TRANSFORMACION PROFESIONAL
Estaba leyendo en LinkedIn el relato de Paula Lesina sobre el storytelling y cómo contar tu propia historia que acaba con un….
‘Espero que escribas tu propia historia reconociendo dónde están las luces y cuáles son las sombras en el viaje de descubrimiento que significa tu realización profesional’
…y he tenido el impulso de ponerme a escribirla. Sin estructura, ni pretensiones, sólo dejándome llevar a ver si consigo ese twist de las luces y las sombras en el viaje de descubrimiento que significa mi realización profesional.
Quería mejorar, quería aprender, quería estudiar en la universidad, quería viajar, vivir en una ciudad, volar. Lo tenía muy claro. No había ninguna duda en que eso era lo que iba a hacer. No recuerdo desde cuándo lo sabía. Desde siempre. Ese es el primer objetivo que recuerdo que he tenido y por él que he luchado. Me he dado cuenta que tener objetivos me ha hecho conseguirlos o al menos ha ayudado.
A lo largo de mi vida uno tras otro, he ido marcándome objetivos y retos. He luchado por ellos y en su mayoría los he conseguido. ¿he sido feliz? Pues, yo diría que si. He sido feliz pero no sólo he sido feliz, he sido también desgraciada, me he frustrado, me he sentido insegura, mi autoestima se ha tambaleado, he estado cansada, …..cierto. He sentido todo eso y más y ahora que lo pienso, me gusta mucho porque eso quiere decir que he vivido intensamente y una veces salían las cosas mejor y otras peor pero las vivencias ahí están. Y eso si me hace feliz. Pueden que estas sean las luces de mi trayectoria profesional. Que ha existido, que he luchado, que ha sido intenso.
En términos estrictamente profesionales, mi gran objetivo, el motor de mi vida profesional era muy ambicioso, ‘quería tener el despacho de la esquina’. Tuve despacho, y si, grande y luminoso, pero no conseguí el de la esquina. Puede que aquí vengan las sombras, lucha constante por conseguir algo que me impedía disfrutar plenamente de lo que ya tenia.
Recuerdo quejarme mucho por lo que no tenía, porque el puesto se lo llevase otro, porque no me lo asignaran todo a mí, por no ser imprescindible a pesar de creérmelo, por no tener más reconocimiento. Aunque también recuerdo disfrutar de muchos momentos, de logros, de cumplimientos, de evaluaciones a mi equipo cuando estaba en mi mano darles lo que merecían.
Recuerdo algunos hermosos errores, como creer ser mas lista que mis jefes. ¡Qué fallo de principiante! Esa ha sido la causa de mis desdichas, porque a ningún jefe le gusta tener una sabionda con innumerables grandes ideas que hay que poner en práctica sí o sí.
Mi sombra más oscura ha sido dedicar mi tiempo, mi ilusión y mis energías a mi trabajo por delante de mi familia, amigos y yo misma. Ahora tengo mil razones para defender que ese comportamiento fue un error, antes, sencillamente no lo veía. Hasta tal punto era así, que yo no iba a mis revisiones médicas, no cogía el teléfono a amigos y familia, trabajaba también al llegar a casa….en fin. Era sólo trabajo, y trabajo ajeno, ¡ni siquiera era mi empresa!.
Como dice Paula en su articulo, un día pasa algo, bueno o malo que te hace reaccionar y a partir de ese momento se desencadena un proceso de duda, incertidumbre, inquietud y de búsqueda. En ese momento empiezas a replantearte tu actividad actual. Ya no estas cómoda, no sabes que hacer pero algo se mueve. En mi caso fue una breve, fría, y rápida invitación del Director de Recursos Humanos a firmar una carta de despido. Ese día, sencillamente, me morí.
Este fue mi punto de inflexión. El inicio del proceso de transformación, del descubrimiento del que habla Paula. Afortunadamente, mi reacción fue, parar, pensar, descansar, pensar de nuevo y finalmente empezar a tomar decisiones.
La primera decisión fue, quiero saber sobre mi. Cómo soy, qué me gusta, qué es sentir, vivir el silencio, andar despacio, sonreír y ….escuchar. Aquí empezó mi largo camino hacia el encuentro conmigo misma y la transformación en mi forma de ver la vida, el mundo y a los demás.
La segunda decisión fue certificarme como coach, formarme como mentora y dedicar mi tiempo a acompañar a mis clientes en su propio proceso de transformación. A partir de ahí estoy disfrutando enormemente de mi tiempo. Vivo el presente, hago acuerdos con compañeros y amigos para colaborar en proyectos sin importarme el beneficio, me hace feliz escuchar, no me enfado (bueno un poquito pero poco poco), practico el desapego, he conseguido que no me afecte lo que dicen los demás, he conseguido no necesitar la aprobación de un tercero para valorarme (o estoy en ello)…. Todavía me queda mucho por andar, pero lo que me mueve, me conmueve y me remueve es vivir cada instante, lo que siento al saborear una buena comida, al compartir un rato con un amigo, al preparar un viaje, al tener una sesión de coaching, al ver una película, pues eso, ser consciente de cada instante y disfrutarlo.
Esta es mi historia Paula gracias por animarme a escribirla.
Senior Change Maker
5 añosUna historia que aunque muy personal es muy común en el mundo profesional donde todos no tienen la capacidad de reinventarse que tu tienes.
Consultor de Ciberseguridad
5 añosSI moriste y estás aquí, será que volviste a nacer. Tal vez, más tú. Gracias Antonia por este momento de valentía.
Socia fundadora en Abril
5 añosCristina, mi directora de recursos humanos favorita. Afortunadamente hay gente como tu que sabe perfectamente hacer su trabajo. Nunca olvidaré nuestro tiempo juntas. muchas gracias por leer y recomendar mi publicación. un beso
Socia fundadora en Abril
5 añosCarlos, ¿cómo estas amigo? muchas gracias por leer y recomendar la publicación, te suena lo que digo ¿verdad?
Estudiante en Universidad de Málaga
5 añosEnhorabuena por todo lo que has conseguido. Seguro que quedan mil cosas más por venir. Yo creo que es muy cierto eso de que en esta vida todo pasa por algo, si ese algo es malo, solo nos lleva a crecer como persona. Un beso feliz día