► Tres Creencias Que Hicieron Un Millón
Cuando comencé en el camino a volverme un emprendedor a la edad de 24 años, sabía desde el inicio que no es lo que tenemos lo que nos hace exitosos, sino cómo lo utilizamos. El hecho es que todos conocemos a alguien con la mejor educación o apoyo financiero que no se encuentran viviendo al tope de su potencial financiero o incluso se encuentran luchando por salir adelante. Aun así, podemos encontrar casos donde a pesar de los obstáculos y limitaciones, las personas encuentran un camino para superarse.
¿Por qué pasa esto? Lo he estudiado por casi dos décadas mientras construía mis empresas – desde cero. Sabía desde una temprana edad que tenía una oportunidad de ser exitoso a pesar de la falta de educación, de dinero o de experiencia, ya que había visto los resultados en otras personas. Así que estudie comportamiento humano y psicología de las necesidades humanas, tratando de descubrir cuáles son algunas de las creencias fundamentales de aquellas personas exitosas, a pesar de todos los retos.
Estas 3 creencias clave están basadas en aquellas creencias que he estudiado de otros líderes que me ayudaron a llevar a mi primer empresa a vender 1.3 millones de dólares en siete cortos años. El día de hoy, sigo utilizando estas creencias, no sólo en mis negocios, sino ayudando a otras personas a construir sus negocios o carreras. A continuación encontrará esas 3 creencias claves que hicieron un millón, además de un bono para ayudarle a poner manos a la obra.
Creencia Kikuchi #1
Mientras más difícil es el obstáculo, mayor es la recompensa.
Sí, suena bastante simple, pero no puedo decirles cuántas personas que he conocido tienen un baúl lleno de excusas y razones por las que no pudieron o simplemente no erigieron sus sueños y sus metas. No se puede desarrollar un músculo sin algún tipo de resistencia, y no se puede traer vida a este mundo sin un esfuerzo extremo y doloroso.
Alguna vez se han preguntado, ¿por qué las personas a las que aparentemente se les ha dado todo, terminan atrapados en adicciones, escapando con distracciones materiales y/o deprimidas y perdidas? Cuando conquistamos algo más grande que nosotros mismos, cuando ponemos nuestro corazón, alma y pasión en algo, además de sentir que lo hemos ganado, sentimos que realmente lo merecemos.
Así es como, desde mi experiencia personal, puedo decir que mientras mayor es el desafío, mayor es la recompensa. Además, siempre que me mantenga alineado con mis valores y mi misión, lograré encontrar la manera. Estoy convencido de que podemos lograr casi cualquier cosa que nos propongamos si nos comprometemos; no es más que una cuestión de tiempo y concentración, y el asunto nunca es a quién se conoce, sino a quién se busca en el camino.
Creencia Kikuchi #2
No importa cambiar. Resolver grandes problemas lo es todo.
La segunda creencia fundamental en la construcción de lo propio, o para asesorar y formar a otros, es esforzarse continuamente y resolver problemas mayores a los que resuelven los demás en el mismo mercado. Independientemente del tamaño, la trayectoria y nivel financiero de la empresa, se puede duplicar o triplicar los resultados en pocos años si se atiende a este factor clave. Si yo pude duplicar mis ventas año tras año sin título universitario ni experiencia previa es porque casi todos pueden hacerlo con las creencias adecuadas.
Hace muchos años, cuando fundé mi primera empresa, un estudio de diseño gráfico, éramos cuatro y trabajábamos en el sótano de mi casa. Convoqué a una reunión un lunes por la mañana con los dos diseñadores junior y el representante de ventas, y pedí a este último que le preguntara a uno de nuestros clientes cuáles eran sus tres desafíos principales para comercializar sus productos, sin consultarlo acerca de presupuestos o de posibles trabajos posteriores.
Confieso que fue un paso audaz de mi parte, porque en ese tiempo no éramos una agencia consolidada. Sin embargo, yo sabía que, a fin de duplicar una vez más nuestras ventas anuales, teníamos que ofrecer un servicio más valioso y resolver problemas más importantes. Una vez obtenida la información, realizamos una presentación en la empresa y ¿qué sucedió? Al terminar, nos pidieron que hiciéramos otra presentación para el presidente de la compañía, quien también era su fundador. ¿Saldo a nuestro favor? Claro que sí. ¿Hicimos mejores preguntas que cualquier otra agencia de Toronto y eso nos trajo mejores respuestas? Les aseguro que sí.
Creencia Kikuchi #3
Pide y se te concederá. Pero asegúrate de pedir lo correcto.
Otro amigo mío dirige una exitosa empresa de manufacturas en los Estados Unidos. Hace unos años me preguntó: “Erik, con esta economía y con tantos que hacen outsourcing a América Latina pienso que mi empresa no va a durar mucho, ¿debo vender ahora o es mejor que busque algo nuevo antes de quebrar?”.
Lo interesante es que en estos momentos a su negocio le va fenomenal, así que está comprobado que esta es la lección de coaching del millón de dólares: cuando hay sólo una alternativa, no se tiene capacidad de elección; creen dos opciones, y tendrán un dilema; añadan una tercera opción, y entonces comenzarán elegir.
Así que le dije: “¿Por qué no mejor hacerse una pregunta que presuponga el resultado deseado? Pregúntate, como tercera opción: ¿cómo puedo transformar mi empresa para satisfacer no sólo las necesidades del mercado norteamericano, sino también expandirla de manera rentable a nuevos mercados y establecer un nuevo estándar en la industria mientras resuelvo un problema más grande que los que resuelve cualquier otro?”, o por ejemplo: “¿por qué sencillamente no me expando a Latinoamérica y aporto mi experiencia y mis estrategias para que allí avance la industria y su gente?”.
Entonces le dije: “Ahora tienes
la capacidad de elegir”.
Ya sea que estén en el inicio de su proyecto de negocio, que sean profesionales tratando de avanzar en su carrera o que posean una empresa y estén listos para llevar su rentabilidad a un nivel superior, los invito a evaluar estos principios, a probarlos y ver cuáles funcionan mejor para ustedes. Y si tenemos la oportunidad de reunirnos en el futuro, estaré encantado de saber cómo los aplicaron para llevar la prosperidad también a sus vidas.
Tres creencias que hicieron millón – BONO
Aunque he mencionado cientos de veces que construí mis empresas sin contar con un título universitario, lo que muy pocos saben es que probablemente he invertido más dinero en mí, es decir conocimiento, que lo que la mayor parte de la gente gasta en un MBA. La diferencia era que fui capaz de lograr ese retorno de la inversión más rápido y sin años extra en un salón de clases e iniciar enseguida a construir mi vida y negocios.
Permítame explicar esto brevemente. Ya que dejé la universidad muy temprano, comencé a trabajar durante el día y a estudiar por las noches. Mientras hacía dinero, invertía en seminarios de fin de semana, talleres y programas de otros emprendedores y líderes en distintas disciplinas. Recientemente he invertido cerca de $6,000 USD en un taller de 4 días para dominar mis habilidades de orador en el escenario, ahora mis honorarios se han triplicado dándome instantáneamente un retorno del 200% por contrato de conferencia.
Ahora todos nos encontramos compitiendo en un entorno global. El día de hoy no competimos con los de nuestra comunidad y ciudad, ahora tenemos la oportunidad de ganar y construir de manera global. Considere esto, una persona con un MBA no compite sólo con las personas gradadas de su generación, están compitiendo por un trabajo con la generación mundial de graduados de esa disciplina! En dónde habían cientos de personas aplicando por un puesto de trabajo en una ciudad, ahora miles pueden aplicar por ese mismo trabajo alrededor del mundo!
Es por esto que la creencia adicional que comparto con usted es. En este mundo cambiante y evolutivo, debemos estudiar la mentalidad y las estrategias de las personas exitosas. Es esto lo que enseño y continúo practicando en mi vida el día de hoy. Usted no necesita estudiar solamente mis enseñanzas, sino que necesita estudiar a las personas exitosas en diversas disciplinas y aprender lo que saben. El mejoramiento constante y continuo es la clave para su siempre creciente y continuo éxito.
Escrito por,
Erik Kikuchi
Soy un experto en desarrollo de negocios y en el mercado Norteamericano. Durante los pasados 20 años he ayudado a cientos de empresas con sus estrategias de mercadotecnia y ventas así como a proteger y expandir su participación en el mercado.
Escríbame a: erik1@erikkikuchi.com