TRANSFORMACIÓN DIGITAL Y LA
INTERNACIONALIZACIÓN DE LA UNIVERSIDAD PARA EL LOGRO DE LA CALIDAD EDUCATIVA
Articulo Publicado en la 10ª Edición La transformación digital y la calidad educativa en las instituciones de educacion superior-e-ISSN 2619-192X-Universidad Agustiniana, Colombia

TRANSFORMACIÓN DIGITAL Y LA INTERNACIONALIZACIÓN DE LA UNIVERSIDAD PARA EL LOGRO DE LA CALIDAD EDUCATIVA

El presente artículo pertenece a un proceso de análisis de la transformación digital que se produjo en los años 2020 y 2021 en los contextos de contingencia por parte de la carrera de Pedagogía en Educación General Básica de la Universidad Adventista de Chile y cómo esta adaptación a nuevas condiciones, el cumplimiento con los compromisos académicos y revisión en la gestión por parte de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) han permitido una mejora en la toma de decisiones en beneficio de la calidad del programa de estudio y que ha iniciado una vinculación de estrategias de internacionalización de acciones por parte de la carrera.

El COVID-19 genero efectos en todas las estructuras sociales y económicas a nivel global y las instituciones de educación superior se vieron afectadas entemas de gestión de sus procesos como también de la estabilidad y continuidad, las medidas como el distanciamiento social y las normativas exigidas por las autoridades para sobrellevar la pandemia obligaron a un contexto digital forzado, que en el caso universitario impuso una pedagogía centrada en la teleeducación como medida para garantizar el funcionamiento y sostenibilidad. (Vicentini, 2020) Desde esta perspectiva, las instituciones educativas, percibidas como las encargadas del proceso formativo ya sean por el Estado o por la administración privada, ha tenido que adecuarse al contexto de la pandemia buscando subsanar las carencias de capacitación, acceso de sus estudiantes y su entorno social (UNESCO, 2020). Esta capacidad de reacción dependía de los procesos iniciados antes de la pandemia sobre digitalización y las trasformaciones de las infraestructuras tecnológicas, permitiendo tener cierta experiencia en el desarrollo de la cultura digital de estudiantes y profesores con procesos administrativos como curriculares en los formatos hibrido o virtual.

A propósito de esto, la Universidad Adventista de Chile, tenía ciertas incursiones en programas de formación con enfoque digital, pero su base programática de estudios se basaba en clases regulares presenciales, en este sentido el programa de estudio de pedagogía en Educación General Básica mantiene un trabajo continuo en la formación de estudiantes de pregrado desde el 2003 y se encontraba en un proceso de acreditación bajo la Ley de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Ley N°20.129), en las dimensiones de perfil de egreso, resultados, cuerpo académico y vinculación con el medio, teniendo como proceso de revisión formal por parte de la comisión en el año 2019 y que se vio postergado para su revisión en mayo del 2021 debido a la contingencia del COVID-19.

En lo relativo al aseguramiento de la calidad, el actual escenario ha llevado a la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) a flexibilizar sus procesos de acreditación y evaluación, tanto de las diferentes Instituciones de Educación Superior, como de las carreras y programas de Pregrado y Postgrado. Como universidad y programa de pregrado se debió afrontar condiciones de calidad que se comprometían a ser preservadas en este contexto de pandemia y en particular mantener los procesos de formación en lo virtual, el uso y acceso de tecnologías para apoyar obligadamente la transformación digital sobre las capacidades del profesorado y así estos mirar esta situación como una ventana de oportunidad además de la flexibilización y jerarquización del proceso al momento de diseñar estrategias pedagógicas, curriculares y evaluativas.

En este sentido, acciones como seminarios, clases y jornadas de intercambio se vieron aumentadas y la disponibilidad de profesionales y universidades de toda Latinoamérica y el mundo estaban en una situación común, observando y analizando oportunidades de esta apertura digital y comunicación de experiencias. Se debe reconocer que redes sociales como Facebook, WhatsApp, Linkedin entre otros, a través de sus grupos especializados permitieron que las intenciones de trabajo de diversos profesionales pudieran tener buen puerto en este nuevo contexto de desempeño laboral virtual permitiendo la maduración digital.

Es necesario reconocer que el concepto de digitalización está inserto en prácticamente toda nuestra sociedad, desde el uso de Internet en el quehacer diario, para temas académicos profesionales o de ocio, y por otra parte esta utilización de las tecnologías de la información (TIC´S) es un elemento transformador que incide en la sociedad y en especial en la intensidad productiva de algunos sectores. (Cueva, 2020) En este sentido la pandemia provoco un cambio en el uso de estos recursos y el concepto de TIC´s como también digitalización fueron el sustento para mitigar los impactos en la calidad del proceso de enseñanza y aprendizaje. Para lograr lo anterior, no recae solo en la incorporación o compra de tecnologías, también es necesario el “liderazgo en TIC´s” además de la inversión en infraestructura para que las universidades soporten esta transformación. (Dudin et. al. 2020)

Como universidad el conocer el punto de partida y el impacto de esa transformación digital, es un primer paso para la implantación y el conocimiento de la madurez digital de las instituciones para poder gestionar su orientación y la adaptación a las nuevas realidades comprendiendo que es un estado de cambio constante el cual permitirá una lógica de mejora constante (Juca et. al., 2019). Por consiguiente este proceso de trasformación y madurez digital de las instituciones tiene varias fases; resistencia digital, explorador digital, jugador digital, trasformador digital, disruptor digital. (Cueva, 2020) Dependiendo de las necesidades detectadas o las resistencias de sus integrantes puede provocar el avance o retroceso en la adaptación de las nuevas exigencias que género la pandemia vivida en los años 2020-2021 y que continuará probablemente los años posteriores.

La mayoría de los líderes universitarios según el estudio “Modelo de madurez digital para universidades del 2018” opta por término medio en relación al modelo de incorporación de la digitalización, prefieren planes parciales en sus operaciones (Fernández et. al., 2018) se debe tener en cuenta que una de las prioridades para cambiar o tomar la decisión de digitalizar es una argumentación económica, tendiendo a mantener una lógica de gestión tradicional, esto debido a que las limitaciones financieras son las más relevantes para el desarrollo de la universidad, en un segundo lugar, la decisión tiene un aspecto social. (Dudin et. al., 2020)

En este sentido la digitalización obligada en el periodo 2020 y 2021 permitió acciones de internacionalización de las universidades y específicamente desde acciones nacidas desde los programas de pregrado. Del mismo modo la internacionalización puede verse como un proceso de política interna como externa, que como objetivo tiene contribuir a la mejora de la calidad y pertinencia permitiendo una dimensión internacional en la cultura universitaria, la consideración de estándares de calidad internacionales a nivel investigativo docencia y procedimiento de gestión, pudiendo suplir necesidades y el aprovechamiento de oportunidades que a nivel local y nacional no pueden ser satisfechas o abrir nuevos nichos de acción con una apertura regional o incluso mundial, permitiendo una influencia de la visión de las instituciones. (Sebastián, 2005). La internacionalización es un proceso evolutivo, que se ajusta con el contexto social y la contingencia del momento y el factor principal que la motiva es la globalización, con características de interdependencia entre regiones y naciones, manifestándose una intercomunicación de miradas culturales, políticas, económicas sociales y de conocimiento. (López, 2018)

Por consiguiente la internacionalización debe ser mirada como una oportunidad de accesos a espacios de comunicación a través de la movilidad de docentes y estudiantes, incorporación a redes académicas y de investigación que permiten por ejemplo el desarrollo académico y profesional de la comunicación educativa, una mejora de los procesos de calidad a nivel de gestión, incorporación de nuevas ideas y soluciones a problemáticas y un dinamismo de nuevos espacios de desarrollo, sin olvidar que estos propósitos dependen del dominio de la TIC´S y el reconociendo de los imaginarios sociales de las comunidades universitarias (Soler, 2020)

Aunque es claro que la digitalización y la internacionalización son una oportunidad para las instituciones de educación superior, que aportan a factores como la globalización y a la apertura del desarrollo académico (estudiar o trabajar en contexto distintos al propio) van a ser más amplios y permitidos, pero ¿cuánto afectará la resistencia digital? No tener objetivos definidos ni una estructura digital organizada, donde más bien los esfuerzos individuales de los equipos de gestión permiten las acciones puntuales de internacionalización y digitalización, pero no se extienden como una acción sistemática de los departamento, peligrando la continuidad e incluso no permitiendo que la misma institución identifique la necesidad de transformación.

En el contexto de pandemia y esta transformación digital obligada para las instituciones educativas, ¿se considerará este avance como una necesidad en aumentar el nivel de competencias digitales y de incorporación de la cultura digital de la comunidad universitaria?, ¿Podremos mantener una lógica hibrida, rescatando los aspectos positivos de la digitalización? En este sentido n debemos mirar que la acción de gestión o política debe ser impuesta solo por el líder institucional (rector) sino más bien permitir que esta visión pueda ser activada por parte de los distintos estamentos de la comunidad, donde las acciones estén alineadas con los objetivos estratégicos , siendo consideradas sólo si contribuyen significativamente a satisfacer dichos objetivos.

En el logro de estos objetivos estratégicos, se necesita la incorporación de un componente de digitalización e internacionalización de las estrategias pedagógicas, donde se permita al estudiante conectar el salón de clases con el mundo a través de actividades como seminarios internacionales, salas espejos, la investigación en conjunto entre estudiantes de distintas casas de estudio. Si se considera a las universidades agentes de cambios para individuos y sociedades, en este sentido ¿estarán a la altura de considerar la responsabilidad que tienen de mostrar el camino de la digitalización e internacionalización para sus comunidades en la acción micro curricular?

La contingencia como oportunidad; Los equipos de gestión de la carrera pudieron tener la apertura de accionar actividades digitales, transformar la gestión pedagógica en aspectos sincrónicos y asincrónicos para poder mantener la acción formativa pero además la vinculación e interacción de una situación vivida como sociedad global, permitió comprender que las necesidades de las instituciones y los objetivos de mejora de la calidad eran compartidos, pero la burocracia inherente al control de los procesos, puede perjudicar esta beneficiosa comunión de acciones que permitan superar las problemáticas vividas en pandemia. Entre tanto la gestión de aula se vio potenciada por estas acciones micro curriculares como clases Aulas espejo, invitación de clases magistral a docentes de otras universidades y el intercambio de tácticas se debe mantener más allá de un impulso de novedad, más bien como acciones que nazcan desde los carreras con programas de estudios que puedan adaptarse de manera rápida a las necesidades que tiene el medio.

La madurez digital; Esta madurez forzada, debe formalizarse y trabajar la dimensión de intensidad digital con base a cuántas iniciativas tecnológicas surgen, cuántas acciones de trasferencia tecnológica nacen desde el aula y como esta gestión operativa permiten esta eficiencia y competitividad que incluso puede cuestionar los departamentos de gestión de la institución universitaria. Lo cual nos lleva a comprender las fases de maduración que tiene la institución y comenzar a trabajar desde ese punto para el logro de objetivos estratégicos incluyendo todos los estamentos.

La internacionalización universitaria, requerimiento de calidad; La vinculación entre universidades, redes internacionales y sus equipos, condiciona a mirar para la mejoras de los ambientes y exige que los aprendizajes sean pertinentes y aplicados en distintos contextos, provocando un cambio cultural institucional, favoreciendo esta construcción del imaginario social sobre calidad en la entrega formativa.

Referencias

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Dudin, M. N., Afanasyev, V. V., Voropaev, M. V., & Zasko, V. N. (2020). Estado y problemas de digitalización de la gestión de universidades en Rusia y en tres países latinoamericanos (Argentina, Chile y Brasil). Formación Universitaria, 13(6), 61–76.

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Vicentini, I. C. (2020). La educación superior en tiempos de COVID-19: Aportes de la Segunda Reunión del Diálogo Virtual con Rectores de Universidades Líderes de América Latina. Inter-American Development Bank.

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