Tu huella profesional, marca la diferencia
¿Alguna vez te ha pasado, que en lugar de pensar en que necesitas comprar crema o pasta de dientes, piensas en que debes comprar Colgate? O, ¿quién no ha escuchado a alguien que en lugar de pedir un pañuelo de papel solicita un Kleenex? Hoy podemos encontrar marcas como Starbucks, Google, Facebook, Twitter, Apple… que están muy bien posicionadas y te permiten tener claridad frente al producto que venden, facilitándote el proceso de elección en el momento que deseas consumir o utilizar dicho producto.
Seguramente los gerentes de marca de estas empresas se cuestionaron en su momento con la siguiente pregunta: ¿qué es lo que hace que mi producto o servicio sea diferente a los que producen los competidores? Así como ellos, tú también puedes cuestionarte con esta pregunta y aplicarlo en tu vida profesional, porque quieras o no, tú ya tienes una marca. Tal vez pensarás, pero cómo que ya tengo una marca si yo nunca he hecho un proceso de Personal Branding y ni siquiera tengo muy claro de qué se trata. Aunque no lo creas tus actitudes, acciones, pensamientos, decisiones, puestas en marcha en tus interacciones diarias, han permitido a las personas crear una imagen acerca de quién eres tú.
Tom Peters, uno de los más grandes gurús del management dice que vamos a tener que reinventar nuestro puesto de trabajo en los próximos años, que somos empresas de servicios unipersonales y que los empleos serán sustituidos por proyectos. Recuerda que tu marca es lo que las personas piensan de ti cuando no estás presente. Es tu huella, ese aspecto que habla de ti, que te convierte en la persona idónea para ofrecer tu servicio a un mercado objetivo. Así que puedes aprovechar las mismas estrategias que han llevado a cabo las grandes marcas corporativas y aplicarlo a tu propia vida.
En un proceso de selección por ejemplo, la compañía indagará sobre hechos específicos que le garanticen que eres la persona idónea, explorará sobre qué valores y principios se centra tu servicio con el fin de definir si se adapta a su necesidad. De la misma manera, tú también deberías realizar este ejercicio, indagar sobre los objetivos del proyecto o funciones a realizar, analizar tus competencias con relación a la necesidad de la empresa, evaluar la consistencia y congruencia de tus objetivos con los que ofrece el cargo al que aplicas.
Recuerda, tus talentos y habilidades son tu fortaleza y tu capital más importante, pero siempre debes tener en cuenta si esas fortalezas se ajustan a las oportunidades que tiene tu mercado, así que una vez definas aquello para lo cual eres bueno y la forma en que puedes ayudar a otros con lo que sabes hacer, es el momento de trabajar en tu proceso de Marca Profesional y posicionarte como un experto en tu campo.
Vive con pasión, vive feliz.
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