Trata de personas, un monstruo de mil cabezas
Isabel Soto Mayedo
KARLITA
El pullman de Los Halcones parecía pequeño para guardar toda su euforia, manifestada de manera continua a quien supuestamente la escuchaba del otro lado de la línea. Sin embargo, una que otra vez miraba alrededor, como escrutando a quienes la rodeaban, y su rostro aniñado volvía a ensombrecerse. Reiteradas veces el resto de los pasajeros la escuchó asentir o negar; fuera de eso, sólo daba detalles del lugar por el cual avanzaba el transporte.
Aunque su diminuto cuerpo, engalanado con un traje típico plagado de azul celeste, parecía atado al asiento finalmente se le vio bajar en Cuatro Caminos. Sin dudas, las ansias de acudir al sanitario la vencieron y ello la obligó a lidiar con los ojos increpadores de las que confluían con igual necesidad en ese espacio.
Esperó la salida de todas con paciencia, pero aún así quedó una señora dispuesta a abordarla, tal vez por instinto maternal o movida por los recelos. Ella apenas respondió con frases entrecortadas, pero suficientes para entender que salió de un caserío huehueteco, en su primer viaje sola, para reunirse con una supuesta tía en la capital que la ayudaría a ganar un dinero para ayudar a su mamá y a sus tres hermanitos más pequeños.
Sin embargo, al llegar a la terminal de la capitalina Calzada de Roosevelt bajó con la agilidad propia de sus cercanos 12 o 13 años –pese a los desproporcionados tacones negros que calzaba-, caminó con cierta timidez hasta donde estaba un hombre de cabello gris y arrugas en el rostro, y luego desapareció en un auto con él.
JUAN
Cada tarde, durante más de un año, lo vieron de un lado a otro detrás del mostrador, atendiendo los pedidos de las muchas personas que acudía a la abarrotería donde trabajaba. Nunca lograron arrancarle su edad, ni datos acerca de su familia o donde dormía o si estudiaba. Sólo sonreía y esquivaba cualquier contacto visual o verbal, como si los afectos le fueran ajenos o le infundieran terror.
Una vendedora de un puesto cercano aseguraba que era parte de un grupo de tres niños, que estaban desde el amanecer hasta las 10:00 de la noche en ese y otros punto de ventas en las inmediaciones del edificio y que alguna vez lo había visto en una “tiendita” situada a unas cuatro o sin cuadras, trabajando a altas horas de la madrugada.
La verdad detrás de aquellos ojos siempre cansados y rodeados de sombras nunca llegó a saberse, pese a la insistencia en procurar alguna frase que permitiera identificar el misterio. Sólo una vez asintió cuando le preguntaron si era de Quiché y de a poco dejó entrever que llevaba cuatro años trabajando para el mismo propietario de abarroterías en la capital. Poco después desapareció sin que se volviera a tener noticias de su paradero.
ANTONIO
“Cada vez que recuerdo todo aquello me sudan las manos, creo que nunca voy a atreverme a contarle a mi hijo”, confesó, tras muchas semanas de intercambiar “buenos días” y una que otra frase amable, al tomar el pedido del café acostumbrado por su interlocutora. Esa mañana estaba solo en el negocio y quizás por ello aceptó la invitación a compartir parte de su historia.
“En este país estamos ahogados, ya ve que soy indígena, imagínese. Cuando mi mamá murió yo me fui de la casa con uno de mis cinco hermanos, las otras se quedaron porque eran niñas y cuando yo aprendí me di cuenta que había sido error dejarlas con mi papa, que era un borracho.
Entonces, nos vinimos y hacíamos de todo, limpiar zapatos, cargar cajas, limpiar carros, hasta que nos mataba el cansancio y dormíamos en cualquier lugar.
Un señor que era dueño de un comedor cerca de la Morera nos ayudó muchas veces, dándonos comida, ahí conocimos a un cuate raro y medio sucio pero chistoso, que nos invitaba a su casa, nos ponía tele y nos dejaba quedarnos.
Mi hermano se molestaba conmigo, me decía que quería irse, nos peleábamos y yo le decía que no, y hasta nos dejábamos de hablar. El hombre siempre me llevaba con él a todas partes, conocía a sus amigos, y les hacía mandados a unos a veces, ahí aprendí con ellos a tomar tragos y mi hermano me decía que se iba a ir hasta que se perdió y a mi no me importó.
Ya yo dormía en la misma cama del cuate y a veces despertaba sin saber cuando me había acostado, con ganas de vomitar, con el cuerpo lleno de dolores, hasta moretones en los brazos. Otras veces venían sus dos o tres amigos, tomábamos, fumábamos y a veces unos se ponían muy pesados.
Francisco se ponía molesto cuando me veía hablar con otros en el barrio, siempre hablaba mal de todos y no le gustaba que yo me mezclara con nadie. Nunca fui a la escuela y una señora me decía a veces que por qué no iba con mis padres, era la chismosa del barrio, que llamaba a los policías cuando la fiesta en casa de Francisco era más escandalosa.
Una día tempranito vinieron los policías con otros hombres y una mujer. No sé qué hicieron con ese viejo mal nacido, a mi me metieron en un albergue, con otros niños sin padres como yo, porque mi papá nunca vino a buscarme. Allí fue donde me enseñaron a ver las cosas de otra manera y mire usted que ya cuando fui mayor empecé a trabajar de ayudante de un camión, hasta que conocí a la mamá de mi hijo y mi cuñado me dijo si quería venir a ayudarle con la cafetería y mire que ya la conocí”, así terminó, ante la llegada de otros dos clientes.
COMPROMISO Y SENSIBILIDAD
Estas historias probablemente le resulten más familiares de lo que pensaba y es que cada día usted puede entrar en contacto con una víctima de la trata de personas, muchas de ellas, probablemente sin clara conciencia de ser utilizadas por quienes sólo procuran acumular ganancias sin mayores esfuerzos, a costa de otros seres humanos.
Según organismos internacionales, la trata de personas persona abarca desde la captación, el transporte, traslado, acogida, recepción y la retención de una o más personas, con el fin de explotarla en algunas de las modalidades de este crimen: pornografía, mendicidad, cualquier forma de esclavitud, servidumbre, adopción irregular, venta de personas, trabajos o servicios forzados, prostitución ajena, trámite irregular de adopción; embarazo forzado, matrimonio forzado, matrimonio servil, reclutamiento de personas menores de edad para grupos delictivos organizados y cualquier otra forma de explotación sexual, de explotación laboral, así como extracción y tráfico de órganos y tejidos humanos.
“La trata de personas es un delito catalogado de muy grave, porque atenta contra todos los derechos humanos de una persona. En esta confluyen la privación de libertad, la privación de comunicación, las lesiones físicas, daños sicológicos. O sea, el daño a una persona que ha sido víctima de trata de personas es muy fuerte y dependiendo la modalidad a la cual haya sido sometida esa persona pueden ser peores los daños”, explicó la directora encargada del tema en la Secretaría Contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas (Svet), Danissa Ramírez.
De acuerdo con la funcionaria, las estadísticas oficiales muestran que de todas estas “la que más denuncias genera en el país es la explotación sexual y luego los casos relacionados con la explotación laboral. Mas, tenemos mendicidad también y prostitución ajena, aquella en la que una persona obliga a otra a ejercer esa actividad, para quedarse con el dinero resultante de la misma”.
Acotó que en este sentido “no se habla del ejercido de la prostitución como tal, porque en Guatemala esta no está sancionada, pero si es sancionada como una modalidad de la trata de personas si existen señales de que una persona pudo haber sido captada, retenida y está siendo explotada para prostituirla a favor de otra persona”.
Ramírez hizo notar que en el territorio existen muchos lugares dedicados a la prostitución que comienzan a operar después de las seis de la tarde y “nuestra ley no permite allanar un establecimiento o inmueble en el horario comprendido desde ese momento hasta las seis de la mañana”.
“Ahí es donde muchas veces se complica el actuar de las instituciones, en la existencia de ciertas normas o leyes que impiden o limitan impulsar un proceso de investigación”, declaró.
Respecto a la explotación laboral las dinámicas son diferentes y “el Ministerio Público (MP) está apostando a hacer mucha investigación proactiva, es decir, que no necesariamente tenga que haber una denuncia para iniciar una investigación”.
De tal suerte, los agentes de la Fiscalía General pueden “tocar la puerta de un alcalde, de una autoridad, y decir que quieren conocer el contexto de cómo está la trata en el departamento, para con base en ello iniciar una pesquisa”.
La Svet puede articular esfuerzos interinstitucionales para salvar a potenciales víctimas ante una alerta, prevenir, capacitar al personal para atender estos casos, pero en realidad corresponde a la PNC y al MP accionar en materia de perseguir y atacar el delito, puntualizó.
La directora contra la Trata de Personas de esa dependencia de la Vicepresidencia de la República advirtió que “la trata de personas es un tema muy fuerte, que necesita realmente compromisos y sensibilidad de parte de toda la sociedad y no sólo de las autoridades”.
Es más, se requiere que en esto trabajen “personas muy sensibles, personas que estén muy comprometidas con estos temas”. Sólo de ese modo podrán visualizar posibles casos en fronteras o en instituciones del país y poner la alerta ante una situación sospechosa, además de apoyar a una eventual víctima que esté siendo conducida de manera forzada.
“¿Pero qué pasa cuando es un funcionario que se hace de la vista silente, que ve una situación de ese tipo y le es indiferente?”, reflexionó y añadió que “por eso, en cada proceso de capacitación hay que buscar más que formar al funcionario, lograr que estemos unidos todos en atender un tema tan grave como es la trata de personas”.
“La investigación por trata de personas tiene que estar bien respaldada. Me parece que como país hemos avanzado en ese sentido y en la persecución al delito, porque ya la sindicación no se basa solamente en la declaración de la víctima, contrario a lo que se creía anteriormente”, opinó Ramírez.
Explicó que antes “si no se tenía la declaración de la víctima, no podía ser sindicado un agresor o un tratante de personas, pero el Estado ahora está apostando a que esta lo haga de manera voluntaria y por ello es importante que las instituciones tengan, a partir de una investigación, los suficientes elementos de prueba que permitan demostrar la situación”.
“Desde el trabajo que realizamos en la Svet no estamos en condiciones de determinar qué fuerzas o qué intereses están detrás de la trata de personas”, manifestó la funcionaria, pero reconoció que según “los registros que llevan, muchas personas en condiciones de explotación laboral y sexual provienen del occidente del país”.
Es decir, “niños, niñas, adolescentes son las personas más susceptibles de ser engañadas con una propuesta de trabajo en una tienda o en una tortillería. Eso si se tiene bien delimitado”.
Por esa razón, remarcó, aunque la Svet no es un ente de recepción de denuncias “cualquier persona que conozca alguna situación que considere que puede ser un caso de trata de personas, le pedimos que nos lo anuncie y de hecho, si los tenemos”. “Las personas pueden llamar a la Svet, las personas pueden venir a la Svet y compartir cualquier información que tengan”.
LA ATENCIÓN A LAS VÍCTIMAS
La Procuraduría General de la Nación (PGN) es la responsable de identificar si existe un recurso familiar idóneo para atender a una niña, niño o adolescente, víctima de trata de personas “y en caso de no existir este, proponer al juez que va a conocer las medidas de protección una institución capaz de hacerse responsable del menor de edad, mientras continúan las indagaciones para determinar si existe un recurso familiar que constituya una guía idónea para su reincorporación a la familia”.
Ramírez citó algunos casos en que los mismos familiares eran los tratantes, a propósito de los cuales fundamentó que “entonces si es competencia única y exclusivamente de la PGN identificar esos recursos”.
“Lo que procura la Svet es incidir en que los niños, niñas y adolescentes sean remitidos a instituciones especializadas para recibir a los que han sido víctimas del delito”, puntualizó. Entre estas mencionó La Alianza, el Refugio de la Niñez, Fundación Sobrevivientes, Misión Redentora y A21.
Todas esas organizaciones no gubernamentales pertenecen a la Comisión Interinstitucional contra la Trata de Personas (CIT), mecanismo interinstitucional encargado de atender la problemática en toda su integralidad, en el que también participan varias entidades del Ejecutivo, el Organismo Judicial y el Ministerio Público (MP).
No obstante, preció que “la Svet tiene albergues para atender a víctimas de trata de personas. O sea, que en estos momentos está desarrollando la función de, además de prevenir, atender de manera directa a víctimas de trata de personas”.
En el proceso de atención a una persona en esa situación “siempre debe existir una vinculación estrecha entre PGN, la institución albergante y el Organismo Judicial, porque en medio de la medida de protección hay cierta dinámica –audiencias, en la temporalidad que fije el juez- hasta que se reintegre con su familia al niño o en caso de no identificarse algún recurso idóneo dentro de sus círculos primarios, se tiene que buscar con familia ampliada, o sea, primos, tíos, hermanos mayores, u otros”.
De no lograrse este cometido, la PGN debe recurrir al Programa de Familias Sustitutas de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia y en última instancia, a buscar un albergue que no sea temporal en el cual esa persona sea atendida hasta que alcance la mayoría de edad”.
LEGISLACIÓN VIGENTE
Guatemala es parte de los estados firmantes del Protocolo de Palermo para Prevenir, reprimir y sancionar la Trata de Personas. Este es un instrumento marco establecido el 15 de diciembre de 2000 para atacar el ilícito y guiar a quienes están comprometidos a realizar esfuerzos en este tema, pero también, orientado a preservar el respeto de los derechos de las víctimas y a apoyarlas en el proceso de recuperación.
Desde el año 2009, con el establecimiento de la Ley Contra la Violencia Sexual y la Trata de Personas (Decreto 9-2009), se hicieron algunas reformas al Código Penal a partir de las cuales se contempló esta como delito, con las definiciones correspondientes acerca del mismo y de cada una de las modalidades en las cuales puede presentarse.
Sin embargo, tanto autoridades, como especialistas y personas relacionadas desde organizaciones sociales con la problemática concuerdan en la necesidad de reforzar las penas contra quienes incurren en ese crimen. En estos momentos estas oscilan de 8 a 18 años de prisión y multas de Q300,000 a Q500,000.
“Y además, queda a criterio del juez cuántos años le tocarán a una persona que haya incurrido en el delito”, subrayó Ramírez, para quien en materia legislativa queda mucho por ganar con vistas a frenar el fenómeno.
“Desde la Svet hemos promovido algunas reformas a esta ley porque, considerando lo grave que es la trata de personas, se hace necesario se fortalezcan las penas y se añadan algunos aspectos no contemplados hasta el momento en ese cuerpo jurídico”, señaló Ramírez.
Mientras, “procuramos informar a las personas para que reconozcan ciertas conductas que constituyen delitos”.
“Hace muchos años atrás, cuando hablábamos del tema las personas apenas pensaban en la explotación sexual, pero las últimas estadísticas de denuncias muestran que si bien esta es la modalidad que más casos presenta, no es la única, y hacia ahí van los esfuerzos para hacer ver que existen otras modalidades”.
“Este delito es muy complejo y debe tener una buena investigación, porque así como se capacitan investigadores y policías, los tratantes cuentan muchas veces con recursos suficientes para contratar profesionales que obren en su defensa y logren que no se les sindique por ese crimen sino por otros con penas más leves”.
DESAFÍOS PARA LA ERRADICACIÓN
“Mientras se siga viendo al ser humano como un objeto susceptible de generar ganancias para otra persona, probablemente la trata de personas continuará existiendo”, consideró la encargada del tema por la Vicepresidencia de Guatemala.
Asimismo, recordó, que esta es “un crimen transnacional, que no ocurre sólo en este país. Lo que varía posiblemente de un país a otro, posiblemente sean las dinámicas en las cuales se manifiesta el delito”.
Con base en esa visión, defendió la necesidad de armonizar esfuerzos, porque al final “los esfuerzos juntos van a generar muchos más frutos que los esfuerzos ailados”.
No obstante, enfatizó que “por la situación geográfica de Guatemala es más complicado, porque este es un país de origen, tránsito y destino de la trata de persona”.
“Y además, tenemos trata interna. Es bueno precisar eso porque las personas suelen creer que apenas es cosa de cruzar fronteras, los casos reales de explotación laboral, de mendicidad en las calles, son casos de trata interna y la externa es aquella en las que hay guatemaltecos que son captados acá y trasladados al extranjero”.
Para el presidente del Consejo Económico y Social (CES), Gustavo Porras, “la trata de personas es una expresión de la decadencia de la sociedad, de este afán de afán de lucrar a cualquier costo y no creo que se deba reducir a la acción de la delincuencia organizada o cosa por el estilo”.
“Uno mira por un lado una acumulación de capital enorme y al mismo tiempo leemos en los periódicos que el mundo tiene como dos décadas de un estancamiento prolongado. En medio de eso, hay que cuestionarse de dónde sale esa gigantesca fortuna”, sugirió el sociólogo, cuya tesis gira en torno a un posible cimiento de esas fortunas “en el tráfico de drogas, en el tráfico de personas y en la guerra”.
“Esos tres factores tienen una demandan desproporcionada en el mundo de hoy, más allá de cuáles son los ingresos de las gentes”, apuntó y aludió a los miles de niños “que están trabajando en los comercios, muchos no por la fuerza, si no fuera de la ley por la pobreza tan grande que azota a la mayoría de las familias y lleva a que sean cada vez más los empeñados en buscar ingresos sin importar las condiciones en que esto sea”.
Porras es partidario de ver en la trata “más que un delito, un reflejo de las condiciones que la generan: el que las personas carezcan de las oportunidades básicas y de una educación que les abra las puertas a un trabajo debidamente remunerado”.
En tanto Sandra Gularte, quien por más de una década trabajó al frente de la unidad encargada del tema en la PGN y lidió con múltiples casos de niñas, niños y adolescentes víctimas de la trata de personas, cree que la persistencia de este flagelo está asociada a condiciones que se dan muy marcadas en Guatemala.
“Guatemala es una sociedad tan permisiva, tan consumista, donde hay todo tipo de consumos que requieren servicios y si se mantiene la explotación laboral, esos servicios no son pagados, son gratuitos, y se requiere esa mano de obra gratuita”, cuestionó.
Cuestionó que “la mano de obra barata, regalada, es algo que siempre se ha permitido y se les ha dado en Guatemala” y a partir de ello alertó que “mientras que el empresariado y a todo nivel no se sea justo con los derechos laborales, la explotación laboral de todo tipo continuará. Esto es un problema estructural”.
“De la misma manera, la explotación sexual tiene sus bases muy arraigadas en un sistema patriarcal que ve al cuerpo de la mujer como un objeto que se vende, se alquila y de posesión del hombre. Desde ese sistema de poder, la trata como tal no finalizará”, enfatizó.
Pero en su opinión tenemos algo más: “el asunto está en que fuera de los sistemas que hemos hablado, la trata nace porque a partir de sus bases –como la pobreza, que es estructural y genera la necesidad de tener una vida mejor- ofrece una propuesta muy engañosa”.
“Mientras tengamos niveles altos de pobreza, tengamos niveles altos de impunidad, que le dan mucha facilidad al tratante de poder engañar con facilidad a hombres, mujeres, niños y niñas de todas las edades, por su condición de vulnerabilidad, siempre se va a dar la trata”, lamentó la especialista.
Y remarcó que “la única forma de salir de ella es prohibiéndola y que no encuentre esa condición de vulnerabilidad de la víctima, y eso implica un esfuerzo de políticas públicas que ataquen no solamente la trata de personas”.
“Podríamos reinventar una nueva Guatemala si los temas estructurales no funcionan, pero eso es mentira. No se va a hacer en un país con una política tan débil, un Estado tan débil y una corrupción tan amplia”, afirmó Gularte.
Asimismo, razonó que “la única forma de disminuir la trata es la prevención. Ello implica reforzar campañas a través de los medios de comunicación, de las escuelas y otros, pero no prevención dirigida sólo hacia las potenciales víctimas o explicándole al niño o adolescente cómo no ser víctima, sino indicándole al cliente consumidor que no debe comprar sexo, que eso es un delito, y eso de la va de la mano con el sistema de justicia”.
“El sistema de justicia también tiene una función de prevención, si bien está la persecución penal, la ley contra la violencia sexual tiene un articulado que va directamente dirigido a frenar la explotación sexual con fines comerciales. Ese cuerpo jurídico señala al consumidor y el artículo relativo a ello no se ha utilizado como debe ser. No existe ninguna persona, hombre o mujer, que yo conozca en muchos años, presa por haber sido cliente en el tema de trata”, lamentó.
“Y lo otro son las leyes laborales, la explotación de los niños en todos los niveles y en las tiendas. Existe una investigación que alude a más de 100 mil tiendas en todo el país y con solo mirar puede calcularse que más del 60% de esas pequeñas tiendas o abarroterías están siendo manejadas por niños, niñas, adolescentes, jóvenes mujeres y hombre, que están en una situación de trata, en la modalidad de explotación laboral.”
Por todo esto, Gularte recalcó que “mientras no tengamos esos niveles de prevención que debe tener el Código Laboral, de exigir el respeto a los derechos laborales a todas las personas, vamos a tener trata”.
TRATA DE PERSONAS
Constituye delito de trata de persona el uso del engaño, la intimidación o la fuerza para la captación, transporte, traslado, retención, acogida o recepción de una o más personas con fines de explotación, dentro y fuera del territorio. También incurre en el ilícito quien facilita, entrega, recibe o acoge a la víctima de la trata.
Para juzgar, en ningún caso se tendrá en cuenta el consentimiento prestado por la víctima de trata de personas o representante legal.
CONDENA PARA LOS TRATANTES EN GUATEMALA
Quienes cometen este delito serán sancionados con prisión de ocho a 18 años y multa de Q300,000 a Q500,000. (En el Congreso existe una propuesta tendente a recrudecer esas penas debido a la elevada incidencia del flagelo en el país)
MODALIDADES DE LA TRATA DE PERSONAS
- Pornografía
- Mendicidad
- Cualquier forma de esclavitud
- Servidumbre
- Adopción irregular
- Venta de personas
- Trabajos o servicios forzados
- Prostitución ajena
- Trámite irregular de adopción
- Embarazo forzado
- Matrimonio forzado
- Matrimonio servil
- Reclutamiento de personas menores de edad para grupos delictivos organizados
- Cualquier otra forma de explotación sexual
- Cualquier tipo de explotación laboral
- Extracción y tráfico de órganos y tejidos humanos
MITOS Y REALIDADES
MITOS DE LA TRATA DE PERSONAS
El fin último es la explotación sexual
Las víctimas son únicamente mujeres
El hombre es el único demandante de servicios sexuales y el único que ejerce la trata de personas
La venta de personas es una práctica que sólo se da en ciertas culturas/ países subdesarrollados
Es un generador de capital para la economía del país
REALIDAD DETRÁS DE LA TRATA DE PERSONAS
Incluye fines con explotación laboral, mendicidad, adopciones ilegales, extracción de órganos, matrimonios forzados, industria de la pornografía; los hombres también son víctimas del delito.
Las mujeres también demandan servicios sexuales y en determinadas regiones, ejercen la trata de personas (especialmente aquellas que fueron víctimas del delito y que lograron “ganarse la confianza” de los altos mandos del grupo).
Es un delito presente en todo el mundo
Con frecuencia las víctimas no reciben remuneración alguna
Es el tercer negocio para la delincuencia organizada, después del tráfico de drogas y armas
MECANISMOS DE CONTROL DE LAS VÍCTIMAS
Violencia o amenaza de violencia física, psicológico y/o sexual para someter a la víctima (las marcas de esa violencia se encuentran en lugares del cuerpo no visibles como el vientre o los muslos); amenazas de represalia a sus seres queridos, amenazas de encarcelamiento o deportación, retención de documentos de viaje o identidad, presión o chantaje por supuestas deudas con el tratante, aislamiento social y lingüístico (víctimas extranjeras que desconocen el país o localidad donde se encuentran), suministro obligado de alcohol o drogas, exposición y estigmatización social para generar complejos
DIFERENCIAS ENTRE LA TRATA Y EL TRÁFICO DE PERSONAS
TRATA DE PERSONAS:
- Las víctimas no otorgan consentimiento para la explotación como tal. O este está viciado por abuso de poder, engaño o rapto.
- Explotación constante de las víctimas
- Puede ser interna o transnacional
- La explotación constituye el ingreso mayor recaudado para los grupos delictivos
TRÁFICO ILEGAL DE PERSONAS MIGRANTES:
- Finaliza con el arribo de los migrantes al país de destino
- Es únicamente transnacional
- Los migrantes otorgan su pleno consentimiento para ser trasladados de manera ilegal
- La principal fuente de ingreso es el pago realizado una vez por el inmigrante para llegar al país de destino
¿CUÁNDO ESTAMOS FRENTE A UNA POSIBLE VÍCTIMA?
Cuándo la persona muestra:
- Estrés sin explicación aparente, tristeza, agresividad o miedo.
- Daños físicos leves o severos
- Lesiones a si mismo o habla de suicidarse
- Tendencia de regalos o dinero sin explicación lógica
- Fotos de si mismo u otra persona desnuda, con poca ropa o teniendo relaciones sexuales
- Ofertas de trabajo lejos de su casa o en otro país
- Miedo o rechazo hacia un familiar u otra persona en particular
¿DÓNDE DENUNCIAR UN CASO PROBABLE DE TRATA?
La denuncia la puede hacer la víctima o cualquier persona, de forma confidencial si lo desea. Todo funcionario o empleado público tiene la obligación de denunciar ante las autoridades competentes cualquier delito o sospecha que tiene sobre la comisión de este, para que la víctima pueda ser protegida y atendida rápidamente de forma adecuada.
PNC: 110 MP: 24119191 PGN: 24148787
ASESOR ADMINISTRATIVO - FINANCIERO SECTOR PÚBLICO Y PRIVADO
6 añosEs un mal fomentado por la riqueza y los paganos es la pobreza de nuestra gente