Tres principios para gestionar equipos remotos

Tres principios para gestionar equipos remotos

En una encuesta realizada en 2014 por la London School of Economics, los académicos, ejecutivos y emprendedores entrevistados estimaban que, para 2020, más de la mitad de las personas en el mundo estarían trabajando de forma remota.

Estamos en diciembre de 2019, así que ese futuro que se anticipaba entonces literalmente nos alcanzó. Para medir el trabajo remoto en la actualidad existen varios parámetros. Algunos estudios afirman que cerca del 90% de los empleados en el mundo utilizan al menos un medio de trabajo remoto una vez por semana. Las estadísticas de Upwork, por su parte, indican que dos tercios de las compañías tienen empleados de tiempo completo que trabajan fuera de las oficinas.

El futuro del trabajo se vislumbra remoto y flexible. Deberemos adaptarnos seriamente a dichas modalidades durante la década que iniciará en unos cuantos días. ¿Cómo gestionarlo?

No hay texto alternativo para esta imagen

Los mitos

Lo primero que debemos vencer son aquellas barreras mentales que, sorprendentemente, siguen presentándose en torno al trabajo remoto. Algunos mandos y organizaciones se siguen resistiendo a implementar estas modalidades no tanto por complejidades tecnológicas, sino por temor a perder control, comunicación e interacción directa con los colaboradores. Esa persistencia es indicativa de la necesidad que tenemos de adaptar nuestro mindset y recalibrar habilidades de colaboración para gestionar exitosamente nuestros equipos en la era del trabajo a distancia.

Comienza con tres principios básicos para esta modalidad de colaboración:

  1. Valida códigos de comunicación. Todos los equipos necesitan un código de significados para operar. Y en el caso de los equipos que trabajan a distancia es particularmente relevante activar y validar estos códigos, hacerlos explícitos y asegurarse de que sean comprensibles para todas y todos (vamos, igual que deberías hacerlo con un equipo que trabaja cara a cara). Esto parece obvio, pero considera las complejidades de comunicación que pueden surgir por los cambios de horario y las diferencias culturales. Nunca como ahora ha sido tan importante que la comunicación sea clara, directa, congruente y, sobre todo, ágil; pocas cosas dañan más la colaboración remota que el no recibir retroalimentación asertiva y oportuna.
  2. Desarrolla el Liderazgo Rebelde. Tal vez el trabajo remoto sea un antídoto natural e infalible contra el micromanagement. El no estar físicamente todo el tiempo para poder supervisar a los colaboradores exigirá que estos, tarde o temprano, tomen decisiones e iniciativa, resuelvan problemas y exploren caminos diversos. Es cada vez más importante estimular el desarrollo de habilidades de liderazgo que permitan desafiar el estatus quo con un enfoque de innovación y de mejora, sin perder de vista el objetivo, el por qué. Estimula la novedad, la curiosidad, la diversidad, la perspectiva y la autenticidad de tus colaboradores. Vuélvete también un líder "conector": fomenta la confianza para que establezcan microasociaciones remotas entre ellos y enriquezcan, así, su pensamiento crítico y su capacidad de resolver problemas.
  3. Consolida el sentido de interdependencia positiva a través de la independencia colaborativa. Cada vez que un hashtag en Tuiter se vuelve tendencia mundial, impulsado por millones de personas, confirmo que es perfectamente posible colaborar de forma remota a pesar de no tener incentivos aparentes para hacerlo; la clave está en el propósito común. El trabajo remoto vuelve mucho más necesario que nos asumamos como integrantes de redes colaborativas que viven por un por qué, y que seamos conscientes de que esa responsabilidad no termina cuando enviamos el correo electrónico o subimos un archivo a Slack.

La velocidad y movilidad del internet, el Big Data y la tecnología Cloud nos dan recursos cada vez más óptimos para trabajar lejos de la oficina, lejos de todo. Es importante que activemos y reconfiguremos esas habilidades que, paradójicamente, llamamos blandas pero suelen ser las más rígidas e inamovibles.

¿Qué opinas?

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Si te gustó este artículo, no dudes en compartirlo, comentarlo y reaccionar y déjame un comentario abajo con lo que piensas o cómo concibes un modelo de colaboración funcional para el mundo actual. Me encantaría saber qué piensas.

Si quieres ver otros artículos que he escrito, puedes verlos aquí

Sobre el autor:

Me llamo Alejandro López. Desde mi época de estudiante me apasioné por una pregunta: ¿qué es lo que hace que un grupo de personas distintas colabore? Actualmente ayudo a empresas y líderes a lograr un verdadero ambiente de colaboración sostenida en sus equipos. He dirigido equipos en áreas de recursos humanos y agencias de consultoría, y me he especializado en el diseño de experiencias de aprendizaje; también he hecho periodismo. Soy Co-Fundador de VUCA y HRYoungThinking.

Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Más artículos de Alejandro López

Otros usuarios han visto

Ver temas