Un café irlandés ¡por favor!

Un café irlandés ¡por favor!

Así arrancó el pedido (lleno de angustia) a la persona que nos atendía en la cafetería.

Desafortunadamente no tenemos irish coffee; pero le podemos preparar un carajillo que lleva ron, ¿quiere?

No fue necesaria contestación verbal, bastó con verle la cara para saber que ese era el café indicado. Para mí lo de siempre: un espresso doble y una botella de agua mineral.

La reunión fue con un referido de un buen amigo, quien buscaba conversar sobre su situación laboral y tratar de encontrar alguna estrategia para mejorar su sitación actual.

Luego de escucharlo por un largo rato y tener la información de su situación laboral, le presenté esta imagen:

¿En qué etapa consideras estás actualmente? ¿Por qué has llegado hasta esta etapa? ¿Qué has hecho tú para que se llegue a esta etapa?

A veces, es más fácil culpar a nuestro entorno o a nuestros jefes como los responsables de ir avanzando en cada una de las etapas de este ciclo de vida de un trabajo.

En otras ocasiones, la cultura de la organización hace que llegues de inmediato al "valle de las dudas".

Pese a que cada quien tiene sus motivadores para escoger un trabajo y una empresa, es MUY importante averiguar sobre el ambiente de trabajo, las personas que trabajan ahí, los valores y la cultura.

Un buen amigo y consejero me decía que en un trabajo no se debía estar más de 3 años, porque luego de eso, ya no aportas nada nuevo, todo se vuelve una rutina, y cuando se cae en una rutina, si no puedes hacer algo nuevo o diferente, es mejor buscar otro sitio en donde sí lo puedas hacer. Si no te cambias, todo se vuelve una carga.

La situación de esta persona era algo particular; pero creo muchos se pueden sentir identificados. Disfrutaba su trabajo, le dieron algunos proyectos y los sacó adelante de gran manera. Cada reto que le pusieron lo superó.

Luego de dos años de haber empezado y al considerar que había hecho todo lo encomendado, fue donde su jefe a solicitar un aumento de sueldo. No se lo dieron y las justificaciones estuvieron entre la situación de la empresa, la paridad de sueldos entre sus pares y que aún no era el momento.

Pese a estas respuestas negativas, esta persona siguió trabajando. Su jefe le encomendó un nuevo proyecto, que según su visión, "era muy difícil de lograr y mas bien parecía que se lo encargaban para que fracase y puedan sacarlo".

Estuvo un año y medio más al frente de este proyecto y para la sorpresa de todos, superó todas las metas. Volvió a pedir un aumento y la respuesta fue la misma, aún no.

José, mi trabajo me encantaba, pese a todo lo malo y los malos ratos, me gustaba la empresa; pero desde hace algunas semanas ya no me siento bien y comencé a aplicar a varias vacantes y he recibido la llamada de algunas empresas. En las entrevistas cuando hablo de mis logros, realmente causan una gran impresión porque han sido excelentes resultados. Cuando me preguntan por qué quisiera un cambio, contesto que no me siento valorado ni en reconocimientos ni en salario y no hay espacio para hacer carrera.

Con esta persona tuvimos 3 reuniones, en las cuales tratamos de buscar alguna forma de mejorar su situación en el trabajo actual, al ver que era muy difícil un cambio en su organización, las siguientes reuniones fueron para preparlo para sus entrevistas de trabajo y poder hacer la elección de la mejor opción de las propuestas que tenía.

Hoy ya tiene 3 meses en su nuevo trabajo, aunque sigue en la etapa de luna de miel, ha encontrado todo lo que en su anterior trabajo no le daban: mejor ingreso y una real oportunidad de crecer en el corto plazo.

Creo que hasta ahora, aunque ya menos, sigo con el síndrome de Estocolmo, extraño el maltrato, la mala cultura y el pésimo ambiente de trabajo. Sé que es parte del proceso de dejar atrás y seguir creciendo.

¿Quién nos entiende? Somos mal llevados...

Cuando nos cuesta tomar una decisión, cuando tenemos dudas, es importante buscar el apoyo de personas que desde fuera, puedan darnos ideas que nos permitan ver lo que no estamos viendo.

El objetivo de estas charlas es esa, lograr encontrar luces y caminos para hacer las cosas de otra forma o mejorar las actuales.

Si en algún momento, necesitas algún tipo de ayuda no dudes en contactarme, o si sabes de alguien que pueda necesitar conversar y tomarse un café, te pido le hagas llegar esta newsletter para que pueda sacarle algún provecho.



Monica Faour Chedraui

Consultora de Marketing y Publicidad | Especialista en Branding y Estrategias Creativas | Experiencia en Agencias y Empresas de Consumo

6 meses

Me identifiqué muchísimo con este de acá! Yo vivi el burnout pero desde otro lado! Nunca llegué a odiar a mi empresa creo que llegué a odiar la industria porque es puerca… además es algo que ni yo vi venir porque al contrario de la persona de la que hablas, yo si tuve apoyo. Mi problema fue más de que acapare con más de lo que podía y como nunca me quejé, suma, suma y suma hasta que ahí quede y eso súmale más variables! Pero en fin terminé renunciando al puesto que siempre quise y no querer volver al mundo corporativo! Es más ya ese hambre de escalar a puestos grandes si es que regreso a empresa ya no es algo q me motiva 🫠

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