Transformación Organizacional desde un enfoque más HUMANO

¿Cómo transitar de la resistencia al cambio a un enfoque de motivación auténtica en un proceso de transformación organizacional?

Cuando hablamos de transformación estamos hablando de cambio y hay algo muy importante que debemos comprender acerca de esto:

Lo más complicado a la hora de cambiar es justamente eso, CAMBIAR.

Biológicamente todos los seres humanos evitamos el cambio, nos cuesta cambiar ya que esto supone un esfuerzo adicional para nuestro cerebro que siempre está buscando la forma de economizar energía.

¿Y cuál es ese esfuerzo adicional? Cuando aprendemos algo o adoptamos una forma de hacer las cosas, nuestro cerebro construye un camino por el cual transitar; cada vez que nos encontramos en una determinada situación nuestro cerebro automáticamente buscará que transitemos por algunos de los caminos que ya hemos construido a lo largo de nuestra vida, no le resultará sencillo transitar o construir un nuevo sendero ¿La razón? Para él ya existe un camino y no encuentra necesario gastar toda esa energía en generar uno nuevo.

Podemos afirmar entonces que es más fácil y más cómodo hacer las cosas como siempre se han hecho ¿verdad? Verdad. Eso es lo que quiere nuestro cerebro y es la forma en la cual justifica el por qué no va a cambiar, para nuestro cerebro las cosas funcionan así; pero recordemos que ningún genio ha logrado grandes cosas haciendo siempre lo mismo.

Entonces ¿Cómo manejar o transitar esa natural resistencia al cambio? ¿Cómo decirle a nuestro cerebro: vamos a construir un nuevo camino para lograr una transformación organizacional positiva y efectiva?

Lo primero que debemos hacer es conocer los dos patrones de funcionamiento de nuestro cerebro: El SIC y el SAC

SIC: Es el sistema inhibitorio del cerebro. Es el que nos dice ¡CUIDADO! ¡ALERTA! Se activa ante el peligro y las amenazas. Genera resistencias, genera estrés, nos mantiene en un estado de alerta constante que en periodos muy prolongados de tiempo puede resultar agotador.

SAC: Es el sistema de activación del cerebro, se activa ante una recompensa, ante una ganancia percibida como positiva, permite la segregación de dopamina que es la hormona encargada de generar auténtica motivación en un ser humano.

¿Y qué tiene que ver todo esto con el cambio y la transformación?

Bien, cuando asimilamos un cambio desde el SIC, es decir bajo la perspectiva de un peligro o amenaza, automáticamente el cerebro se paraliza, se congela negándose a cambiar. En cambio, cuando asimilamos un cambio desde el SAC nos enfocamos en las recompensas creando en nosotros energías positivas que nos llevan para adelante.

Entonces, en un proceso de transformación debemos buscar abordar el cambio desde el lado de las recompensas y no desde las amenazas, debemos buscar trabajar desde el SAC y no desde el SIC.

Pero como mencionamos hace unas cuantas líneas atrás, biológicamente el cerebro se resiste al cambio, siendo así ¿Cómo transformamos el SIC en SAC? ¿Cómo transitamos de la resistencia al enfoque de recompensas?

Conectando con una motivación auténtica y genuina en cada uno de nosotros, debemos encontrar que es lo que realmente nos mueve, lo que mueve a nuestros equipos, a nuestros colaboradores, ya que solo encontrando lo que nos mueve de verdad es que vamos a tener la energía para que un cambio sea sostenible en el tiempo

En los procesos de transformación organizacional el gran problema es que los líderes están acostumbrados a generar horas y horas de SIC haciendo que todo cambio sea una tortura, la falta de comunicación y de claridad en el propósito del cambio producen una estimulación negativa que genera un desgaste de energía enorme en el cerebro de los colaboradores, dicho desgaste además de falta de motivación y compromiso ocasiona que la transformación no se haga como debería.

Para trabajar la transformación en la organización debemos de estimular el efecto de horas y horas de SAC, debemos conectar con una motivación auténtica en cada uno de nuestros colaboradores, la gente tiene que saber para qué hacemos lo que hacemos, el propósito del cambio es la base de todo, NUNCA ES QUÉ HACES, ES PARA QUÉ LO HACES,

Para una transformación exitosa recuerda: El ser humano no puede hacer sostenible un cambio si no lo disfruta .