir como la construcción de un piso completo de un edificio, más no verse como la imposibilidad de continuar por desconocimiento o simplemente comodidad en la estructura antigua, si fuera así los Mustang no hubieran tenido modelos nuevos, se hubieran quedado en excelentes maquinas sin avance, sin una visión.
Avancemos, avancemos a la velocidad que permite el mercado no anclemos las iniciativas con mediciones que a hoy ya no tienen sentido, las anclas solo están en los barcos para brindar estabilidad después de navegar, no para frenar un avance.
Juan Pablo Rojas Leon