Traducción y marketing: el dúo del momento
¿Tu empresa comercializa sus productos o servicios en otros países o tiene el proyecto de hacerlo? Entonces hay dos aspectos que seguro que ya tienes en cuenta: por un lado, las técnicas de marketing que vas a aplicar y, por otro, la presencia en Internet que tendrá tu empresa en el nuevo mercado.
Sin embargo, hay otro aspecto más que vincula los dos anteriores y que a menudo pasa desapercibido: la traducción. Hoy en día, no puede haber globalización ni marketing sin traducción porque, al final, ¿quién querría adquirir un producto o servicio que no entiende? ¿Quién querría entablar relaciones con una empresa que no empatiza con su lengua, cultura y costumbres?
Cuando se trata de marketing, uno de los primeros pasos que debemos realizar es definir al público objetivo. Cuando traspasamos fronteras, describir al target no incluye solo datos demográficos o socioeconómicos, sino también preguntas como “¿qué costumbres diferentes a las de mi país de origen tiene este nuevo grupo objetivo?”, “¿qué necesidades específicas tiene?” o “¿cuál es la forma de comunicación que mejor se adapta a su cultura?”. Así, la comunicación y la adaptación cultural son elementos clave en la estrategia de marketing.
Como podemos ver, no se trata de traducir un anuncio publicitario o la web de una empresa. Se trata de traducir contenidos a partir de cada cultura para acercarnos al consumidor y conectar con él (inbound marketing).
Localización y transcreación: la traducción en marketing
Hay dos herramientas básicas dentro de la traducción de marketing:
Es importante conocer estos dos conceptos para asegurarnos de que la traducción de los contenidos para el target extranjero se haga de forma concienzuda, cuidadosa y cercana.
Ambos son conceptos no solo relacionados con la traducción, sino también con la publicidad en sí.
Un buen ejemplo de publicidad adaptada y cercana al grupo objetivo es la campaña “T’estiu molt” del Ayuntamiento de Barcelona (2017). El eslogan juega con la proximidad sonora de la frase “T’estimo molt” (“Te quiero mucho”) utilizando la palabra “estiu” (“verano”), puesto que es una campaña para promocionar actividades estivales para niños y adolescentes.
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Traducir contenidos para la World Wide Web
1. Cuando creamos una web, está claro que creamos contenidos para el consumidor… y también para Internet. Como empresa, interesa posicionar nuestra web con técnicas de SEO a través de una buena selección de palabras clave. Y siempre hay que hacerlo adaptándonos a las necesidades de la empresa.
Por ejemplo, es el caso de la empresa automovilística Seat, que tiene que hacer un gran trabajo de SEO y SEM en países anglosajones por el parecido del nombre de la empresa con el término “seat” en inglés.
2. También podemos escribir enfocándonos a la experiencia del usuario (UX-writing), para guiarle de la forma adecuada en nuestra web. Por ejemplo, al respecto se podrían tener en cuenta las connotaciones de los colores para cada cultura: en Occidente nos atrae más un botón de compra en color verde que en negro.
3. Escribir textos que tengan en cuenta los deseos y emociones del consumidor final (copywriting), y no del consumidor del país inicial. Un ejemplo es el famoso caso del modelo de coches “Moco” de Nissan: se trata de una denominación poco acertada para un hispanohablante por el efecto que provocan en éste.
Tips para traducir desde el punto de vista del marketing
Como resumen, queremos compartir contigo algunas recomendaciones para la traducción de tu web o publicidad en el extranjero:
Para todo ello, asegúrate de que tu proveedor de traducción sea profesional y que esté especializado en marketing. Un buen traductor especialista en el ámbito sabe qué necesita buscar y adaptar para que tus productos o servicios también impacten más allá de tus fronteras.