TRANSACCIONES, EXACCIONES Y SUBVENCIONES

La riqueza de un estado no está hoy, como antaño, en las reservas que atesora su monarca, como en el antiguo régimen, o su Banco Central en términos del s. XIX, tampoco en la cantidad de bienes que se producen en su territorio y ni siquiera en el mantenimiento de un alto porcentaje en cada exacción individual como piensa la izquierda radical. Al contrario, actualmente la riqueza de cada estado está en dependencia del número de transacciones que en él se realizan, podemos aquí hacer referencia a Ronald Coase, Nobel de Economía en 1991.

Si de transacciones se trata, es mejor estimular el flujo y aumentar su número, con una exacción individual menor, que matar la gallina de los huevos de oro aumentando la exacción individual con un porcentaje alto que disuada al individuo de acudir al mercado libre. Por tanto, si se quiere aumentar la recaudación se debe estimular el incremento de transacciones gravadas, esto es propiciar el consumo en A, en blanco, y reducir hasta su desaparición las operaciones en B, en negro.

Es primordial pues liquidar la economía sumergida para aumentar la recaudación, la riqueza del estado, y esto se consigue bajando el porcentaje individual de exacción por cada operación, bajando impuestos. De este modo aumenta el número de operaciones, al resultar gravadas con un porcentaje individual inferior, lo que redunda en un incremento de la recaudación. Sin embargo, una renta mínima individual suministrada por el estado reduce la recaudación porque estimula las transacciones en negro, ya que si se produjeran en blanco su detección conllevaría la pérdida del subsidio por el individuo.

Así se entra en una espiral de empobrecimiento: el estado, necesitado de recursos para mantener el pago de la renta mínima subsidiada, aumenta la exacción individual y con ello logra dos efectos perniciosos:

-         Empuja a las capas sociales superiores a cambiar su residencia fiscal a atmósferas más respirables,

-         A la vez que, al encarecerlas, desestimula y reduce el total de transacciones en blanco y empuja a las capas inferiores de la población a la subsistencia a través del subsidio y el complemento del trabajo en negro. De aquí la proliferación del mercado negro en el régimen cubano, en el actual chavista/madurista y en todos los sistemas filocomunistas que en el mundo han sido.

Y esta espiral viciosa lleva a la dependencia y la pérdida de libertad del individuo, que, en la disyuntiva entre subsidio seguro y libertad arriesgada, optará por la seguridad y entregará el voto a su proveedor de subsidios, renunciando a la condición de ciudadano libre para convertirse así en súbdito. El estado se empobrece cada vez más y acaba vendiendo su petróleo a Irán, o su turismo a los operadores oportunistas que esperan el momento, a cambio de una buena "mordida" para los intermediarios.

Bajo la excusa de “no dejar a nadie atrás” y de que “los ricos hagan un esfuerzo fiscal” se pretende rematar, aprovechando la excusa de la crisis sanitaria y la económica provocada en consecuencia, el sistema económico español hasta llevarlo a las proximidades del sistema chavista, en beneficio de la nueva clase política que asentada en sus dachas de la sierra bajo custodia de la Guardia Civil ni siquiera oye los escraches, el “jarabe democrático” que recetaba a sus enemigos, pues la anchura del jardín atenúa el ruido. Además si en casa entran entre unas y otras 20.000€ al mes, el ruido es soportable, sobre todo si hay un tonto útil un petimetre que, engreído y soberbio, se encarga de firmar en el BOE.

Y a los que no están de acuerdo se les impide mantener sus negocios, sea a través de la confiscación o simplemente empujándoles a la quiebra económica y el concurso de acreedores por el simple expediente de impedirles la actividad, sea prohibiéndola legalmente, con el usted no pasa de fase, en una primera instancia, o bien , en el período siguiente, provocando su inviabilidad económica con la limitación de aforos. Es decir reduciendo las transacciones hasta eliminarlas.

Vosotros sabréis si queréis este futuro para España.

En Madrid, a 19 de Mayo de 2020, en un punto indeterminado de la transición de la fase 0 a la fase 1, y en la esperanza de que cuando se llegue a la fase 2 quede algo que salvar