Transformemos el Estado para el beneficio del ciudadano
Simulando las destrezas del maestro del póker, el gobierno reveló su as bajo manga esta semana, que nos comunica algo como: "me guío por la filosofía de la sencillez y la efectividad". El domingo se promulgó el Decreto Legislativo 1565, que establece los principios de calidad de regulatoria, es decir, una lista de 14 requisitos que se exigirán a las entidades estatales para que hagan bien sus normas legales. Entre estos están: la orientación a las personas, la transparencia, la participación, el empleo de evidencia, la rendición de cuentas, la simplicidad, la efectividad, la subsidiariedad -reconocimiento de la autonomía de los actores no estatales para dar solución a problemas públicos-, la articulación, la coherencia y otros aspectos.
Los 27 decretos legislativos que el Ejecutivo emitió utilizando las facultades delegadas otorgadas por el Congreso, parecían ser un conjunto de reglas que habían sido abandonadas en algún rincón lejano del Ministerio de Economía. Tal vez se trataba de un disfraz conveniente para superar su propio el obstáculo interno del Ejecutivo: albergar una gran cantidad de mugre comunista que propago sin control el golpista. Sin embargo, ¡qué sorpresa! El lunes pasado, el MIDIS se convirtió en el primer ministerio en dejar sin efecto varias normas de su sector, con el objetivo de depurar lo que no aplica, es decir, eliminar todas las incongruencias e interferencias normativas para ser más eficientes y cumplir los estándares de calidad regulatoria. ¿Qué esperan los demás ministerios para hacer lo mismo?
Si realmente los principios de articulación y cohesión tuvieran la fuerza suficiente, hubiéramos visto normas vinculadas desde el martes y a lo largo de estos días para depurar lo malo en otros ministerios. Por esta razón, hasta que el gobierno en su totalidad comprenda que la burocracia excesiva obstaculiza la eficiencia del Estado, su misión no será clara. Resolveremos la incertidumbre preguntando a cada ministro: ¿Cuál es el propósito del Estado? Cualquier reforma o transformación estará destinada al fracaso si no se logra alinear la respuesta a esta pregunta para todo el gobierno.
Para comenzar una transformación integral en el Estado, el gobierno de Boluarte debe demostrar la existencia de un ente rector a nivel nacional capaz de formar alianzas regionales y entre las entidades del sector público para llevar a cabo la misión del Estado. Durante mucho tiempo, el cargo de Ministro de Economía y Finanzas ha sido reconocido por ser responsable de llevar a cabo la reformas importantes. La contribución al crecimiento económico sostenido del país es la tarea del ministro. Es evidente que la posición de un MEF excepcional ha sido interrumpida durante periodos significativos.
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De acuerdo con el artículo 58º de la Constitución, la misión del Estado es orientar el desarrollo del país y actuar principalmente en áreas de promoción de empleo, salud, educación, seguridad, servicios públicos e infraestructura.
La simplificación administrativa y la calidad regulatoria son avances, pero si no están basadas en una transformación profunda del Estado, las ventajas pueden perderse en el corto plazo. Contar con una dirección clara hacia el cumplimiento de la misión del Estado significa distinguir los intereses políticos de aquellas que pueden actuar con egoísmo y entender que el aparato estatal debe ser excelente en calidad para brindar servicios al ciudadano. Más allá de las regulaciones, debe tener la capacidad de implementar servicios en alianza con el sector privado. Las instituciones exitosas que forman parte de los aparatos estatales del primer mundo priorizan la misión y visión del Estado, tener un sentido de urgencia y tomar decisiones en función a criterios técnicos estratégicos que promuevan el bienestar de los ciudadanos.
Ver aquí artículo publicado en Diario Expreso, el 3 de junio de 2023